Después de darle vida al Dr. Gregory House durante ocho años, Hugh Laurie, que hoy cumple 63 años, terminó con una suerte de relación de amor odio con su personaje. Si en algún momento había confesado que House había sido una pesadilla, con el tamiz del tiempo, los sentimientos cambiaron. En una entrevista reconoció que amaba a su personaje y que siempre continuará haciéndolo. Consideró que se había tratado de una experiencia muy intensa, ya que habían filmado 177 capítulos, muchísimos. Y también reflexionó que a lo largo de todo ese tiempo, podría haber aprendido algo sobre el cuerpo humano, tema que desconoce, e incluso haberse recibido de médico.
Su padre, Ran Laurie fue médico. Y además, campeón de remo con medallas olímpicas. Obtuvo una de oro en los juegos de Londres de 1948. Hugh, nació en Oxford, Inglaterra el 11 de junio de 1959 y es el más chico de cuatro hermanos. Sus padres le dieron una educación de altísimo nivel, basta decir que lo inscribieron en el colegio Eton, donde estudió el príncipe Carlos. Para cumplir las expectativas familiares, después se anotó en la universidad de Cambridge para cursar Antropología. Igual que su padre, Hugh practicaba remo y esa carrera le permitía pasarse el día en el agua. Participó de campeonatos y regatas, obtuvo algunas medallas, hasta que se enfermó de mononucleosis y se vio obligado a dejar el deporte por un tiempo.
En ese entretiempo, Hugh descubrió su vocación actoral, uniéndose a los Footlights de Cambridge, un semillero de cómicos británicos. Allí conoció a la actriz Emma Thompson, con quien tuvo una relación amorosa. En esa época, él pudo develar que ella tenía talento natural. “Observar a Emma era como mirar al sol o al viento o a alguna otra fuerza elemental. Su talento era imposible de no advertir”. Y ella, observadora, se enamoró de una característica muy propia de él: “Es una de las pocas personas que tienen un lado sexy triste”. El joven Laurie ya seducía con inteligencia y el típico humor inglés.
Gracias a la bella y talentosa Thompson, el actor pudo conocer a Stephen Fry, con quien conformó una dupla humorística, que llegó a la televisión. Primero con A bit of Fry & Laurie (1987-1995), en el canal de la BBC. También tenían apariciones en Friday Night Live. Luego estrenaron Jeeves and Wooster, una serie de televisión de comedia dramática que transcurría en un castillo, en la década del 30. Laurie personificaba a Bertie Wooster, un joven caballero con una “mezcla distintiva de despreocupación liviana y refinada estupidez” y Fry, a un mayordomo, bastante listo.
En esta serie mostró que es un artista completo. Tocó el piano y cantó, algo que nunca dejó de hacer, construyendo en paralelo una notoria carrera musical. La sólida educación que le dieron sus padres también incluyó clases de piano, a partir de los seis años. Con el tiempo, se dio el lujo de aprender a ejecutar otros instrumentos: guitarra, batería, saxofón y armónica. Laurie es un ferviente amante del blues. Lanzó un par de discos, contratado por Warner Bros. Uno se llama Let them talk. Y tanta aceptación tuvo que salió de gira por el mundo en 2012, tocando el piano y la guitarra, en compañía de una magnífica banda. En 2012 se presentó en el Luna Park y paseó por Buenos Aires. Y en 2014, volvió e hizo un Gran Rex.
Laurie es un hombre que no desperdicia el tiempo. Paralelamente a su carrera como actor y comediante, escribió el thriller The Gun Seller, una novela de suspenso con una cuota de humor, que no podía faltarle y se convirtió en best seller; también la adaptó a un guión cinematográfico. Su siguiente novela fue The Paper Soldier.
Antes de convertirse en Dr. House en el mundo entero, a partir de 2004, Hugh Laurie ya se había diversificado un poco, combinando los roles cómicos, como por ejemplo La víbora negra, junto a Rowan Atkinson, con otras películas un tanto más serias. En Sense and Sensibility, que tiene como protagonista a Emma Thompson, tuvo un pequeño pero logrado papel, Mr. Palmer. El otro Hugh (Grant), figuraba entre los protagonistas.
Su carrera empezó con un menú bastante ecléctico. Se lo vio en la película de las Spice Girls, Spiceworld (1997). En 1998 participó de un capítulo de Friends, junto a Jennifer Aniston. Interpretó a un pasajero british que viajaba a Londres junto a Rachel. Y también, le puso la voz muchas veces a dibujos animados, entre ellos, el padre del ratoncito Stuart Little (1999).
La forma en que Hugh Laurie audicionó para trabajar en House fue muy curiosa. Y tal vez digno del personaje que encarnaría, que era muy inteligente, pero impresentable para las formalidades. En el video, que circuló por YouTube, ni se nota que grabó en un baño y todo tuvo un buen fundamento. La propuesta para el casting le había llegado por fax, a un hotel en Namibia mientras rodaba el Vuelo de Fénix. Lo contó en 2012, en una entrevista que dio al programa TVN, de Chile. “Era una película muy difícil de hacer, estábamos en el desierto de Namibia, volvía al final del día y había un fax que había llegado y decía: te piden una audición para este show de TV. Leí dos páginas, no sabía qué era eso, de qué se trataba. Y como no había suficiente luz, la única con la que podíamos trabajar estaba en el baño. Estaba sentado en el toilette y uno de mis amigos, que formaba parte de la película, operó la cámara. Hice esas dos páginas y después me olvidé por completo”, recordó el actor que había disimulado su acento británico por el americano, y que además tenía que lucir desaliñado.
Cuando David Shore, el creador y productor de la serie lo vio, no tuvo dudas de que era él quien sería ese brillante médico, malhumorado y adicto al vicodin. No cabían dudas. Recién a los tres meses Hugh volvió a tener noticias de ese guión, que había olvidado por completo. Su agente le dijo que tenía que volar a Los Ángeles. “¿Sabés sobre ese show de medicina? ¿Qué show de medicina?”, le respondió al agente. “Me mandaron el guión completo y me di cuenta de que era realmente bueno. No sabía si iba a tener éxito. Pero el personaje era muy bueno y representaba una increíble oportunidad”. Y en eso no se equivocó.
Pero el actor no confió en que el proyecto viera la luz. No creyó que fuera a tener éxito, porque era consciente de que muy pocas cosas lo logran. “Es un mundo muy competitivo y esto no va a tener éxito”, pensó. Propuso hacer un capítulo, que podía tomarles dos semanas y listo.
Casado con Jo Green desde 1989, y con tres hijos, Charles (1989), William (1990), y Rebecca (1992), la serie lo obligaba a abandonar el norte de Londres, donde residían. Solo que el actor creía que el trabajo duraría unos meses. A diferencia de sus compañeros, que se iban instalando en casas de Hollywood Hills, Laurie eligió un hotel y su familia se quedaría en su casa del otro lado del Atlántico.
Muy lejos de sus pronósticos, al final hicieron 177 episodios, sin respiro y terminaron de grabar la serie a los ocho años. La historia fue un éxito total en 66 países y fue vista por más de 80 millones de espectadores.
En la piel del Dr. House, Laurie logró reconocimiento mundial. Su nombre era de uno de los más googleados, batió récord Guinness por ser el hombre más visto en televisión. Fue nombrado Caballero de la Orden del Imperio Británico. Y llegó a tener uno de los salarios más altos de la industria. Cobraba unos 400 mil dólares por capítulo. Y también fue visto como un hombre sexy, aunque él opine lo contrario.
El personaje de House lo atrapó por completo por su inteligencia y su vulnerabilidad cuando dejaba el hospital. Aseguró no confundirse con él, sin embargo, podía reconocerse en su lado oscuro. Cómo no iba a querer al personaje que le dio tanto: ganó dos Globos de Oro, dos Emmy y tres People’s Choice Awards.
Al término de la serie, el músico y actor anunció a los medios que necesitaba una pausa. Que al menos durante un tiempo no quería aparecer en pantalla ni asumir una gran responsabilidad como ser el protagonista de otra ficción. Hacer House le implicó pasar la mayor parte del tiempo fuera de su país, levantarse todos los días a las cuatro de la mañana y trabajar 14 horas por día. Durante el tiempo que estuvo alejado de su familia, entró en una depresión de la que habló abiertamente y dijo que era moderada. Eso fue a fines de 2007 y tuvo solución. Finalmente la familia se mudó a Los Ángeles con él.
De verdad el actor no creyó en la permanencia de House. Antes de que empezara la serie, el mismo les recomendó otro nombre, que no fuera el de su personaje, para evitar que estuviese atados a él. La fama fue otro de los aspectos negativos de haberse consagrado como actor. Para Laurie, ser un personaje público “es aberrante”.
La pausa anunciada duró tres años. Dejó el bastón de House y tomó la guitarra, el piano y todos sus instrumentos. Durante ese tiempo se dedicó a disfrutar de su gran pasión en compañía de su familia. “Me gusta el tema de la música. Hay un placer involucrado que simplemente no puedo obtener actuando”, le dijo a The Guardian.
Su regreso a la pantalla fue en 2015, convertido en el senador Tom James, en la serie Veep (2015-2019). En 2016 trabajó en El infiltrado. Con Chance (2026-2017) volvió a caracterizar a un médico, esta vez un neuro psiquiatra forense, que sin darse cuenta se involucra en un mundo violento y corrupto.
Ahora, el actor está detrás de varios proyectos. Será parte de All the Light We Cannot See, una serie de Netflix junto a Mark Ruffalo, que está en proceso de producción. Y recientemente estrenó ¿Por qué no le preguntan a Evans? Una producción basada en una novela de Agatha Christie, que dirige y escribe, y que tiene entre los personajes a su entrañable amiga Emma Thompson.
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