“La vida está llena de riesgos de todos modos, ¿por qué no tomarlos?”, dijo alguna vez la protagonista de Juegos de gemelas (1998). Lindsay Lohan cumplió a rajatable con su frase. Se convirtió en el centro de atención desde muy joven. Y sus escándalos siempre fueron un banquete soñado para los paparazzi.
Hazte fama…
Lindsay Dee Lohan nació en la ciudad de Nueva York, el 2 de julio de 1986, hija de Dina y Michael Lohan. Comenzó su carrera a los tres años como modelo de Ford y enseguida apareció en más de sesenta comerciales de televisión, incluidos anuncios para The Gap y Pizza Hut. Fue en algún momento la estrella más grande de su generación: actuaba, bailaba, cantaba, hacía todo bien… pero además era la fiestera más famosa del planeta.
Su reputación comenzó a dejar huellas, y en Hollywood dejaron de contratarla: era “la chica problema”. En julio del 2006, el director general de Morgan Creek Productions, James G. Robinson, envió a Lindsay Lohan una carta en la que amenazaba con iniciar acciones legales debido a su falta de profesionalismo en el set de Las reglas de Georgia (2007): “Desde el comienzo de la filmación de Las reglas de Georgia, con frecuencia llegabas tarde al set. Hoy, ni te presentaste a trabajar en todo el día. Ahora me dicen que no planeas trabajar mañana porque no te sientes bien”, decía la nota del director. Robinson no tenía dudas de qué era lo que estaba causando sus llegadas tardes, y dijo, “Somos conscientes de que tu vida nocturna es la verdadera razón de tu supuesto ‘agotamiento’. Nos negamos a aceptar excusas falsas por tu comportamiento. Si no cumples con tus compromisos de producción, [...] te haremos responsable personalmente”. Pero Lohan no aprendió la lección… o simplemente no le importó el llamado de atención.
En el 2010, una fuente afirmó a E! News que Lohan fue una total pesadilla durante su periodo en la serie Glee, afirmando que “llegaba tres horas tarde en la mañana, y cuando finalmente lo hacía, estaba de mal humor. No quería trabajar. No tenía sus líneas memorizadas, y desaparecía a cada rato para que nadie la encontrara, [...] fastidiando a todo el equipo con eso”. Lohan explicó una vez por qué surgió esta reputación, en una entrevista con Oprah Winfrey en su propia docuserie, Lindsay (2014). “Estaba tan distraída en el pasado también, que, ya sabes, no me enfocaba en eso de llegar a tiempo”.
Parece que llegar tarde no es lo peor que puede hacer Lindsay: a veces ni siquiera aparece en los camarines. En el set de Tentaciones oscuras (2013), el cineasta Paul Schrader confirmó a New York Times que Lohan no se presentó en varias ocasiones durante el rodaje. Al año siguiente, ella twitteó que estaba demasiado enferma para actuar en Speed The Plow, una obra de teatro londinense, pero al mismo tiempo en su Instagram aparecía disfrutando de la vida, y finalmente tuvo que presentarse al teatro.
Lohan también tuvo problemas para obedecer instrucciones. Mientras filmaba Tentaciones oscuras, se le pidió que mantuviera la cara al natural con un mínimo de maquillaje. Pero en cambio aparecía toda “pintarrajeada” al extremo. Un colaborador de la película comentó, “Su maquillaje parece de otra escenografía”. Tampoco es capaz de recordar los libretos durante las actuaciones en obras de teatro en vivo. Según el New York Daily News, un apuntador entre bastidores tenía que soplarle las líneas del diálogo durante el preestreno de Speed The Plow, incluso para el debut de la obra necesitó que le soplaran cinco líneas durante el mismo show. En otro episodio, MTV News reportó que cuando apareció en Saturday Night Live en el 2012, tuvieron que prepararle tarjetas de referencia para su presentación.
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¿Amiga de lo ajeno?
Otra razón por la que en Hollywood ya no la contratan se debe a su fama de adueñarse de lo que no le pertenece. En mayo del 2008, fue acusada de robar un abrigo de piel de otra chica en una fiesta. Esa misma semana, una modelo afirmó que Lohan había robado ropa de su armario por un valor de miles de dólares, entregándosela a su guardaespaldas en una bolsa. La actriz negó las acusaciones.
Al año siguiente, Lindsay visitó la sala de exposición de la diseñadora de joyas Arielle de Pinto, donde pidió prestadas varias piezas para una sesión de fotos. La compañía tomó una impresión de su tarjeta de crédito como garantía. Las piezas nunca fueron devueltas, y la tarjeta de crédito fue cancelada antes de que pudieran cobrarle. En el 2010, fue acusada de robar un Rolex de 35.000 dólares a un amigo, lo cual ella negó, a pesar de que lo llevaba puesto.
En el 2011 Lohan cumplió una condena luego de alegar que no había robado un collar de 2.500 dólares. En agosto del 2012, fue sospechosa de un robo de 100.000 dólares en joyas y relojes Rolex, pero el caso fue desestimado por falta de pruebas. En el 2013, TMZ informó que Lohan robó varias joyas y ropa del departamento de vestuario de Anger Management, y luego se justificó explicando que el valor de los artículos le sería deducido de su sueldo, un trato que las fuentes negaron haber hecho jamás. Finalmente, en el 2017, Egor Tarabasov, ex pareja de la actriz, la acusó de robarle casi 30.000 dólares de sus bienes personales.
La cárcel: su segundo hogar
Los antecedentes penales de “la tierna chica de Juego de gemelas” son casi tan largos como su currículum en pantalla, y muchos de sus arrestos se debieron a sus problemas contra el abuso de sustancias. En mayo del 2007, fue acusada de conducir bajo la influencia de estupefacientes. En julio del mismo año, fue arrestada nuevamente por sospecha de conducir alcoholizada, con la licencia suspendida y por posesión de cocaína. Como resultado, pasó 84 minutos en la cárcel tras declararse culpable del delito menor de consumo de cocaína.
Lohan fue puesta en libertad condicional por tres años a partir de su arresto en julio del 2007, pero en octubre del 2009, su derecho fue extendido un año más para permitirle completar un programa de educación sobre el alcohol. En mayo del 2010, la libertad condicional de Lindsay fue revocada luego de que faltara a una cita en la corte por asistir al Festival de Cannes. Al final, pagó 100.000 dólares y quedó libre. Días después, le pusieron un brazalete que controlaba el alcohol y le ordenaron someterse a pruebas de drogas al azar. Un mes más tarde, el brazalete se activó en una fiesta de los MTV Movie Awards, entonces fue acusada de violar su libertad condicional y sentenciada a 90 días de cárcel, aunque sólo cumplió dos semanas. “Tan aterrorizada y tan asustada como estaba, finalmente sentí que no tenía que responder ante nadie, no tenía que hacer nada por nadie”, dijo a la prensa. Luego, en septiembre del 2010, la actriz volvió a caer cuando se encontró cocaína en su organismo. Fue sentenciada a la cárcel y, días después, llevada a rehabilitación.
Las sentencias de Lindsay continuaron, esta vez por el presunto robo del collar de 2.500 dólares en el 2011, y Lohan fue condenada a 120 días en la cárcel del condado, seguidos de 480 horas de servicio comunitario. Aunque una vez más, debido a la superpoblación en la cárcel, la joven fue liberada luego de un mes, y se le ordenó cumplir el resto de la sentencia bajo arresto domiciliario. En octubre del 2011, su libertad condicional fue revocada luego de que no cumpliera con el servicio comunitario requerido.
En marzo del 2012, Lindsay fue acusada de haber rozado a un coche fuera de un club nocturno de Hollywood y de haber escapado de la escena, pero los fiscales no presentaron cargos debido a la falta de pruebas, y casi lo mismo volvió a ocurrir seis meses después con un resultado idéntico. En noviembre de ese año, fue arrestada supuestamente por golpear a una mujer en una disco de Nueva York. Horas después del arresto por agresión, Lohan fue acusada de tres delitos distintos, todos ellos derivados de un accidente automovilístico ocurrido en junio del 2012 en California, en donde hipotéticamente mintió a la policía y dijo que no era ella la que conducía el automóvil, sino su asistente.
Una larga lista de amantes
En 2014, la revista In Touch publicó una lista, escrita con la letra de Lindsay Lohan, que expone a 36 de sus famosos amantes. Entre las docenas de superestrellas nombradas se encuentran Adam Levine, Zac Efron, Ashton Kutcher, Justin Timberlake, Joaquin Phoenix y el fallecido Head Ledger.
“Se reían y hablaban tonterías sobre la gente de la industria”, dijo a In Touch una fuente que vio cómo Lindsay anotaba nombre tras nombre en el Hotel Beverly Hills el 30 de enero de 2013. “Era su lista de conquistas personales”, explicó el informante. “Estaba tratando de impresionar a sus amigos [con la lista] y luego la tiró a un lado”.
Según In Touch, Lindsay frenaba a pensar a veces, “como si tuviera que recordarse a sí misma quiénes eran”. Otros que figuran como amantes de Lohan son Colin Farrell, James Franco, Evan Peters (American Horror Story) y Wilmer Valderrama (That ‘70s Show). “Ese es el pasado”, mencionó la actriz según el medio.
Parece que las figuras más polémicas quedaron bajo llave: “La lista tiene algunos nombres bastante importantes, y no todos son hombres solteros”, reveló una fuente de la industria a In Touch. “Lo que podría sacudir varias relaciones de Hollywood hasta la médula”. Lo que sí es seguro es que Lindsay supera los 150 amantes en sus 37 años de vida, según sus propios dichos.
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Dubai, ¿el paraíso de la rehabilitación?
En 2014, la estrella de Chicas pesadas (2004) abandonó Estados Unidos y se fue a vivir a Dubai. En una entrevista con David Spade, Lohan dijo que vivió en los Emiratos Árabes Unidos por seis años y que la primera vez que fue a Dubai fue en el 2008. Hay varios aspectos de la ciudad que atrajeron a la actriz, y cita un grupo de apoyo femenino cercano como uno de ellos. “Es un lugar grande para las activistas femeninas [...] Las mujeres tienen una comunidad fuerte”, explicó la actriz a W Magazine.
Lohan expandió su marca desde que se mudó al extranjero y abrió clubes nocturnos en varios lugares, incluyendo Mykonos y Atenas. Un subproducto sorprendente del traslado de Lohan a Oriente Medio es que la acercó a los miembros de su familia, incluido su padre Michael Lohan, con quien tuvo muchos problemas en el pasado. Durante una entrevista en The Howard Stern Show, reveló, “Estamos todos en contacto [...] Sólo me costó ir a Dubai”.
La ex estrella de Disney parece haber encontrado por fin la paz en territorio árabe. Después de pasar casi toda su vida ante las cámaras, la actriz deseaba cambiar de aires. En el 2018, reveló que disfrutaba de cómo el foco de las conversaciones no se centraba en la vida de los famosos en Dubai, como dijo a Emirates Woman, “Mudarme aquí fue un nuevo comienzo [...] Se escucha más sobre la actualidad real en lugar de los chismes de las celebridades, lo que realmente aprecio”. De hecho, evitar el juicio público fue uno de los principales factores que motivaron la decisión de la cantante, “Me mudé aquí con ese propósito; no tengo que ser vista públicamente todo el tiempo, ni hablar de lo que estoy haciendo”, se sinceró con Emirates Woman.
Además, admitió en una charla con W Magazine, “Hay una cierta calma que encuentro [en Dubai]. No hay paparazzi, ni cámaras; eso es algo importante para mí”. En definitiva, la serenidad que Lohan encontró desde que se mudó a Oriente le permitió ser más productiva. La estrella de Un viernes de locos (2003) le dijo a Emirates Woman, “Consigo hacer más cosas porque no tengo el escrutinio y la fijación en lo que estoy haciendo cada segundo. Trabajo todo el tiempo; mi mente nunca se detiene”.
Cuando celebró sus 34 años publicó un vídeo hablando sobre crecimiento personal. “Lo afortunados que somos todos por tener simplemente a la gente que nos rodea y a las personas que amamos en nuestras vidas y que lo simple es la clave”. Lohan cambió su estilo de vida viviendo en el extranjero, y eso incluyó la exploración espiritual. Aunque a principios del 2017, causó revuelo cuando visitó Estados Unidos sosteniendo el Corán, lo que despertó especulaciones sobre si se había convertido al Islam. Durante un Facebook Live con Mail Online, habló de su posible conversión religiosa y reveló que tenía afinidad con la fe, “Estudié el Corán por un tiempo [...] Es un proceso para convertirse en cualquier cosa [...] Es una religión hermosa y soy una persona espiritual [...] No puedes convertirte rápido a una religión”.
Su estadía en Dubai parece haberla rehabilitado y, si finalmente vuelve a vivir a Estados Unidos, ya no va a estar sola: Lindsay gritó a los cuatro vientos a finales de 2021 que estaba comprometida con Bader Shammas -un banquero y empresario un año menos que ella, de ascendencia libanesa-, escribiendo, “Mi amor. Mi vida. Mi familia. Mi futuro”. La pareja compartió más de dos años de noviazgo hasta que en julio de 2022 decidieron casarse en secreto; ella posteó en su Instagram para anunciar su matrimonio, “La mujer más afortunada del mundo. Me encontraste y supiste que quería encontrar la felicidad y la gracia, todo al mismo tiempo. Alucino con que seas mi marido. Todas las mujeres deberían sentirse así en su vida”. Y en marzo del 2023, Lohan hizo el anuncio del bebé en camino, con un tierno mensaje en su Instagram que, según TMZ, será varón.
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