“Cuando sabes que el reloj está corriendo, tienes que apreciar las cosas de una manera diferente”, dijo Chadwick Boseman. La frase, perdida entre otras suyas sobre el mundo de los superhéroes de Marvel, Pantera Negra y el racismo en los Estados Unidos y Hollywood, pasó desapercibida en tiempos de escasa percepción, goces fugaces y sobreestímulos vacíos. Hasta que el 28 de agosto de 2020 el sentido de aquellas palabras asomó más claro: Boseman murió por un cáncer de colon que -se supo ese día- lo erosionaba desde hacía cuatro años. Lo había callado y combatido sin darse por vencido, sin dejar de trabajar y, sobre todo, sin prestarse al show mediático. Los mejores superhéroes son, sin duda, los más vulnerables. Si no, ¿qué valor tiene el coraje?
La muerte alcanzó al actor en su residencia de Los Ángeles, a los 43 años, en el pico de su carrera y en el peor de los mundos imaginados por él: en plena pandemia de covid, con Donald Trump en el poder. Para los demás, fue un shock inesperado. Nadie, o casi nadie, sabía que en 2016, año en que interpretó por primera vez a T’Challa, Pantera Negra, en Capitán América: Civil War”, le habían diagnosticado una tumoración colorrectal maligna, etapa 3. Desde entonces, combinó sus batallas ficcionales con las íntimas. Rodó películas como “Pantera Negra”, “Marshall”, “21 Bridges”, “Cinco sangres” (de Spike Lee) o “Ma Rainey Black Bottom”, con cirugías oncológicas y sesiones de quimioterapia. En medio del decaimiento físico, se entrenó fuertemente para filmes como “Vengadores: Infinity War” (2018) y “Vengadores: Endgame” (2019), en capoeira angoleña, boxeo Dambe, lucha zulú con palos, karate, kung-fe y jiu-jitsu. Además, se hacía tiempo para visitar el hospital infantil St Jude, donde ayudaba a niños con cáncer.
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El furor despertado por “Pantera Negra”, que en 2018 recaudó más de 1.300 millones de dólares, hizo que se convirtiera en el primer filme de Marvel nominado al Oscar a mejor película. Ese año, la revista Time incluyó a Boseman entre cien las personas más influyentes del mundo “por sus interpretaciones de héroes afroamericanos”. Tras su muerte, Michael Greene, su representante, le confesó a “The Hollywood Reporter” que Boseman sentía dolores muy intensos -a pesar de que ya recibía tratamientos paliativos-, mientras filmaba uno de sus últimos papeles, en “Ma Rainey’s Black Bottom” (2020). “Igual estaba muy emocionado por trabajar con Denzel Washington en la adaptación de August Wilson”, agregó. Carolyn, madre de Boseman, ex enfermera, lo había alentado a mantener el diagnóstico dentro de su círculo íntimo, aunque varios colegas de hijo habían notado, a esa altura, el deterioro.
Orgullo negro
El personaje Pantera Negra nació en 1966, meses antes de que la organización política Panteras Negras hiciera su aparición pública. Los creadores fueron Stan Lee y Jack Kirby, dos blancos que tres años antes habían inventado a los “X-Men”. En una sociedad discriminatoria, en tiempos efervescentes, la dupla se atrevió a presentar un superhéroe negro. El éxito fue rotundo e inmediato; desde entonces, el mundo de los semidioses de historieta abandonó la hegemonía blanca, la supremacía anglosajona. Alguna vez se le preguntó a Boseman por los superhéroes de su infancia y su juventud. Mencionó a Malcolm X, Martin Luther King, Bob Marley, Public Enemy, A Tribe Called Quest y Prince. Su sueño era interpretar a Jimi Hendrix, así que sumamos a esa lista al gran guitarrista zurdo (no hablamos de política sino de la mano que mejor usaba) muerto en 1970.
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Nacido el 29 de noviembre de 1976 en Anderson, Carolina del Sur, Boseman siempre tuvo claro su lugar en el mundo. “Crecí en el Sur. Sé lo que es ir a la escuela y tener banderas confederadas ondeando delante y detrás de mí, estar rodeado de gente con esas banderas, ser detenido por la policía sin ningún justificativo”. La adversidad fue, para él, una fuente de energía y de inspiración, y tal vez de rabia y enfermedad. “No hay nada más estresante que tu estómago gruñendo. Pero algunos de mis mejores escritos me surgieron cuando era pobre y hambriento, cuando vivía del agua y la avena”, dijo. Y también, ya en su etapa de actor consagrado, en Los Ángeles: “Cada año, Hollywood busca a ese nuevo protagonista blanco y a esa nueva estrella blanca de la que el público se enamora. Pero no busca al próximo Denzel Washington, Will Smith o Sidney Poitier”.
La muerte de la pantera
Tras la muerte de Boseman, las autoridades de Marvel decidieron que su personaje, Pantera Negra, también muriera: un modo de rendirle tributo, sin dejar de lado el sentimentalismo ni la calculadora. El resultado fue “Black Panther: Wakanda For Ever” (2022), en la que T’Challa, rey de Wakanda, sufre una enfermedad terminal que su hermana Shuri (Letitia Wright) cree que se puede curar con la “la hierba en forma de corazón”. Pero T’Challa muere antes. Más allá de la trama y las peripecias, el tema central del filme era el dolor, los modos de afrontarlo y el modo de transitar un duelo y superar la pérdida.
“Lo primero que filmamos fue la procesión fúnebre. Parecía real, demasiado real. No podíamos separar el trabajo de la pérdida de Chadwick. Estábamos desbordados de emoción. A veces, tuvimos que dejar de filmar para apoyarnos mutuamente. Fue un rodaje muy difícil a nivel anímico. Todo el proceso de hacer la película terminó siendo así”, reveló Winston Duke, quien interpretó a Baku, líder de la tribu Wakandan Jabari. Lupita Nyong, que hizo de Nakia, una espía encubierta de Wakanda, coincidió: “En algunos momentos del rodaje me sentía vacía. Estaba entumecida y muy confundida, porque era muy evidente que él se había ido. Todos sentíamos eso. Pero nos teníamos los unos a los otros para compadecernos y apoyarnos en medio de tanta tristeza. Estar juntos nos ayudó a seguir adelante. Para mí, fue muy terapéutico asumir este papel y procesar el fallecimiento de Chadwick. Me ayudó a superar mi dolor”.
Ceremonia secreta
Ryan Coogler, guionista y director de la película, había reescrito el libro original. Durante el rodaje y el estreno, usó un collar con la imagen del actor fallecido. “El filme está completamente dedicado a Chadwick. Pusimos todo nuestro amor. A él le habría gustado que continuáramos la historia. Estaría orgulloso: creo que le gustaría la película. Yo conocía bien sus gustos”, dijo. A pesar de la cercanía, en 2020 -cuando escribió la primera versión de “Black Panther: Wakanda For Ever”- no sabía lo que pasaba con Boseman. “Me di cuenta de que él estaba cansado. Había estado tratando de localizarlo durante unos días, igual que Denzel (Washington), y no lo había encontrado. Hasta que me llamó y me di cuenta de que estaba acostado. Simone, su pareja, estaba con él. Me dijo que intentaba echarla de la habitación para no tener problemas con el contrato de confidencialidad de la película pero que ella se negaba a irse. Entonces, en medio de aquellas bromas y risas, entendí que algo andaba muy mal”.
Taylor Simone Ledward, cantante de bajísimo perfil, novia del actor desde 2015, se había casado en secreto con él en 2019. La noticia se supo al mismo tiempo que la de la muerte de Boseman. La pareja, que no tuvo hijos, jamás rompió el pacto de silencio. A fines de 2020, cuando Chadwick ganó de modo póstumo el Globo de Oro a mejor actor dramático, ella pronunció un emotivo discurso vía zoom: “Él le agradecería a Dios. Se lo agradecería a sus padres. Diría algo hermoso, algo inspirador, algo que amplificaría esa vocecita que todos llevamos dentro y que nos dice que se puede seguir adelante y que uno debe hacer lo que siente”. Simone guardó silencio sobre la convalecencia de su marido, salvo cuando hablar tuvo sentido: por ejemplo, ante agrupaciones de lucha contra el cáncer de colon, en las que militó y milita en favor de los chequeos periódicos.
Los adioses
El entierro de Boseman se llevó a cabo el 3 de septiembre de 2020 en Anderson, su ciudad natal. Al día siguiente se hizo una ceremonia pública en su memoria: lo despidieron el pastor que lo había bautizado más de cuatro décadas antes y Deanne Brown-Thomas, hija del cantante James Brown, al que Boseman había interpretado en la película “Get On Up”, en 2014. Las condolencias de gran parte de las estrellas de Hollywood, y también de otros ámbitos, saturaron las redes sociales. El comunicado de la familia decía: “Chadwick fue un verdadero luchador. Perseveró a pesar de todo e hizo muchas de las películas que tanto te gustan”.
La cadena CNN mostró a Kian Westbrook, un chico de 7 años que adoraba a Pantera Negra, y que no conocía a otros personajes de Boseman. Como homenaje, el chico organizó un funeral en su casa de Florissant, Missouri. Reunió a todos los Vengadores -representados por muñecos, claro, qué más da- alrededor de una caja de zapatos en la que yacía Black Panther. Al lado, puso flores y una medallita de metal. Después de llorar, le agradeció: “Eres un ídolo para mí y para todos los chicos negros. Me demostraste que los chicos negros también podemos ser héroes”.
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