Britney Spears vivió toda su vida adulta en el centro de atención. Cuando su carrera recién comenzaba nadie imaginaba que pocos años después seríamos testigos de rebeldías, denuncias, internaciones y otros momentos que determinaron la caída de quien llegaría a ser mencionada como la sucesora de Madonna. A finales del 2020, muchos se preocuparon por su bienestar mental. Luego de grandes batallas, la calma parece haber llegado a su vida. Esta es la trágica y resiliente historia de Britney.
Nacida para brillar
Britney Jean Spears nació el 2 de diciembre de 1981 en McComb, Misisipi, Estados Unidos, pero se crió en Kentwood, Luisiana. Es la segunda hija de Lynne Irene Bridges y James Parnell Spears. Su familia es de ascendencia inglesa por parte de su abuela materna, que nació en Londres, y linaje maltés por la otra parte.
Desde pequeña su talento era imposible de negar. A los tres años, Britney comenzó a asistir a clases de baile en su ciudad y fue seleccionada para realizar un solo en el recital anual. Durante su infancia, concurrió a clases de gimnasia y de canto, y ganó varios concursos a nivel estatal y en programas para niños talento. Spears hizo su debut en los escenarios locales a los cinco años, cantando What Child Is This?, en su graduación de preescolar. “Yo estaba en mi propio mundo. Me enteraba de lo que debía hacer a una edad temprana”, comentó en alguna ocasión acerca de su ambición de niña.
A los seis años, Spears y su madre Lynne viajaron a Atlanta, Georgia, para una audición del programa The All New Mickey Mouse Club. El director de casting la rechazó por ser demasiado joven para unirse a la serie en ese momento. En 1992, Britney con once años realizó una segunda audición para la sexta temporada del mismo show, donde finalmente fue aceptada. El programa se estrenó con gran éxito en el que Spears fue una Mouseketeer presentadora de sketches de comedia y de múltiples canciones en vivo junto al elenco. Ahí conoció a las futuras estrellas pop Christina Aguilera y Justin Timberlake, y a los futuros actores Ryan Gosling y Keri Russell.
No fue hasta mediados de 1997 que Britney comenzó a trabajar en su carrera profesional. Después de estar en tratativas para unirse a un grupo pop, el entorno de la cantante decidió enviar un demo profesional a cuatro discográficas para ser lanzada como solista; tres de ellas la rechazaron argumentando que el público quería escuchar a grupos como Backstreet Boys o Spice Girls. Sólo una discográfica apostó por quien sería una de las artistas más vendidas de todos los tiempos a nivel mundial.
En la cresta de la ola
A finales de 1998 salió el corte Baby One More Time, el debut de Britney Spears que se convirtió en número uno en más de 20 países, y que la posicionó como una de las pocas artistas femeninas con ese logro.
En enero de 1999 lanzó su primer álbum del mismo título, con una lista de canciones que pasaban desde el pop hasta las baladas. Todos los singles promocionales del disco lograron alcanzar el puesto más alto en las listas a nivel internacional, rompiendo cada vez más y más récords. En ese mismo año la cantante se embarcó en su primera gira norteamericana que duró cuatro meses. El éxito de Britney desencadenó el surgimiento de varias cantantes jóvenes, como Christina Aguilera con quien sería rivalizada constantemente por los medios.
Por su parte, Spears se convirtió en una súper estrella solicitada por innumerables revistas y en la cantante más joven en lograr tantos reconocimientos. En el 2000 recibiría sus primeras dos nominaciones a los Premios Grammy. Algunos pronosticaron que su arrollador éxito era un fenómeno aislado que no perduraría en la taquilla. Sin embargo, cuando presentó su segundo álbum de estudio Oops! I Did It Again, su imperio no hizo más que expandirse. Con este disco logró por primera vez una gira internacional que llegó a Europa y Latinoamérica. Mientras sus canciones no paraban de sonar en la radio, el sencillo promocional se convirtió en uno de los más vendidos de la década.
Trauma infantil
“Hay muchas cosas que la gente no sabe de mí y que quiero que conozcan”, explicó Britney a la revista People, exponiendo que estaba encantada cuando sus padres, Lynne y James Spears, se divorciaron en el 2002. “Es lo mejor que le ha pasado a mi familia. Yo he querido que esto suceda desde hace 10 años”.
The Mirror comunicó que el padre de la cantante tenía problemas de alcoholismo. El hermano de James Spears, Willie, le aseguró al medio que solía emborracharse y pelear con Lynne y que una vez “intentó fugarse en auto con Britney”, después de una discusión. Al parecer, Lynne solicitó el divorcio y pidió una orden de protección contra su marido después de que ella invocara que él la engañó en diciembre de 1979, pero la solicitud de divorcio fue luego retirada. Las fuentes dijeron a The Mirror que Britney actuaba para escapar de su problemática vida familiar. Su ex novio Adnan Ghalib contó a The Sun: “Su infancia se centró en convertirse en una estrella y siento que está decidida a dar a sus hijos una infancia real, a diferencia de la que ella tuvo”.
En alguna ocasión, se supo que el padre de la cantante había declarado: “Mi hija va a ser tan rica que me va a comprar un barco”.
La presión de agradar
Cuando Spears no ganó el Grammy a la Mejor Artista Revelación en el 2000, se sintió dolida, en gran parte porque quería complacer a sus padres. Ella aseguró para Rolling Stone: “Mi mamá quería que ganara y mi papá también. Me sentí triste por defraudarlos. Luego hablé con ellos y estaban preocupados por mí. Mi madre me dijo ‘Cariño, no importa si ganas o no. Te quiero’”.
Britney también manifestó que solía sentirse sola y dividida entre su educación en Kentwood, Luisiana, y su vida en Hollywood, y sostuvo que agradecía que le recordaran siempre que era muy joven en ese entonces, “Me hace sentir bien cuando la gente se da cuenta de que sólo soy una niña porque a veces esperan demasiado de mí”.
La incomodidad de Spears con la fama no desapareció con el tiempo. En el 2013 reveló que creía que prosperaba bajo presión, pero que se sentía “alejada del público” cuando era constantemente acosada por los paparazzi. También declaró, “Soy una persona tímida, no estoy hecha para esta industria. No es algo que sobrelleve muy bien”.
Exceso de trabajo
En su perfil de Rolling Stone del año 2000, se reveló que Spears tenía “una hora de tranquilidad programada” cada día. Una amiga de la cantante declaró para Rolling Stone en 2008 que parte de su colapso público se debió a que nunca tuvo tiempo para aprender quién era. “Durante años, todos manipularon a Britney. Si un día no quería salir de su trailer, la discográfica se dirigía a mí y me decía, ‘Por favor, habla con Britney, asegúrate de que actúe y si haces esto te llevaremos de compras. Ahora es su momento de actuar’”.
Otra amiga anónima señaló que, cuando se hablaba de dar un descanso a Spears, “la industria siempre salía ganando”. Su amiga mencionó que el equipo de Britney era tan controlador que hasta elegían su ropa interior y su brillo de labios para mantener su imagen sexualizada pero virginal.
En el 2002, Spears le dijo a Rolling Stone que quería tener la libertad para ir a Starbucks y cargar su propia gasolina, sin asistentes ni guardaespaldas, y añadió, “Supuestamente ahora voy a descansar por seis meses, pero tal vez no lo haga. El descanso es para estar fuera del ojo público y no verme en televisión porque estoy harta de mí misma. No puedes estar siempre ahí afuera, ¿sabes?”
Dos años antes, declaró, “Mi ansiedad era una locura. Tal vez ahora simplemente soy mayor, pero necesito tener tiempo de inactividad, sólo para mí o me volveré loca”.
Su primer desamor
El tiempo pasaba y la prensa se interesaba cada vez más, tanto en su carrera como en su vida privada. En el 2000, Britney Spears y Justin Timberlake -en ese entonces miembro del grupo NSYNC- eran la pareja más famosa del pop. Pero luego de separarse, Timberlake insinuó en su video Cry Me A River que ella lo había engañado, lo cual Spears negó en una entrevista con People.
Timberlake también habló de su vida sexual y la criticó varias veces en público. Según E! News, un abogado de la familia Spears reveló en el 2012 que su familia notó que Britney estaba deprimida luego de que ella y el cantante se separaran, lo que, según ellos, la llevó por un espiral descendente.
La princesa se rebela
La joven estaba afianzando su lugar en la industria en muy corto plazo, y nadie se esperaba que de la misma manera en la que había subido comenzara a caer. Muy poco tiempo faltaba para que se empezaran a notar en la adolescente los efectos de la fama apresurada y las presiones. En 2003 Britney ya contaba con tres álbumes, su debut como actriz y una imagen de princesa del pop intachable, pero la cantante estaba empezando a cansarse de su imagen angelical.
De a poco, empezaba a ser noticia por situaciones escandalosas y provocadoras que quedarían marcadas en la historia de la cultura pop, como el recordado beso con Madonna, un beso que marcaría un antes y un después. Britney estaba declarando que ya no era la chica inocente que todos querían consumir.
Siguiendo esta línea de rebeldía contra los que manipulaban su carrera y la vendían como la niña perfecta y sumisa, Britney volvió a ser noticia a los primeros días del año siguiente: en diciembre del 2003 se casó con su amigo de la infancia Jason Allen Alexander pero sólo por 55 horas; anuló el matrimonio inmediatamente. “Honestamente, quería ver cómo se sentía estar casada”. Alexander le dijo luego a ABC News que, a pesar de que ambos estaban presuntamente intoxicados, en el momento de su boda en Las Vegas, él creía que sí estaban enamorados.
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Un matrimonio devastador
En el 2005, Spears se casó con el bailarín Kevin Federline, su novio de apenas meses, con quien tuvo a sus hijos Sean Preston y Jayden James. Pero el final de este matrimonio fue traumático para ambos. Fuentes dijeron a la Rolling Stone que ella salió con Federline porque él era bailarín de apoyo de su ex Justin Timberlake y ella simplemente quería ponerlo celoso. El medio también informó que Federline la animó a despedir a muchos en su equipo, como a su madre Lynne y a su manager Larry Rudolph.
Un amigo de la cantante manifestó a Rolling Stone que Federline la solía dejar sola e iba con sus amigos, haciéndola sentir abandonada. Al parecer, ella salía de fiesta para sobrellevar su tristeza y culpaba todo a la depresión posparto. En noviembre del 2006, a meses de dar a luz a su segundo hijo, Spears solicitó el divorcio a Federline, quien declaró ante el US Weekly que lo tomó totalmente por sorpresa. “Creo que me casé por las razones equivocadas. En lugar de seguir mi corazón y hacer algo que me hiciera feliz, sólo lo hice por la idea de estar casada. Me llevó por un camino extraño”, confesó Britney en noviembre del 2008.
Spears y Federline tuvieron una batalla legal por la custodia de sus hijos luego de su separación. Rolling Stone anunció que, en concordancia con el acuerdo prenupcial, Federline recibió un millón de dólares de Spears, además de 20.000 dólares al mes en concepto de manutención de los niños.
Al borde el abismo
“¿Qué edad tenías cuando empezaste tu carrera?”, le preguntaron en una entrevista en televisión en el año 2000. “Bueno, empecé a tomármelo en serio y a participar en muchas competencias cuando tenía ocho años”, contestó Britney.
En febrero del 2007, Spears se afeitó la cabeza. Esto, según los expertos, fue algo así como un “berrinche” en contra de las restricciones que le pusieron desde que se convirtió en estrella. Según Life & Style, la artista ingresó a un centro de rehabilitación en Malibú, salió en menos de 24 horas y luego volvió a ingresar, permaneciendo un mes. Al salir, culpó de su comportamiento a un representante que intentaba controlarla.
En los siguientes meses, Spears tuvo una presunta racha de comportamientos peligrosos que incluyeron un atropello y fuga de un auto estacionado, y manejar sin licencia de conducir. En septiembre del 2007, tuvo una desastrosa actuación en los MTV Video Music Awards y un mes después perdió la custodia de sus hijos a manos de Federline.
En enero del 2008, Spears protagonizó, según ABC News, un enfrentamiento de casi tres horas por la custodia de sus hijos, “mientras estaba supuestamente bajo la influencia de sustancias”. La hospitalizaron con retención psiquiátrica involuntaria y luego fue dada de alta. Poco después, fue internada de nuevo. Una fuente cercana le confesó a E! News que el fracaso matrimonial de la cantante fue lo que causó todo, “Ella sentía que siempre luchó en su vida pero que aún así no tenía nada como resultado. Sin marido, sin acceso a sus hijos y una mala relación con su familia. Además, sentía que no tenía voz en su vida. Se sentía inútil”.
Nace el movimiento #FreeBritney
Britney Spears dependía de su padre por tal motivo cuando Jamie Spears cayó enfermo a finales de 2018, fue tan duro para ella que canceló los planes de su show Domination, en Las Vegas. Según su equipo, el padre de Britney habría sufrido una ruptura de colon casi fatal. People advirtió que el padre de la cantante se sometió a una segunda cirugía en marzo de 2019.
En abril del mismo año, se supo que Britney ingresó a un centro de tratamiento de salud mental y bienestar. Una fuente le dijo a US Weekly, “Britney quedó muy angustiada cuando su padre se enfermó por primera vez. Luego hubo un período en el que lo estaba manejando mejor y se sentía más positiva porque Jamie parecía estar mejorando, pero su condición empeoró nuevamente y ella no podía pensar en la posibilidad de perderlo. Fue su punto de quiebre”.
Durante el siguiente mes, el podcast Britney’s Gram estrenó un episodio donde revelaron, según información de manera anónima de un auxiliar jurídico, que Spears había sido retenida contra su voluntad en el centro psiquiátrico desde enero de 2019. Se alegaba que su hospitalización y la cancelación de Domination habían sido ordenadas por el padre de Spears después de que ella decidiera no tomar su medicamento y violar las reglas impuestas por su tutela, específicamente la conducción de su auto. Britney’s Gram y varios medios de comunicación cuestionaron la duración de la tutela, ya que se suponía que terminaría después de la gira Circus en 2009. Esto dio origen al movimiento #FreeBritney, que recibió el apoyo de varias celebridades, como Cher, Miley Cyrus y Paris Hilton, así como también el de la organización sin fines de lucro American Civil Liberties Union.
El 22 de junio de 2021, poco antes de que Britney hablara ante el tribunal, The New York Times obtuvo documentos judiciales confidenciales que indicaban que Spears ha estado presionando durante años para poner fin a su tutela. El 23 de junio, la cantante habló ante la corte, calificando a la tutela de «abusiva» y revelando mucho más sobre el estado de la misma. “He mentido y le he dicho al mundo entero que estoy bien y feliz. Si dijera lo suficiente, tal vez me haría feliz. Estoy en estado de shock. Estoy traumatizada. Estoy tan enojada, es una locura. Tengo miedo de la gente. No confío en la gente por lo que he pasado. No está bien que me obliguen a hacer algo que no quiera hacer. Realmente creo que esta tutela es abusiva. No siento que pueda vivir una vida plena”.
El 29 de septiembre de ese mismo año, la jueza Penny suspendió a Jamie Spears como tutor del patrimonio de su hija, y lo reemplazó temporalmente por el contador John Zabel. En suma, el 12 de noviembre, la jueza terminó la tutela.
Presente de amor pleno
En medio de su turbulenta vida, el amor verdadero parece haber llegado a la vida de la princesa del pop. Britney Spears y Sam Asghari, un modelo y bailarín de origen iraní, se conocieron en un videoclip que la cantante rodó en 2016. Fue durante la grabación de Slumber Party.
Tras cinco años de noviazgo, en septiembre de 2021 anunciaron su compromiso. Generalmente mantienen su relación con un perfil bajo frente a la prensa, especialmente él, aunque el actor no dudó en defender a su esposa cuando ella intentaba liberarse de la tutela de su padre, o ante los ataques de su ex, Federline.
Según informó The New York Times en su exhaustiva investigación sobre la tutela de la estrella pop, Asghari tuvo que firmar un contrato de confidencialidad en 2020 con el padre de Britney, quien obligaba a los novios de su hija a mantener los detalles de su relación bajo llave.
A cinco meses de liberarse de la tutela de su padre que le impedía embarazarse, Britney Spears anunció que estaba esperando un hijo de Sam Asgahri. Aunque semanas después fue la propia cantante quien a través de Instagram anunció que había perdido a su bebé. Sin embargo eso no los detuvo con sus planes de boda.
Britney Spears y Sam Asghari se casaron el pasado 9 de junio en una ceremonia en el Sur de California, tras seis años de noviazgo. Hoy la feliz pareja vive en su nueva casa valuada en 11.8 millones de dólares, ubicada en The Oaks, Calabasas, California. También se sabe que antes de casarse, Britney Spears protegió su fortuna y firmó una acuerdo prenupcial en el que establece que, en caso de separación, Sam Asghari no podrá acceder a sus millones.
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