El 1ro. de diciembre de 1955, era un día como cualquier otro para Rosa Parks, una costurera que regresaba de su trabajo en unos grandes almacenes de Montgomery, Alabama, en Estados Unidos. Subió al autobús y se sentó en la parte posterior, que estaban destinados a los ciudadanos afrodescendientes, personas “de color” como indicaban los carteles que ocupaban los espacios públicos. La esclavitud se había abolido hacía menos de 100 años, en 1863, sin embargo, la población blanca de ascendencia europea, continuó creyéndose superior respecto de la población negra y no les otorgó los mismos derechos de los que ellos gozaban. La política de segregación racial mantenía a la sociedad dividida. Se evitaba el contacto. Los negros tenían sus hospitales, sus escuelas, sus tiendas, sus baños. Los cargos públicos y los puestos directivos estaban reservados para los blancos.
A medida que avanzaba por su ruta, el colectivo en el que viajaba Rosa se iba completando, hasta que empezaron que quedaron de pie un puñado de personas blancas. El chofer detuvo el vehículo para pedirle que cediera su asiento a un hombre blanco. Rosa Parks se negó a hacerlo, ni aún cuando el chofer amenazó con denunciarla. Volvió a pedírselo, como una orden. Y volvió a negarse a dejar el asiento. Este episodio se convirtió en uno de los capítulos más simbólicos de la lucha por los derechos civiles de los negros norteamericanos. El ex presidente Barak Obama, se refirió a Rosa Parks como esa mujer que “no tenía ningún cargo. No nació con riqueza o poder. Sin embargo, ella cambió Estados Unidos”, dijo en un comunicado mientras ocupaba la Casa Blanca. Y agregó: “Negarse a ceder un asiento en un autobús segregado era el más simple de los gestos, pero su elegancia, dignidad y la negativa a tolerar la injusticia ayudaron a desencadenar un movimiento de derechos civiles que se extendió por todo Estados Unidos”, rememoró Obama.
Con esa simple acción, desafió las leyes de segregación promulgadas después de la guerra civil (1861-1865) que limitaba los espacios y servicios Por lo que fue arrestada, enviada a la cárcel y multada por la suma de 14 dólares. En realidad, el transporte público tenía secciones divididas para blancos y negros y la ley no obligaba a nadie a levantarse a ceder asientos. Lo sucedía era que estaba instalada una costumbre y era respetada, tanto que cuando los asientos de los blancos estaban completos, el chofer iba pidiendo los que ocupaban los afrodescendientes. Era moneda corriente.
Las primeras cuatro filas de asientos estaban reservadas para los blancos. Y un cartel señalizaba el final de la “zona blanca”, aunque en cuanto se llenaba, empezaba a extender la zona hacia atrás con el uso del cartel, obligando a pararse a los que estaban sentados.
La detención de la costurera, que era miembro activo de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (Naacp), gestó un boicot de 381 días contra el sistema de transporte público organizado por un pastor bautista por entonces poco conocido, Martin Luther King, quien tiempo después se convirtió en el líder de los derechos civiles. El más visible. Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1964 y fue asesinado en 1968.
Los compañeros de la asociación a la que pertenecía Parks, hicieron una propuesta luego del arresto. “Estamos pidiendo a todos los negros que no suban a los autobuses el lunes, en protesta por el arresto y el juicio. Podés faltar a clase un día. Si trabajás, tomá un taxi o caminá. Pero por favor: que ni los niños ni los mayores tomen ningún autobús el lunes. Por favor, permanezcan fuera de los autobuses el lunes.”
En principio el boicot estaba pensado para un día pero lo sostuvieron por más de un año. Ellos eran los principales usuarios del servicio, ya que representaban el 70%. En total, se estiman que eran unas 42 mil personas. Resistieron de manera pacífica, cuando nadie creía que tantas familias pobres fueran capaces de sostener esa medida durante tanto tiempo. Se las ingeniaron para llegar a sus trabajos compartiendo camionetas, taxis, coches particulares. También usaban bicicletas y muchos, recorrían varios kilómetros a pie a diario.
La protesta pacífica y masiva rindió sus frutos. En noviembre de 1956, el Tribunal Supremo de Estados Unidos declaró inconstitucional la segregación racial en los autobuses. La orden llegó a Montgomery un mes más tarde. El 21 de diciembre los negros obtuvieron el mismo derecho que los blancos.
“No tenía ni idea de lo que mis acciones podrían provocar. Cuando me arrestaron, no sabía cómo reaccionaría la comunidad. Me gustó que hicieran lo que hicieron al no subirse a los autobuses”, expresó Parks quien se convirtió en la “madre del movimiento de los derechos civiles”
Años más tarde, Rosa Parks explicó lo que sintió ese día que pasó a la historia. Dijo que no se había levantado del asiento “porque estaba cansada”. Pero ella no se refirió al cansancio físico, que seguramente lo tenía como todos los que viajaban y volvían de su trabajo, ella estaba cansada de ser discriminada, de ser tratada como una ciudadana de segunda categoría.
La vida social entre blancos y negros era prácticamente nulo. Todos los espacios estaban divididos: bares, restaurantes (si admitían afroamericanos tenían dos puertas para que no se cruzaran), cines, gimnasios, incluso no podían compartir bebederos. El contacto era evitado. El matrimonio interracial también estaba prohibido.
Conseguir la igualdad en los estados sureños, como Mississippi, Alabama, Arkansas o Georgia, de tradición esclavista (entre los siglos XVII y XIX llegaron millones de africanos encadenados hacia las plantaciones algodoneras), era lo más difícil y se vivía clima de tensión. Por un lado, los enfrentamientos y protestas de la población negra contra las injustas leyes, sumado a grupos violentos como el Klu Klux Klan, que atentaban contra sus vidas.
El 2 de julio de 1964 se promulgó una ley histórica, la de Derechos Civiles, una ley civil y laboral que fue muy importante que declaraba ilegal la discriminación y segregación racial y al año siguiente, lograron el derecho al voto, en realidad, lo tenían pero existian malas prácticas asociadas en algunos estados, restricciones tales como pago de impuestos, pruebas de alfabetización, que les impedía ejercer el derecho. Ambas leyes fueron promulgadas por el presidente Lyndon B. Johnson.
Rosa Parks murió en octubre de 2005, a los 92 años. Su muerte no pasó inadvertida. Fue velada en el Capitolio de Washington. Fue la primera mujer en recibir ese honor, y la segunda afroamericana, dentro de un reducido grupo de 28 personas.