Durante los años 80 y 90 Winona Ryder supo ser una de las actrices favoritas de Hollywood, además de ser todo un ícono de estilo. Su cara de muñeca de porcelana, su melena corta, labios rojos, jeans y campera de cuero negra y actitud desenfada eran imitados por chicas que querían “rockearla”. La actriz de Beetlejuice, El joven manos de tijera, Mujercitas, Reality Bites y La edad de la inocencia, entre otras, ocupaba mucho espacio tanto en las revistas de espectáculos, como en las del corazón. Desde 1989 hasta 1993, fue la pareja de uno de los actores más deseados del planeta, Johnny Depp, quien se tatuó su nombre en el brazo: “Winona forever”. Nadie imaginó que su carrera caería estrepitosamente, como por un abismo.
El 12 de diciembre de 2001 fue descubierta robando en la lujosa tienda departamental Saks Fifth Avenue, de Beverly Hills. Lo que escondía con disimulo sumaba 4700 mil dólares. Formaba parte de su botín un suave pullover de cashmere con la etiqueta de Marc Jacobs, que costaba 760 dólares. Las cámaras grabaron gran parte de sus movimientos, cargando fundas, que volvía a reacomodar sobre una cartera. Unos empleados aseguraron haberla visto arrancar alarmas, cortar etiquetas con una tijera y meter las prendas en una cartera. En la última etapa del recorrido, al salterarse las cajas, el personal de seguridad fue tras ella para retenerla.
Ninguno de la Generación X se olvida de ese episodio, que tuvo eco en todos los rincones del mundo con su cara hiper famosa asociada a grandes películas. En noviembre de 2002 fue declarada culpable luego de 13 días de juicio público, que le dejaron una herida profunda. Winona recibió una condena de tres años de libertad condicional, 10 mil dólares de multa, terapia psicológica y 480 horas de servicio comunitario, que cumplió en un centro de chicos ciegos y otros enfermos de SIDA.
“Tampoco fue el crimen del siglo”, expresó en una entrevista con la revista Net-A-Porter. Consideró que la repercusión en los medios fue exagerada, respecto de lo que había ocurrido. Eso sintió. Ese 12 de diciembre de 2001 marcó un antes y después en su carrera como actriz. Dejaron de llamarla, desconfiaban. Los halagos permanentes dejaron lugar a la indiferencia. Había sido cancelada. Y si bien no dejó de trabajar, ese lugar que se había ganado, dejó de pertenecerle. Filmó algunas películas, como el Cisne Negro, donde se vio un atisbo de su brillo, mientras vivía en el olvido, haciendo roles secundarios, menores.
¿Cuándo viene este tipo Tim Burton?
En una entrevista de Disney Studios LA en 2012, por su rol en Frankenweenie, se la veía profundamente emocionada por volver a ser convocada por el director Tim Burton en la que sería su tercera película dirigida por él, después de muchos años. Esta vez le pondría su voz a un personaje gótico de animación. Habló acerca de Burton y su relación única: “Lo conozco hace 25 años y le debo mi carrera. Realmente lo digo en serio. No sé si habría actuado, fue más bien un accidente para mí. Yo no estaba yendo a audiciones e intentando ser actriz. En realidad, me descubrieron en San Francisco y recuerdo que solo había hecho dos películas y pequeños papeles”, relata Winona Laura Horowitz, quien nació un 29 de octubre de 1971 en un rancho de California y fue criada por padres hippies, en una comunidad con otras familias, sin electricidad y cero televisión, lo que la convirtió en una lectora voraz.
Durante la misma entrevista cuenta que sus padres la llevaron en auto desde el norte de California, en un viaje de 9 horas. Se recuerda sentada en una silla esperando hablar con el director que la había convocado y que alguien del equipo se le acercó y tuvieron una charla de unos 25 minutos sobre música y películas. Hasta que en un momento Winona le preguntó impaciente: -“¿Cuándo viene este tipo Tim Burton?”. -“Soy yo”, le respondió. Winona quedó boquiabierta, no pensaba que un director de cine podía ser tan “cool”, y entablar una conversación de esa forma. Burton la había visto en su debut cinematográfico, Lucas (1986) y había quedado “impresionado”.
Sobre su tercer film con Burton Frankenweenie contó: “Hay películas que hacés y hablas de ellas, pero otras que realmente amás como las tres películas que hice con él. Pero con esta lloré”, expresó la actriz en un regreso donde sintió que nada había cambiado, más allá de que él en ese entonces ya era un director prolífico. “Estoy muy agradecida de ser parte de esta película en particular porque es muy personal para él y ya sabes, se trata de él y su perro. Es especial”, expresó conmovida y agradecida con quien tiene mantiene un vínculo especial.
También siente especial cariño por Michelle Pfeiffer, quien fue otra actriz de las taquilleras de la década del 80 y 90 (filmaron juntas La edad de la Inocencia en 1993). “Esto pasará”, le repetía a Winona a quien le costaba escucharla. Estaba sumergida en una pesadilla con las publicaciones en los medios durante 2001 y durante el tiempo que fue juzgada, donde decían que aparecía “drogada”. La actriz dijo que se había roto el brazo después del arresto, y se encontraba “desorientada” por la prescripción de calmantes en exceso. Que luego de esa desafortunada situación, que terminó con la revocación de la licencia del profesional, se encerró en su casa de San Francisco. “Me encerré. Tampoco me llegaban ofertas. Creo que la ruptura fue mutua”.
Pfeiffer tenía razón. Todo pasó. Pero Winona tardó más de una década en recuperar su lugar de estrella de Hollywood. Y su regreso triunfal estuvo marcado por la serie Stranger Things, que le rinde culto al cine fantástico de la década del 80 y que eligió a una de las exitosas figuras de esa década. La actriz volvió a la pantalla, esta vez chica, para brillar en su protagónico. Se trata de su primera serie que la devolvió a lo alto del podio.
La serie que comenzó en 2016 y va por su cuarta temporada, tiene al ícono de la Generación X en la totalidad de los capítulos. Actualmente, se está grabando la quinta temporada, que se cree que será la última. La adolescente rebelde y desprejuiciada que representaba en los 80s, ahora ocupa otro rol, el de madre fuerte y protectora, de una persona de cuarenta y largos. Su Joyce Byers volvió a hacerla sentir como antes, querida y admirada, como en otros tiempos pero por los jóvenes de hoy.
En una entrevista que concedió a E News por la serie, contó que la emociona cuando le preguntan por éxitos del pasado. “Es conmovedor cuando alguien me habla de Inocencia interrumpida. Cuando alguna chica joven me pregunta por Escuela de jóvenes asesinos o Mujercitas. Es muy tierno y significa mucho”. Su joven compañera de elenco, Millie Bobby Brown, Eleven, en la ficción, la joven con poderes telequinéticos, menciona a su lado, otras películas no “no tan proyectadas”, como El Crisol, con una expresión de admiración.
Además de entregarse al 100% a su interpretación, dicen los creadores de la serie, los hermanos Matt y Ross Duffer que mucho del papel de Joyce Byers lleva mucho del aporte de Winona, quien ayudó a convertirlo en “un personaje multidimensional”.
El año que viene volveremos a ver a Winona como musa de Tim Burton en Beetlejuice 2. El director que sufrió algunas huelgas casi al fin del rodaje, según el diario The Independent, se espera que se estrene el año que viene. En esta continuación, 35 años más tarde, de esta comedia terrorífica tendrá otra vez a Michael Keaton, como el excéntrico fantasma rodeado de un elenco de primer nivel, conformado por Willem Dafoe, Monica Bellucci, Catherine O’Hara y Jenna Ortega (la protagonista de la serie de Burton para Netflix, Merlina) y claro, Winona, que está de vuelta.