“Me han preguntado muchas veces si me consideraba un narcisista, así que busqué el significado real de la palabra y llegué a la conclusión de que sí, lo soy”. La frase puede resultar petulante para algunos y honesta para otros. Pero así es Robbie Williams: provocador, exéntrico, alocado, desprejuiciado, trasgresor, ansioso y depresivo.
Y se podría seguir con la lista de adjetivos que representan su vanidosa personalidad. Motivos no le faltan para sentirse el mejor. Hay que reconocerle que sabe qué elegir para convertir un tema con la velocidad de un rayo en un verdadero éxito en ventas.
Su música produce cifras astronómicas que hasta a él lo sorprenden: “Soy más rico de lo que nunca había soñado”, sostuvo en 2002. Hace dos décadas ya era multimillonario. Williams entrará por la puerta grande del planeta de los récords musicales, consiguiendo el mayor contrato discográfico de la historia del Reino Unido y prácticamente del mundo: recibió nada menos que 125 millones de euros para grabar sus discos en EMI, como el último, Escapology. Como solista británico ostenta el título del artista con más ventas en el Reino Unido y en el cantante no latino más vendedor en América Latina.
“Yo me hice famoso cuando tenía 17 años. Había formado una boyband cuando tenía 16, que fue un despegue total. Y cuando tengo 21 años, me voy del grupo y empiezo una carrera en solitario, vendo 80 millones de álbumes, mantengo el récord de la mayor cantidad de entradas vendidas en un día para una gira y bla, bla, bla...”, argumentó con los datos en la mano. En 2005 el cantante ganó su premio Brit número 15, en esa oportunidad en la categoría mejor canción británica del último cuarto de siglo por Angels.
Robbie, que nació el 13 de febrero de 1974 en el Hospital North Staffordshire, en Newcastle-under-Lyme, en el noroeste de Gran Bretaña, también tuvo problemas con las sustancias. En febrero de 2007 se internó en una clínica de desintoxicación para recibir un tratamiento que lo liberase de la adicción al consumo de fármacos.
Hijo de Pete Conway, un conocido actor de comedia, y de Theresa Janette Williams, propietaria de varios pubs, Robbie tiene una hermana mayor de un matrimonio anterior de su madre. La familia vivió en pub Red Lion atendido por sus padres, en Moorland Road, hasta los tres años. Sus padres se divorciaron en 1977 y el músico decidió mudarse con su madre y su hermana Sally a Greenbank Road, cerca de Tunstall. Estudió en el colegio Millhill Primary School, en Stoke y más tarde en el instituto St. Margaret Ward, donde se destacó por su gran afición al teatro.
Su primer trabajo lo consiguió sin esfuerzo: fue vendedor en la empresa del novio de su hermana. Su vida cambió cuando vio una nota en un diario donde se buscaban jóvenes para formar una banda de música, la que después se llamaría Take That.
Siempre provocador, Williams se atrevió a posar totalmente desnudo en la tapa de la revista gay Attitude, donde reveló cuestiones de su más estricta intimidad. “Me identifiqué como algo gay en mi juventud. Yo crecí en una sociedad en la que el sexo gay era lo que le decías a alguien que querías herir más. Y yo estaba expuesto a ese mundo del que me encantó formar parte -admitió-. Tomé mi primer éxtasis en un club gay… tuve un momento increíble. Pensé: ¿Por qué no podría vivir así para siempre?”.
Hace ya varios años, el cantante concedió una entrevista al diario Daily Star. “Soy medio homosexual porque siempre he sentido una atracción especial hacia todo lo que implique dramatismo, pero he de decir que en lo relativo al sexo soy claramente heterosexual”, bromeó el autor de Swing When You’re Winning.
Robbie aseguró en una de las infinitas notas que los medios le hicieron a raíz de la tapa donde apareció tapándose los genitales con sus dos manos que a los 21 años realmente pensó que era homosexual, aunque admitió que no podría tener sexo con otro hombre porque como él mismo se define “gallito”, no puede haber dos machos en un mismo corral.
En la misma sintonía, Williams también reconoció en tono jocoso que le gustaría ser gay porque los homosexuales son más promiscuos y esa condición le permitiría tener “sexo del grifo”, una declaración que deja en claro que el artista tiren adición al sexo.
Indudablemente, el 7 de agosto de 2010 fue un momento bisagra en la vida del autor de Swings Both Ways: fue el día en que se casó con la actriz estadounidense Ayda Field en su mansión de Los Ángeles. Juntos son padres de cuatro hijos: Theodora Rose, Charlton Valentine, Colette Josephine y Beau, estos dos últimos niños nacieron a través de una subrogación de vientre.
Su mujer parece haber sido su pilar fundamental y la gran protagonista de esta historia de amor. Williams apareció en el programa británico The Jonathan Ross Show. “Cuando miro hacia atrás después de estar 15 años con Ayda, pienso que ella fue quien lo hizo, que ella me dio una vida. Aquí estoy en la televisión emocionándome. Absolutamente fue ella quien lo hizo”, se sinceró este hombre que mutó por amor.
El artista también comentó detalles sobre su carácter dentro y fuera del escenario. Con habitual humor dijo que en su casa no necesita “entretener” ni mostrar su famosa “bravuconería”: “No tengo que lucirme como cuando actúo frente a mucha gente y tengo que esforzarme para entretenerlos con los escasos talentos que tengo. En casa no tengo que hacer nada de eso porque le gusto a mi esposa”.
Robbie Williams dice que estuvo a punto de morir a causa de una intoxicación por mercurio y arsénico mientras hacía una dieta estricta rica en pescado. Y su mujer, una vez más, lo “rescató” de la muerte. Ayda lo obligó a consultar con un médico su estado de salud y ahí se descubrió lo que pudo ser irreversible. “Comía pescado dos veces al día y cuando finalmente acudí a que me examinara el doctor y tuvimos los resultados de las pruebas, me dijo que tenía la intoxicación por mercurio más alta que había visto”, explicó en una entrevista en Radio X. “¿Sabés qué pensé cuando escuché eso?”, le dijo a su entrevistador. “¡Gané! Así es como funciona mi ego. Tengo el índice más alto, ¡literalmente gané el premio Mercury!”. Un poco más serio reconoció: “Realmente me hicieron la prueba de mercurio porque mi esposa es neurótica y se hace todo tipo de pruebas todo el tiempo. Solo puedo dar gracias a Dios porque podría haber muerto por envenenamiento ”.
La pandemia no dejó a nadie fuera del encierro. “Ser padre ha sido hermoso durante un año horrible-confió-. “Estábamos encerrados, pero ha sido increíble porque ahora mis hijos piensan que soy un padre que está en casa. Es la primera vez que no estoy fuera de casa ocho o nueve meses del año. El covid y sus consecuencias han sido horribles, pero ser padre y poder estar con ellos todos los días ha sido hermoso”.
Un día la familia Williams tomó una drástica decisión: Poner a la venta su exclusiva mansión en las afueras de Londres, porque Robbie sintió “escalofríos en el cuarto de una de sus hijas. Pudieron venderla, pero a un precio muy inferior al que el cantante había pagado. La propiedad que hoy cuesta U$S 18 millones, finalmente cobraron U$S 9 millones por la venta.
La mansión del siglo XVIII consta de 29 hectáreas y tiene cancha de fútbol y de tenis, piscina de 23 metros de largo, hangar para helicópteros y un gigantesco gimnasio, así como alojamiento adicional para el personal y los invitados. El intérprete The Christmas Present reveló en 2020 que dejaron la casa porque sentían que estaba embrujada. “Hay una habitación de la que sospecho -explicó-. “Me da escalofríos, tiene “malas vibraciones”, Teddy, nuestra hija, estaba durmiendo allí. Pero la saqué de inmediato”.
En una entrevista concedida a This Past Weekend, el músico denunció que alguien contrató a un asesino para matarlo. “Nunca jamás he dicho esto, pero pusieron un sicario contratado para matarme. Repito, nunca he contado esto antes de forma pública”, confió Williams, quien también admitió que si el hecho no salió a la luz fue porque él decidió no hacer la denuncia y buscar protección. “Esta es una de esas cosas que no se ven, pero que te suceden cuando te vuelves famoso”, dijo y siguió insistiendo en que su fama fue la razón principal. “En un momento de mi vida era ridículamente famoso. Pero famoso al estilo de Michael Jackson”.
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