El 22 de marzo de 1963 los empleados de las disquerías inglesas que abrieron las cajas con las novedades que enviaban las discográficas nunca imaginaron lo que vendría. Please, Please Me, ese vinilo con los cuatro chicos en tapa asomando desde una baranda marcaría el inicio de una verdadera revolución. Ya nada sería igual. Pero a diferencia de otras revoluciones que ocurren solapadamente, que uno sólo se da cuenta tiempo después al percibir la influencia que esa creación en otros artistas y en el público, esta ocurrió a la vista de todo el mundo No hubo (casi) nadie que no escuchara y comprendiera lo que estaba sucediendo: el mundo estaba cambiando.
Brian Epstein buscaba un contrato discográfico para Los Beatles desde hacía tiempo. En Decca le dijeron que los grupos de guitarras estaban pasando de moda y lo despacharon. Consiguió una oportunidad en Emi, en el sello Parlophone. Le asignaron a George Martin como productor, un veterano de la industria cuya especialidad eran los discos de comediantes como Peter Sellers.
La primera decisión de Martin fue despedir a Pete Best, el baterista. Luego grabaron material para dos singles. El productor les propuso hacer una versión de How Do You Do It, una canción de Mitch Murray. Ellos le dijeron que preferían hacer Love Me Do, que querían grabar sus propios temas. Martin les respondió que lo harían cuando compusieran canciones tan buenas como las que él les mostraba. Se ve que la falta de convicción de los cuatro se trasladó a la grabación ya que el cover quedó archivado hasta la aparición de Anthology en los noventa. George Martin se convenció de que era mejor trabajar el material propio aunque casi nadie lo hiciera en esos días.
Love Me Do fue una de las primeras canciones que Lennon y McCartney crearon a dúo. John recordaba que había sido casi toda de Paul, aunque el bajista cree recordar que los aportes fueron similares. Fue la primera canción propia que tocaron en público. En el momento de la grabación George Martin le preguntó a John si podía tocar la armónica (una armónica que, según Pete Best, John había robado de una tienda de música de Hamburgo). Lennon aceptó y entonces Paul tomó la voz principal. Al principio tenía miedo, no quería hacerlo. Pero George Martin lo convenció. Fue la primera vez que los Beatles entraron a los charts británicos.
Existe una leyenda sobre esta escalada inesperada en los charts: como Brian Epstein tenía una casa de venta de discos, se dijo que había comprado 10.000 copias para que sus pupilos tuvieran visibilidad. Él lo desmintió con vehemencia (la versión del LP tiene en la batería a Andy White, porque en la tarde de la grabación del simple Martin lo contrató para reemplazar a Ringo Starr). Love Me Do llegó hasta el puesto 17 en Inglaterra. Lanzada un año y medio después en Estados Unidos alcanzó al número uno en otro continente. La cara B fue P.S I Love You.
Please, Please Me fue el siguiente sencillo (con Ask Me Why del otro lado); también se grabó a fines de 1962. En una sesión previa en el estudio, cuando los cuatro chicos de Liverpool le mostraron el tema, George Martin les dijo que todavía le faltaba trabajo, que debían acelerarla, que se parecía demasiado a Roy Orbison. Al volver el 26 de noviembre, el productor quedó deslumbrado con el avance de la canción. Hicieron varias tomas. Cuando obtuvo la definitiva, George Martin abrió el micrófono de la mesa de control y les dijo: “Señores, acaban de grabar su primer número uno”.
Y esa mezcla de oficio e intuición de George Martin no falló. Please, Please Me llegó a encabezar los ránkings en enero de 1963.
Los dos primeros singles y su suceso fueron los que motivaron a George Martin a apurar la grabación del álbum, antes de que pasara el entusiasmo del público que todos suponían pasajero.
Para el disco, Los Beatles llevaron su arsenal de temas y también los años de experiencia y afiatamiento después de tocar en The Cavern y en Hamburgo varias horas al día. En esa época no era usual que los grupos nuevos tocaron canciones compuestas por ellos.
Luego de los cuatro temas aparecidos en los singles, en una sesión del 11 de febrero de 1963 grabaron los diez restantes que integrarían el álbum; los LPs británicos solían tener 14 temas, mientras que los del otro lado del Atlántico tenían cinco o seis por lado. El costo fue de 400 libras esterlinas. Más de diez horas en el estudio que permitieron registrar el primer disco de la banda. Por cambiar la historia los cuatro músicos cobraron un módico honorario: 7.10 libras por cada sesión de tres horas, lo que indicaba el convenio de músicos. Mark Lewinshon afirmó que “esos fueron los 585 minutos más productivos en la historia de las grabaciones musicales”.
El disco fue grabado “en vivo”. Los cuatro en un estudio tocando a la vez. Esto tuvo dos causas. La escasa complejidad de la tecnología disponible, sólo dos canales; y que George Martin quería que el disco transmitiera la potencia y frescura de la banda en vivo; hasta había pensado registrarlo en The Cavern pero el apremio del tiempo hizo que prefirieran un estudio profesional. “El sonido de ese álbum es lo más parecido a cómo sonábamos en Liverpool y en Hamburgo. Nunca se puede reproducir la fuerza del público en estudio, pero así sonábamos antes de ser los Beatles inteligentes”, dijo John Lennon años después.
El elenco de canciones tenía obras de Arthur Alexander, Carole King y Gerry Goffin, de Burt Bacharach, o interpretadas por las Shirelles y los Isley Brothers: más o menos lo que cantaba todo el mundo. Y ocho temas de la dupla compositiva más poderosa de la historia: John Lennon y Paul McCartney.
Los temas propios aparecían firmados por McCartney y Lennon. A partir del siguiente LP la fórmula se invirtió y así permaneció hasta el final aun cuando en algún momento dejaron de escribir a dúo. Ellos dos se encargaban de las composiciones (se sabe que tardaron años y varias canciones perfectas para rendirse ante la capacidad compositiva de George). Pero como Ringo y George tenían sus fans, les escribían o elegían canciones para que ellos cantaran y tuvieran su momento de lucimiento tanto en el vinilo como en los shows. En este disco George Harrison tuvo a su cargo Do You Want To Know a Secret y Chains, y Ringo canto Boys.
A veces una simple decisión cambia el curso de una vida. John y Paul escribieron Misery para Helen Shapiro, una cantante adolescente que venía de tener un par de hits británicos. Pero a ella y a su agente no les convenció. Agradecieron el esfuerzo pero desistieron de grabarla. Con los años, los Beatles se convirtieron en los artistas más versionados del mundo. Cada una de sus canciones tiene decenas o cientos de covers. Shapiro perdió la ocasión de hacer historia y ser la primera en cantar una canción Beatle.
I Saw Here Standing There la compusieron en la casa de Paul unos cinco meses antes de la grabación. Se llamaba Seventeen. Y en la primera versión decía Just seventeen never been a beauty queen (sólo diecisiete/ nunca ha sido reina de la belleza) y John lo modificó por You Know What I Mean (sabés lo que quiero decir).
Faltaba sólo una canción para completar el disco y la jornada. Llevaban más de diez horas. Era uno más de los covers. Lo había escrito Bill Medley y había sido grabado entre otros por Phil Spector que lo había saturado con su Pared de Sondo. Más suerte tuvieron los Isley Brothers que hicieron una versión vivaz, inquieta y con sangre. Ese fue el modelo que los Beatles tomaron. Quedó última no porque no estuvieran demasiado convencidos sino porque George Martin sabía que con Lennon cantando todo el día y su voz al límite, esta canción y el esfuerzo que requería lo dejaría fuera de combate para el resto de la sesión. La grabaron tarde y en una sola toma. 2 minutos y 32 segundos después el trabajo estaba hecho. Y la voz de Lennon hecha jirones. Sabía que tenía un solo tiro y no lo iba a desaprovechar. De paso parecía dejar un mensaje a las siguientes generaciones de músicos: hay que cantar cada canción dejando la vida en ella, sin guardarse nada.
John había ingerido varias pastillas para la garganta y estuvo varios días sin poder hablar. Con los años se arrepintió de la grabación: “Creo que puedo cantar mejor que eso”, dijo. Aunque para los fans se convirtió de manera automática en una de sus favoritas. En noviembre de ese año, antes de cantar Twist and Shouts fue cuando Lennon le pidió al público de los pisos superiores que batan palmas y a los de la platea que agiten sus joyas.
George Martin quedó sorprendido con la capacidad de trabajo del grupo y en especial como con el correr de las horas fueron mejorando y soltándose. En las primeras canciones fueron necesarias varias tomas. El ejemplo sirve como metáfora de los Beatles hicieron a lo largo de su carrera: siempre progresaban, siempre corrían los límites.
Quince días después se realizó la mezcla final. Luego fue el tiempo del proceso industrial y el 22 de marzo los vinilos estuvieron en la calle. Era una apuesta. Los grupos juveniles no vendían demasiados Long Plays. Los adolescentes buscaban los simples o a los sumo los EP, discos de cuatro canciones.
George Martin propuso como título del álbum Off The Beatle Track. Fue rechazado. Los ejecutivos creyeron mejor salir con el título del hit; abajo aclaraban Con Love Me Do y otras 12 canciones. El productor también imaginó una tapa: una foto de los cuatro en el pabellón de los insectos del zoológico de Londres pero las autoridades de la institución negaron el permiso; no querían tener nada que ver con esos pelilargos: el zoológico tenía un prestigio que mantener.
La foto se la sacaron en las escaleras exteriores del estudio en una toma que se convirtió en icónica y que fue homenajeada, copiada y parodiada (hasta por ellos mismos) decenas de veces.
El disco tardó sólo tres semanas en llegar a la cima de los charts británicos. Permaneció en ese lugar durante treinta semanas. Sólo lo pudo desplazar el siguiente disco de los Beatles: With The Beatles. Apenas Please, Please Me estuvo en la calle comenzó a suceder algo que nunca había pasado. Un furor que no se había visto. Ellos lo alimentaron con sus siguientes y extraordinarios simples, los que aparecieron antes del segundo LP que se publicó a fines de 1963: From me to You y I Want To Hold Your Hand.
El suceso británico no les aseguró un desembarco inmediato en Estados Unidos. Brian Epstein, el manager, intentó con varias discográficas pero sólo consiguió que se interesara Vee Jay, un sello chico y dedicado al blues. El álbum apareció con una lista de temas diferente a la versión inglesa. Introducing The Beatles se lanzó tímidamente y con algunas curiosidades. El primer single norteamericano se atribuyó a The Beattles. Esa doble T convierte a esos discos en una rareza muy buscada por los coleccionistas. Los técnicos norteamericanos, al escuchar I Saw Her Standing There creyeron que la cuenta inicial de Paul era un error, algo que había quedado en la mezcla final por inadvertencia. Y trataron de cortarla: pero el 4 no podían sacarlo sin afectar el inicio de la canción. Así en la versión norteamericana, la canción empieza con el 4, con ese conteo trunco.
Please Please Me sigue siendo a casi sesenta años de su lanzamiento, uno de los discos debuts más importantes de la historia. Posiblemente, el segundo más influyente tras la aparición de Elvis. El recorrido comercial en Inglaterra fue sorprendente. Las jóvenes enloquecían con ellos, las revistas los ponían en tapa. La Beatlemanía se había desatado en Inglaterra. Pero faltaba, para conquistar el mundo, desembarcar en Estados Unidos. Muchos de los números que triunfaban en las islas británicas no tenían entrada tan profunda en Estados Unidos. Pero con los Beatles fue distinta. El desembarco en febrero de 1964 y el show de Ed Sullivan desatarían un fenómeno irrepetible. Y, por primera vez, global.
Ellos arriesgarían cada vez más (sólo hay que pensar que pasaron nada más que tres años entre Love Me Do y Strawberry Fields Forever). En poco más de seis años cambiarían la música moderna y, fundamentalmente, la cultura popular.
Todo empezó con esa sesión de diez horas.
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