La actriz, cantante y modelo Jane Birkin supo ser una de las mujeres más irresistibles de Francia, aunque era inglesa. Y fue tan icónica, que hasta la marca de lujo Hermés, le puso su apellido a un bolso muy especial inspirado en ella, que pronto se convirtió en uno de los productos más vendidos.
El mito erótico de fines de los sesentas moría sola en su departamento de París, en julio de 2023 como consecuencia de una leucemia. Tenía 76 años y muchas ilusiones de continuar en los escenarios cantando. Estaba en rehabilitación después de un ACV que tuvo en 2021. Sus hijas, la cantante y actriz Charlotte Gainsbourg, que heredó la sensualidad de su madre y hoy es imagen de Saint Laurent (52) y Lou Doillon (41) también cantante y actriz, contaron en las redes que Jane había vuelto a caminar y había pedido quedarse sola esa noche. Necesitaba recuperar su amada independencia. Jane Birkin fue de esas mujeres transgresoras que hacía lo que tenía ganas y no le importaba la mirada de los otros. Le gustaba llevar trajes holgados masculinos, en lugar de los femeninos que decía que le sumaban años. Usaba poco maquillaje, también por la misma razón. Birkin marcó su tiempo y es recordada en Francia como una figura propia. Y toda una leyenda.
Jane Birkin nació en el barrio londinense Marylebone, el 14 de diciembre de 1946. Su padre David Birkin, era un militar, miembro de la Royal Navy, capitán de fragata y héroe de la Segunda Guerra Mundial. En cuanto a su madre, Judy Campbell, era actriz y había sido criada en el seno de una familia de artistas. Con estas fuerte influencia materna, Jane empezó a hacer teatro a los 17 años y pronto fue convocada para la pantalla grande, con películas que fueron premiadas en Cannes y le dieron notoriedad. Era joven, hermosa, transgresora, tenía todo para triunfar.
Con su desnudo en Blow-Up, generó su primer escándalo, al que ya después ya tendría acostumbrados. En esa película italo británica fue dirigida por Michelangelo Antonioni, basada en un relato de Julio Cortázar, Las babas del Diablo. En el film, Jane aparece completamente desnuda, siendo la primera actriz británica en atreverse a mostrarse tal cual Dios la trajo al mundo, exhibiendo su vello púbico.
En ese entonces, la actriz estaba casada con el compositor inglés John Barry, dedicado a bandas sonoras de películas, entre ellas África Mía, Danza con Lobos, James Bond. Cuando le llegó la propuesta para trabajar en Blow-Up, su marido la desafió. Le dijo que no se animaría a salir desnuda. Y ella no lo dudó un instante.
En una entrevista de Vogue España, Birkin contó lo que significó en su vida Serge Gainsbourg, quien acababa de romper con otra figura emblemática francesa, Brigitte Bardot. “Fue un alivio, después de un matrimonio desastroso, en el que me habían dejado con un bebé de menos de un año. A los 19 años ya pensaba que mi vida estaba acabada, de verdad”, contó sobre esta relación donde en la que se sentía exigida. En una entrevista contó que guardaba su delineador bajo la almohada para tenerlo a mano cuando se despertaba y él no la viera sin maquillaje. “Así que cuando me fui a Francia y conocí a Serge él me hizo sentir maravillosa, absolutamente maravillosa. Me dio confianza en mí misma y consiguió borrar todo el dolor que había vivido antes; y creo que él sintió lo mismo conmigo. En verdad, éramos dos almas miserables que se levantaron el uno al otro”.
Serge estaba desconsolado y literalmente de luto. Había pintado de negro su departamento. Después de 86 días de una relación clandestina y apasionada, Bardot lo había descartado para continuar junto a su marido alemán multimillonario Gunter Sachs.
El director Pierre Grimblat reunió a Serge y Jane en una película por primera vez, llamada Slogan, donde él Interpreta a destacado publicista, de 40 años, que asiste a Venecia a recibir un premio acompañado de su encantadora mujer y cae rendido ante la belleza y juventud de Evelyn, con quien mantiene una ardiente relación.
En la vida real, la “inglesita” de aspecto inocente se enamora del cantante francés, quien era el seductor más feo de su país. Un feo hermoso, algo desaliñado, desgarbado que su bohemia y je ne sais quoi (no sé qué) de los franceses, conquistaba a las mujeres más hermosas del planeta. La grabación del escándalo, Je T’ Aime … moi non plus (Yo te amo… Yo tampoco) que hizo junto a Bardot, en el que ella cantaba entre gemidos y jadeos, fue la que puso fin ese romance prohibido… porque claro, Bardot era una mujer casada y su marido, al escuchar la canción acusó con llevar a todos a la justicia sin volvía a sonar en las radios. De manera que Gainsbourg tuvo que convencer a otras mujeres que se animaran a grabar la parte de Bardot y volver a enamorarse para que eso finalmente sucediera. No pasó mucho tiempo.
Al encontrarse, Jane y Serge estaban desanimados y con sus egos heridos, pronto se convirtieron en una de las parejas más cool y admiradas del espectáculo. Eran talentosos y alrededor de ellos corrían ríos de tinta.
La canción más caliente de la historia tuvo que esperar un año para ser nuevamente grabada. Su nueva novia, transgresora, estaba dispuesta a poner su voz, sin que le importara el que dirán. Todo era arte y provocación. Birkin no tenía que darle explicaciones a nadie. Sin embargo, al principio tuvo que convencerla por una sencilla razón: ella no estaba segura de sus aptitudes como cantante.
Su voz funcionó, además de que Serge le hizo cantar en una octava más alta para sonar más aniñada. La portada del disco avisaba que su contenido era inapropiado para menores de 21 años. El Vaticano intentó censurarla, por medio de un artículo de L’Osservatore romano, donde la condenó al mismo infierno. La canción fue prohibida en varios países.
Con ese éxito descomunal sobre sus espaldas, y las leyendas que se tejieron a su alrededor sobre lo sucedido en ese estudio en el momento de la grabación, comenzó la carrera de Jane como cantante de la mano de Serge, quien continuó componiendo para ella, incluso después del fin de la relación. Él le había enseñado a susurrar cerca del micrófono, para que se le escuchara la respiración. Su álbum de 1983 Baby alone in Babylone, el primero que lanzó sola fue muy bien recibido 1983.
Fruto de ese amor que duró 12 años, el 21 de julio de 1971, nació la talentosa Charlotte, es londinense, como su mamá. Serge también crió a la hija que Jane había tenido con Barry: Kate, quien murió de manera trágica a los 46 años. De adolescente había sufrido adicciones y recibido tratamiento en un centro de desintoxicación. Kate que se había dedicado a la moda y a la fotografía, a diferencia de sus hermanas cantantes y actrices, era la que más se parecía a Jane. “Mi hija mayor Kate es la que más se parece a mí”, dijo la actriz en una nota con Daily Mail, “ella siempre tenía una polaroid en su mano y fotografiaba a sus hermanas”. En 2013 Kate se arrojó desde el cuarto piso que ocupaba en París. Dejó un hijo, Roman y un dolor profundo en la familia.
Jane Birkin terminó dejando a Serge por sus excesos con el alcohol. Tenía hábitos compulsivos. Vivía envuelto en el humo de su cigarrillos. Teatralidad pura. Él admitió que fue ella quien lo abandonó: “Jane se ha ido por mi culpa. Soy insoportable. He llegado a pegarla. Ella merece otra cosa”. En principio, después del amor, se hicieron grandes amigos. Tanto que Serge fue padrino de su tercera hija, Lou, que tuvo junto al director de cine Jacques Doillon, relación que duró una década. Sin embargo, con el tiempo se develaron los íntimos deseos de Jane, que nunca logró despegar de Serge. En sus diarios íntimos Munkey diaries, 1957-1982 reveló que hacer realidad un trío amoroso con ellos.
Además de una brillante carrera como cantante, la actriz anglo francesa también destacó como actriz de cine de autor, comercial y más tarde de series, donde nunca dejó de hacer ficción. Se la puede ver en más de 70 producciones.
Con cinco días de diferencia en marzo de 1991 sufrió dos grandes pérdidas. La muerte de Serge Gainsbourg el 2 de marzo, a raíz de un infarto y la de su padre, David Birkin, quien murió el 7 de marzo, el día del funeral de Serge. Dos de las personas más importantes de su vida. Sobre la pérdida de Serge dijo que lo había vivido como una pesadilla. Los siguientes discos los grabó con varios autores porque, creía que era mejor serle infiel con muchos hombres que con uno solo.