Natasha Richardson, el amor eterno de Liam Neeson y su trágica muerte a los 45 años

Se enamoraron mientras estaban con otras parejas, se separaron y formaron una hermosa familia. Pero justo cuando estaban en lo mejor de sus vidas llegó la muerte prematura de la actriz. Sin siquiera sospecharlo, Richardson citaba a menudo las tragedias y la finitud de su vida, ¿premonición o destino?

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Natasha Richardson y Liam Neeson
Natasha Richardson y Liam Neeson

“Me despierto todas las mañanas sintiéndome afortunada, lo que sin duda es impulsado por el miedo, ya que sé que todo podría desaparecer”, auguró Natasha Richardson en una entrevista con The Telegraph en febrero de 2003, como un presagio a lo que vendría en apenas seis años. Tenía todo para ser feliz, pero la muerte la encontró temprano y de un modo repentino.

Dinastía de actores

Natasha James Richardson nació el 11 de mayo de 1963 en Marylebone, Londres, una zona residencial elegante, ubicada alrededor de boutiques independientes y los restaurantes más finos de la ciudad. Proviene de una de las dinastías artísticas más importantes de Gran Bretaña. Su madre es la actriz Vanessa Redgrave y su padre era el cineasta y productor Tony Richardson. Ya que la actuación estaba en su ADN, decidió seguir los pasos de su sangre y comenzó su carrera de actriz cuando tenía sólo 4 años, en La última carga, una película dirigida por su papá, en la cual aparecía como cortejo de una novia. Natasha disfrutó tanto actuar que era la primera en despertarse en su casa e iba corriendo a la habitación de su padre a despertarlo, exigiéndole que la llevara rápido al estudio. Declaró, ya de adulta, sobre su suerte de nacer en una familia de actores, “Es de gran ayuda ser hija de padres famosos; las puertas se abren sólo por curiosidad, y después de conseguir un trabajo, tienes la inspiración de su ayuda y su propio trabajo”.

Sin embargo, en su juventud se notaban sus inseguridades, posiblemente como resultado del divorcio de sus padres cuando Natasha tenía tres años, y una infancia en la que ella y su hermana menor, Joely, fueron transportadas entre una madre obsesionada por la política y un padre que estableció estándares increíblemente altos.

El tiempo, o posiblemente el matrimonio y los hijos, parecieron transformar a Richardson de una niña infeliz que solía esconderse detrás de una melena castaña y sólo interpretaba los papeles más sombríos -como el rol principal en Patty Hearst y la víctima de violación en Entre la furia y el éxtasis-, en una mujer segura de sí misma con una excelente sincronización cómica, a quien no parecía preocuparle el paso del tiempo.

Natasha Richardson con su madre, la actriz Vanesa Redgrave (AP)
Natasha Richardson con su madre, la actriz Vanesa Redgrave (AP)

Flechazo sobre las tablas

Una vez que su carrera comenzó, ya no paró. Así fue como en 1993 Natasha Richardson, de 29 años, y el actor irlandés Liam Neeson, de 41, se conocieron en un escenario mientras ambos protagonizaban Anna Christie, en Broadway. Enseguida, sintieron una atracción instantánea; su química en el escenario fue innegable y les valió interminables elogios de la crítica, tanto, que ambos fueron nominados a los premios Tony. Años después Liam dijo, “Nunca había tenido ese tipo de situación de química explosiva con un actor o actriz. Tuvimos este maravilloso tipo de baile; baile libre en el escenario todas las noches”, comentó Neeson y comparó su conexión con Fred Astaire y Ginger Rogers.

Pero había un tema no menor: Natasha estaba casada hacía tres años con el productor Robert Fox, aunque en ese momento su matrimonio aparentemente estaba en crisis. Entonces, los protagonistas de Anna Christie pronto estuvieron en boca de todos. Numerosos informes sensacionalistas invadieron los medios con rumores de que Richardson y Neeson tenían una aventura. Ella admitió que no fue un momento fácil cuando se conocieron pero se había enamorado perdidamente del irlandés.

Richardson estaba con Fox hacía ocho años, desde que tenía poco más de veinte, y había sido madrastra de sus tres hijos, cuando ella misma era poco más que una adolescente. “Miro hacia atrás y creo que era muy joven para asumir tanto”, dijo, “pero estaba enamorada de Robert y nos hacíamos reír. En ese momento, debido a que mis padres se habían separado, no lo hice. No sentía que el matrimonio fuera necesariamente algo para toda la vida, ni tampoco, porque siguieran siendo amigos, veía el divorcio como necesariamente un fracaso y una miseria”, explicó la actriz. “Pensé que era perfectamente normal y correcto que la gente se casara durante algunos años y luego se separara si no funcionaba”.

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Natasha Richardson cuando estaba casada con el productor Richard Fox (Grosbygroup)
Natasha Richardson cuando estaba casada con el productor Richard Fox (Grosbygroup)

Unos meses después de que la obra de teatro que compartían Richardson y Neeson saliera de cartel, el matrimonio de Natasha con Fox terminó oficialmente. Pero su amor con Liam aún tenía algunos obstáculos que superar, ya que en ese momento el actor tuvo que viajar a Polonia para grabar la película La lista de Schindler. Aunque esto no fue inconveniente para el irlandés: cuando Natasha cumplió 30 años él le envió una nota que simplemente decía, “Me estás alcanzando. Mucho amor, Oskar”, firmando como su personaje en la película que estaba rodando sobre el Holocausto. Sin embargo, Natasha no encontró nada romántico el mensaje; no contenta con lo que le mandó su pretendiente, le respondió, “Esto es como una carta de un amigo. ¿Cuál es nuestra relación?”. Sorprendentemente esa respuesta le encantó a Liam y en ese momento supo que amaba a esa mujer, y correspondió a sus sentimientos por completo.

Un ultimátum a James Bond

“Creo que no hay nada que no harías por alguien a quien amas. Eso es lo que aprendí... cuando te das cuenta no importa. Cuando amas a alguien, haces todo eso por ellos”, expresó en vida Natasha. Un pensamiento totalmente acorde con su insólito pedido a Liam, en aquél momento su prometido.

Recientemente Neeson reveló que su difunta esposa se negó a dejarlo audicionar para el papel de James Bond. La perspectiva de Neeson interactuando con las chicas Bond llevó a Natasha Richardson a dar un ultimátum: matrimonio o 007.

En ese momento, en 1994, la pareja estaba comprometida y trabajaba en Nell, una película de Hollywood. En una entrevista con Rolling Stone, Neeson dijo que Barbara Broccoli, la productora de Bond, se le había acercado para suceder a Timothy Dalton. “Conozco a Broccoli. Vio a un grupo de actores. Recién había salido La Lista de Schindler y Bárbara me había llamado un par de veces para preguntarme si estaba interesado y le dije, ‘sí, me interesaría’”, contó Neeson a The Telegraph. “Y luego mi encantadora esposa, que Dios la tenga en su gloria, me dijo mientras filmábamos Nell en las Carolinas, ‘Liam, quiero decirte algo: si interpretas a James Bond, no nos vamos a casar’. Ella me dio un ultimátum de James Bond. ¡Y lo decía en serio! Vamos, hay todas esas hermosas chicas en varios países metiéndose en la cama y levantándose de la cama. Estoy seguro de que gran parte de su toma de decisiones se basó en eso”.

Luego quedó un guiño en la intimidad de la pareja: Liam hacía reír a Natasha tarareando el tema de Bond y haciendo con su mano el típico gesto en forma de arma para recrear la famosa pose de los títulos iniciales de la película. El papel finalmente fue para Pierce Brosnan. Y ese mismo año, Neeson y Richardson dieron el gran paso.

Neeson y Richardson se casaron el 3 de julio de 1994 (AP)
Neeson y Richardson se casaron el 3 de julio de 1994 (AP)

Boda y amor eterno

Todo fue tan rápido como intenso entre ellos. La pareja se casó el 3 de julio de 1994, a poco más de un año de conocerse, y fue el actor Franco Nero, actual marido de la madre de Natasha, quien la “entregó” en su boda con Neeson. Al año tuvieron a su primer hijo Micheál (27), y 14 meses más tarde nació Daniel (26), el segundo hijo del matrimonio. Se mudaron a Millbrook, Nueva York, y educaron a sus niños en el catolicismo.

Natasha y Liam eran conocidos en el ambiente por ser “amigueros” y excelentes anfitriones. Tasha -como la llamaban sus íntimos- era una cocinera consumada, famosa por las lujosas cenas que organizaba regularmente junto a su esposo en su propiedad en el norte del estado de Nueva York. Los comensales habituales a su mesa eran celebridades como Ralph Fiennes y Meryl Streep, íntima amiga de la actriz. También Mia Farrow los visitaba frecuentemente; Natasha fue madrina de dos de los hijos adoptivos de Farrow.

Mientras, la carrera de ambos transcurrió siempre en crecimiento: ambos eran exitosos y podían darse el gusto de aceptar o rechazar ofertas a su gusto. Corría el año 2003 y Richardson decía de forma dramática en una entrevista, “Mi vida en Nueva York está a punto de convertirse en un infierno”. Una declaración que confundió al público. ¿Se había peleado con Jennifer Lopez en el set de su nueva película, Sueño de amor? Pero no, era su afición por los cigarrillos largos y delgados lo que, según ella, estaba a punto de arruinar su vida. “Desde finales de este mes, prohibirán fumar en los bares y restaurantes de Nueva York”, aclaró, seguramente haciendo una de sus típicas muecas elocuentes que la convirtieron en un éxito en la comedia Juego de gemelas. “Pero no importa porque, ese día, empiezo a trabajar aquí”, dijo refiriéndose a su ciudad natal, Londres.

Natasha siempre luchó por ser reconocida por quién era. Según la prensa británica, sus padres y su esposo son sujetos que los entrevistadores debían evitar: aunque los mencionaba con frecuencia y cariño, odiaba que la conozcan como “hija de” o “esposa de”. De hecho, cuando no le gustaba una pregunta de un periodista, la rechazaba con una carcajada. Sólo en el tema de la actuación, su “vocación”, mostraba en parte la seriedad de su madre.

Tenía una belleza simple, y nunca se esforzó demasiado por su parte estética; la naturaleza la había dotado con un cuerpo esbelto y proporcionado. “Es muy triste ver a la gente hacer todo lo posible para mantenerse joven”, se sinceró en una nota a The Telegraph. En verdad, sus mejoras estéticas se limitaron a arreglarse los dientes, gastar una fortuna en un dermatólogo y tener un entrenador personal, “porque no haría nada de ejercicio si alguien no me estuviera apuntando con un palo”, contaba cada vez que podía.

Dado que a Neeson no le importaba que su mujer engordara, cuando estaba embarazada, Natasha contó que se hizo fan de los helados y las papas. “Engordé 36 kilos en cada embarazo”, contó relajada. “Pero desde que bajé, y me puse en la piel de Sally Bowles en Cabaret, me he sentido mucho más a gusto con mi cuerpo y, supongo, con mi sexualidad”. Natasha se sentía segura y, sobre todo, amada por su hombre así que nada podía salir mal. “Solía necesitar que todo fuera absolutamente perfecto, pero ahora puedo pensar: ‘Si el pavo está demasiado cocido, es una verdadera lástima, pero ahí lo tienes’”.

Richardson odiaba que la trataran como "la hija de" o "la esposa de". De a poco hizo sólido su nombre en el mundo del cine y el teatro (Grosbygroup)
Richardson odiaba que la trataran como "la hija de" o "la esposa de". De a poco hizo sólido su nombre en el mundo del cine y el teatro (Grosbygroup)

En una entrevista Natasha se refirió a la diferencia entre su primera y sus segundas nupcias. Y dejó ver que con Fox -11 años mayor que ella- tenían una relación más de hermano/hermana que de amantes. En cambio, con Neeson no fue fraternal en lo más mínimo. Comenzar de nuevo fue “extraño”, dijo, “pero creo que tenemos muchas vidas, no solo una. Ciertamente he tenido tres o cuatro vidas diferentes”, expresó en otra de sus llamativas declaraciones.

La muerte de su padre fue sin duda uno de esos momentos en los que sintió tener que recomenzar, pero también hubo otros, de los que casi no podía hablar. “La primera vez fue justo después de que naciera nuestro segundo hijo. Liam tenía que ir a un festival de cine en Venecia y yo estaba en casa, amamantando a nuestro hijo de dos días, cuando empecé a recibir mensajes de que estaba muy enfermo de un intestino obstruido. Lo llevaron en una ambulancia acuática al hospital de Padua justo a tiempo. Otra hora y habría muerto”, contó afligida en una entrevista.

La segunda ocasión, en 2001, la llamó “el peor momento de mi vida”. Estaba filmando en Canadá cuando Neeson salió de su casa en el norte del estado de Nueva York para comprar muffins y su moto chocó con un ciervo. Una vez más, tuvo suerte de escapar de la muerte, pero sufrió múltiples lesiones, incluida una pelvis aplastada. “Me despierto todas las mañanas sintiéndome afortunada, lo que sin duda es impulsado por el miedo, ya que sé que todo podría desaparecer”, dijo conmovida a la prensa británica.

Y siguió explayándose sobre su vínculo con el irlandés, “Mi actitud hacia el matrimonio ahora es que he hecho mi elección y quiero apegarme a eso, siempre. Las relaciones pueden ser demasiado desechables, especialmente si estás constantemente buscando la gran noción romántica de cómo dos personas deberían estar juntas. Ahora sé que no funciona así. Tienes momentos increíblemente felices y tienes momentos muy difíciles, y los superas. Si estuvieras con otra persona, tendrías el mismo conjunto de problemas o un conjunto diferente”. Y según Cassandra Jardine, periodista de The Telegraph, finalmente cerró su declaración con una confesión que, conociendo el triste final, da escalofríos, “Espero mucho”, dijo, golpeando la mesa de madera, “estar casada con Liam para siempre”.

Natasha Richardson con sus hijos Michael y Daniel
Natasha Richardson con sus hijos Michael y Daniel

Cronología de un día trágico

Curiosamente, Natasha Richardson había mencionado en varias entrevistas la propensión de su esposo a sufrir accidentes casi letales y, su constante inquietud de tener un marido que, según ella, “vive al borde de la muerte”. Desgraciadamente, el pálpito de la actriz tuvo algo de realidad, con la abismal distancia que la que sufriría la tragedia en carne propia sería ella misma.

En 2009 Natasha acompañó a Liam a Canadá mientras él filmaba una película. Sus hijos de 13 y 12 años quedaron en Nueva York al cuidado de sus nannys. En la espera, ella decidió ir al centro de esquí Mont Tremblant, a 130 km de Montreal, para relajarse y al mismo tiempo aprender un nuevo deporte. El 16 de marzo estaba con un instructor tomando una clase privada para principiantes y, de pronto, se resbaló y se golpeó la cabeza. No llevaba casco ni protección. En ese momento parecía estar todo bien, hasta bromeó sobre la caída. De hecho, se sintió lo suficientemente repuesta como para rechazar la asistencia médica y no le dio mayor importancia. Incluso llamó a su esposo para contarle que se había caído.

Por protocolo, una patrulla del resort donde paraba la instó a buscar asistencia médica. A las 12.43 horas llamaron a los paramédicos del lugar y a una ambulancia. Luego la trasladaron en trineo a la enfermería del lugar. Sin embargo, como Natasha aseguró sentirse bien, la ambulancia se retiró. La actriz tampoco quiso permanecer en la enfermería, por lo tanto a las 13.10 horas firmó los documentos de salida y regresó al hotel.

Pero una hora después comenzó a descompensarse y tener un fuerte dolor de cabeza. La molestia era tan intensa que a las 14.59 horas los paramédicos recibieron una segunda llamada de ayuda. Una ambulancia apareció en el hotel exactamente 10 minutos más tarde. Natasha aún estaba consciente pero mostraba señales que hicieron que los profesionales llamaran inmediatamente al departamento de hematología del Centre Hospitalier Laurentien, en Sainte-Agathe-des-Monts, Quebec, a donde luego la llevaron. Durante el traslado perdió el conocimiento y, al llegar al hospital, su estado se deterioró rápidamente.

Fuentes médicas dijeron que las tomografías computarizadas de su cerebro revelaron un desgarro en la arteria temporal, en el lado izquierdo del cerebro, por lo que tuvo que ser trasladada de urgencia esa misma noche a la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) en el Hôpital du Sacré-Coeur en Montreal, donde le administraron esteroides para reducir el sangrado pero los escáneres mostraron que su nivel de de actividad cerebral era mínima. Los médicos la operaron para eliminar el coágulo de sangre pero poco después sufrió un derrame cerebral devastador, cuando el desgarro de la arteria se ensanchó la pusieron en una máquina de soporte vital.

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Liam Neeson recibe las condolencias en la despedida a su esposa, Natasha Richardson, que murió hace 14 años en un insólito accidente de esquí REUTERS/Patrick Andrade
Liam Neeson recibe las condolencias en la despedida a su esposa, Natasha Richardson, que murió hace 14 años en un insólito accidente de esquí REUTERS/Patrick Andrade

En ese momento, su marido se encontraba rodando la película Chloe en Toronto. Neeson viajó enseguida para estar al lado de Natasha pero cuando llegó ya era demasiado tarde… los médicos ya habían declarado a su mujer con muerte cerebral. Liam se acercó a su adorada esposa, le dijo que la amaba y luego se despidió de ella, “Cariño, no vas a volver de esto. Te golpeaste la cabeza. No sé si puedes oírme pero eso es lo que está pasando y te llevamos de vuelta a Nueva York donde toda tu familia y amigos vendrán”. Al día siguiente, a pedido de su familia, Natasha fue trasladada en un jet privado al Hospital Lenox Hill en Manhattan, donde le quitaron el soporte vital.

En una entrevista con Anderson Cooper para 60 Minutes, Neeson afirmó que él y Richardson se habían hecho un pacto un tiempo atrás, en el cual si alguno de los dos entraba en estado vegetativo, se desconectarían. Así que cuando el irlandés la vio y observó todos esos tubos que la conectaban a la vida, ese fue su pensamiento inmediato. El actor cumplió su promesa y el 18 de marzo de 2009 Natasha Richardson dejó este mundo a los 45 años.

Liam contó que fue la decisión más difícil y el peor momento de su vida. Tras su muerte se donaron sus órganos: su corazón, sus riñones y su hígado, actualmente mantienen con vida a tres personas. El 22 de marzo se realizó el funeral con una ceremonia privada para luego ser enterrada en el cementerio de St. Peter en Lithgow, Nueva York, junto a su abuela materna, la actriz Rachel Kempson. La familia pidió que en lugar de flores se hicieran donaciones a amfAR, la fundación para la investigación del SIDA de la que Natasha formaba parte del consejo de administración, desde 2006. La actriz fue una importante activista en su lucha contra la enfermedad, ya que su padre falleció por complicaciones relacionadas al SIDA, en 1991. Ella sirvió activamente en la junta de más de cinco organizaciones benéficas contra la enfermedad y realizó diferentes esfuerzos para recaudar fondos.

Micheál Richardson y su padre, Liam Neeson en 'Made In Italy', película de 2020. El joven cambió su apellido por el de su madre como homenaje a ella
Micheál Richardson y su padre, Liam Neeson en 'Made In Italy', película de 2020. El joven cambió su apellido por el de su madre como homenaje a ella

Luego de su muerte, Liam Neeson confesó haber padecido una profunda depresión que lo llevó a la adicción por el alcohol. Años después se recuperó, logrando continuar con su carrera cinematográfica. Admitió que usó el trabajo como una forma de superar los años posteriores al fallecimiento de su mujer. La familia de Richardson fue un gran sostén para el actor de La lista de Schindler, “La madre de Natasha, Vanessa [Redgrave], y su hermana [Joely Richardson], se mudaron, y yo tuve una asistente maravillosa, Joanna… La gente simplemente vino a ayudar, ¿sabes? A lo grande. Y nunca, nunca lo olvidaré”, explicó agradecido a The Telegraph. “Recuerdo haber llamado a mi agente y decirle, ‘No me importa lo que sea. Tomaré cualquier cosa. Tengo que trabajar. Tengo que pagar facturas. Tengo que mantener unida a la familia’. Por suerte, entró trabajo”. Llegó a filmar más de 34 películas en 9 años, luego de la muerte de su amada Natasha.

En el momento de su muerte, Natasha se estaba preparando para protagonizar una reposición de Broadway de ‘A Little Night Music’ con su madre, Vanessa Redgrave. Su hijo mayor, Micheál Neeson, cambió su apellido de Neeson a Richardson en su honor, nueve años después de su trágica muerte. El joven había pasado por adicciones, a los 15 años de tanta tristeza entró al mundo de las drogas, contó que llegó a tocar fondo pero afortunadamente todo esto quedó atrás, y ahora Micheál se está haciendo un lugar en el mundo de la actuación; en el 2020 protagonizó junto a su padre Made in Italy.

El deseo de Richardson, que en paz descansa hace 14 años, de permanecer casada con Neeson para siempre parecería continuar vigente, ya que el irlandés desde su viudez nunca más volvió a enamorarse, y cada vez que menciona a su difunta y amada esposa, puede verse claramente en sus ojos que esta vez el amor sí es para siempre.

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