Los seguidores de la serie hubiesen afirmado que este actor de ojos celestes profundos que conquistó a la audiencia en la piel del heroico Ragnar Lothbrok era escandinavo. Lo cierto es que Travis Fimmel nació un 15 de julio de 1979 a miles de kilómetros de los países nórdicos, del otro lado del hemisferio. Es australiano y se crió en una granja de unas 2200 hectáreas cerca de Echuca, Victoria, situada entre Melbourne y Sydney.
Hasta los 17 años, la vida de Travis transcurrió apaciblemente entre sus estudios, partidos de fútbol con amigos y la colaboración en las tareas cotidianas de la granja que elabora productos lácteos. Hijo de una enfermera, y el menor de tres hermanos, su familia lo apodó Rangi, cariñosamente, por un dibujito que siempre andaba descalzo igual que él.
Durante la adolescencia intentó ser jugador de fútbol profesional. Se instaló un tiempo en Melbourne para jugar en el St. Kilda Football Club de la Australian Football League. Antes del inicio de la temporada, tuvo accidente con su moto que le impidió concretar ese sueño. Se rompió una pierna. De todos modos, una vez reconoció que era pésimo jugando.
Fue formalmente aceptado por la Universidad de Melbourne para continuar sus estudios, sin embargo, fue poco lo que duró en las aulas de ingeniería. No era buen estudiante y su sed de aventura le impidió quedarse quieto. Así fue como se embarcó en un viaje a Tailandia y más tarde a Londres donde trabajó como bartender.
Mientras despachaba cerveza en el local, conoció a su manager David Seltzer, quien pudo ver su brillo. Ese hombre se dio cuenta de que estaba parado frente a alguien con todo el potencial para alcanzar la fama como actor. Así que le sugirió que viajara a Estados Unidos a probar suerte. Y Travis no dudó un instante.
Sus inicios como modelo
El mundo del modelaje llegó también por una propuesta de un agente, mientras hacía ejercicio en un gimnasio de las afueras de Melbourne. Un cazador de talentos de la agencia Chadwick Models le abrió las puertas a un nuevo mundo. A finales de 2001 se convirtió en imagen de Calvin Klein, tanto para sus campañas de jeans, la fragancia Crave y ropa interior. Contratado por la agencia L.A. Models firmó un acuerdo de seis cifras, en momentos que no tenía un centavo. Su cuerpo era escultural y cumplía con los cánones de la época, su belleza era andrógina.
Los carteles despertaban suspiros por este rubio con abdominales marcados y 1,83 de altura. Por esos tiempos se rumoreaba que en una concurrida zona londinense se había levantado una valla publicitaria por culpa de mujeres que aminoraban la marcha para contemplarlo, lo que generaba caos en el tránsito. El se ocupó de desmentirlo. En 2002 la revista People lo catalogó como uno de los “solteros más sexies del mundo”.
En este rápido ascenso en su carrera de modelo, pronto lo llevó a las portadas de revistas. imagen de productos capilares, telefonía móvil y era continuamente invitado a programas de televisión. Travis tenía los objetivos claros. No se conformó con ser un chico lindo. En Los Ángeles se formó con la prestigiosa coach actoral Ivana Chubbuck, quien entrenó a Brad Pitt, Jared Leto, Jim Carrey, Charlize Theron y más estrellas de Hollywood de renombre.
A pesar de que conseguía lo que quería, un aspecto de su personalidad le jugaba en contra: era tímido. Tardó más de dos años en presentarse a castings. Juntó coraje y consiguió unas apariciones en los videoclips de Jennifer López (I’m real) y Janet Jackson (Someone to call my lover). Su primer protagónico fue para una serie televisiva, encarnando al rey de la selva, Tarzán (2003).
En sus 42 años de vida tiene en su haber muchas películas y varias lo tuvieron como protagonista. Entre ellas figuran Rocky Point (2005), Southern Comfort (2006), Restraint (2008), Surfer Dude (junto a Matthew McConaughey en 2008) y The Beast (con Patrick Swayze, que murió en 2009 cuando se estaba grabando). Ivory (2010) Vikingos llegó en 2013 para el canal History y Warcraft: El origen, en 2016.
Sobre su vida privada se sabe que le gusta acampar, surfear, jugar al criquet y disfrutar de las actividades de su granja en Australia. Es un hombre que no fuma, ama la naturaleza y le gusta mantener los pies en la tierra y no olvidar quién es. No disfruta en absoluto de la fama. En alguna oportunidad contó que no se dedicó a la actuación para ser famoso, sino para tocar la sensibilidad de la gente. Hacer que la gente piense, que la gente se relacione con el dolor de su personaje y por lo tanto sienta que no está tan solo en sus circunstancias.
En lo sentimental se lo relacionó con la actriz Catheryn Winnick, de Vikingos que interpreta a Lagherta, pero no fue confirmado. Se le conocieron pocas novias para alguien con su belleza, talento y patrimonio. Su primera novia fue una modelo norteamericana, Joy Bryant; después se relaciono con una rusa, Nita Kuzmina. Más notorio fue el noviazgo que mantuvo con la actriz porno norteamericana Ceara Lynch. Fue novio de la música inglesa Nicole Appleton. Y más modelos, como Kiwi Rachel Hunter y Jessica Miller. Hace poco rumoreó entre sus fans una boda en secreto. Abundan las noticias falsas sobre su vida privada.
Con el transcurso del tiempo y ya extensa filmografía, Fimmel sigue figurando en los rankings de las revistas como uno de los hombres más sexies del mundo. El continúa cultivando la modestia. Hace unos días aceptó probar el mate ofrecido por desconocidos, por sus pagos, en Echuca. Era una pareja integrada por un argentino y una uruguaya que no podían creer la excelente predisposición del actor para tomar contacto con esta tradición rioplatense. Compartir bombilla es algo completamente fuera de lo común para un extranjero. No todos aceptan por razones de higiene. El revolvió la bombilla dentro del mate hasta ver de qué se trataba. Lo probó y no defraudó. “Está muy bien”.
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