Le regaló un ataúd de cristal a su esposa, jugaba ruleta rusa con las mujeres y fue preso por femicida: Phil Spector, el genio sádico que produjo a Los Beatles

Hace 18 años la actriz Lana Clarkson fue encontrada muerta con un tiro en la boca en la mansión del músico y productor a horas de conocerlo. Spector tenía un historial de manipular y amenazar con armas a colegas y ex parejas, pero su defensa intentó hacerlo ver como un suicidio. ¿Quién era en realidad el creador del “muro de sonido”?

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En la imagen, Phil Spector,
En la imagen, Phil Spector, uno de los productores más aclamados de la música moderna y creador del "muro de sonido". EFE/Gabriel Bouys/Archivo

Es probable que Lana Clarkson haya pensado que su suerte por fin cambiaría cuando identificó la peluca de Phil Spector entre los clientes del House of Blues esa medianoche del 3 de febrero de 2003. El extravagante músico y productor, famoso por crear el “muro de sonido” –la técnica de grabación que cambió el pop en los 60–, había entrado al VIP por la puerta equivocada, con la impunidad de los poderosos, y la rubia estaba a punto de hacerlo echar por la seguridad, cuando un mozo intervino: “Dejalo pasar, ¿no sabés quién es?”

Clarkson sí sabía lo que era caer en desgracia y perder el reconocimiento del público y tal vez por eso se conmovió con ese hombrecito con tacos de ocho centímetros al que ya nadie trataba como la superestrella que había sido. A los 40 años, ella misma había tenido que resignarse hacía unas semanas a trabajar como anfitriona y camarera de aquel bar del West Hollywood, y hasta había llegado a prostituirse bajo el nombre de “Alana”, lejos de los sueños de los primeros tiempos de su carrera como actriz, cuando debutó en el cine en “Picardías estudiantiles” (1982), junto a Sean Penn y Jennifer Jason Leigh, y participó de “Scarface” (1983), junto a Al Pacino. Sin dudarlo, le dijo a Spector que era su fan y lo acompañó hasta su mesa. Tenía las piernas eternas y todavía era la mujer hermosa que veinte años antes se había convertido en la reina guerrera de las películas de Clase B, donde interpretaba papeles hipersexualizados en fantasías medievales en las que casi siempre terminaba luchando semidesnuda. El más icónico de esos films fue “La Reina de Barbaria” (1985), que elevado a la categoría de culto, la catapultó como “la Xena original”.

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Mandatory Credit: Photo by Shutterstock (909684a) Lana Clarkson Lana Clarkson Actress Lana Clarkson is shown in this undated publicity photo. Clarkson was shot to death February 3, 2003 in the home of music producer Phil Spector in Alhambra, California near Los Angeles. Spector was found guilty of her murder 14.03.09

El ex productor de Los Beatles, Elvis, Los Rolling Stones, Leonard Cohen, Tina Turner, Cher y Los Ramones venía de girar por otros bares de Beverly Hills, y en todos había consumido alcohol. Harvey Phillip Spector tenía 62 años y hacía más de una década que parecía haber perdido el don para hacer hits, pero era millonario desde los 25 gracias a los derechos de autor. Pidió una botella de champagne de 250 dólares y un trago con ron, y dejó una propina más generosa que la cuenta. No quería volver solo a su castillo de Alhambra, en los suburbios: había invitado a otras dos mujeres antes que a Lana, pero se negaron. Ya estaban cerrando cuando pasó por al lado de ella y le dijo: “Apuesto a que no te vas a volver a olvidar de mi”. Ella se rio fuerte. Le ofreció acompañarlo hasta su limusina. Dos horas después, estaría muerta.

La policía de Los Ángeles encontró el cuerpo de Lana Clarkson con un tiro en la boca sobre un sillón bergere blanco en el living de la mansión colonial de Spector apenas pasadas las 5 de la mañana. Tenía puesto un vestidito negro y su cartera de leopardo aun colgando del hombro derecho. Las velas seguían prendidas sobre una mesa baja junto a las botellas de brandy y tequila a medio tomar. Un charco de sangre oscura salpicada de dientes rotos de la actriz cortaba el inmaculado piso de mármol. Todavía cargada, el arma asesina, una Colt 38, asomaba bajo su pierna izquierda. Los investigadores encontraron otras nueve armas de fuego al recorrer las 33 habitaciones de la casa. En el toilette había una toalla empapada de sangre de Clarkson, de la que también había rastros en las escaleras, un picaporte y en el vestidor de Spector. Su chofer había llamado al 911 cuando escuchó el tiro y vio a su jefe salir de la casa con un revólver en la mano. Después declararía que el músico le confesó: “Creo que maté a alguien”. Spector lo negaría siempre; alegaría que la actriz, deprimida por el mal momento que atravesaba su carrera, se había suicidado frente a él. En su casa. A horas de conocerlo.

EPA/BRENDAN MCDERMID/Archivo
EPA/BRENDAN MCDERMID/Archivo

Por inverosímil que resulte ahora, el productor logró salirse con la suya: aunque fue detenido como sospechoso del asesinato, quedó libre esa misma mañana tras pagar una fianza de un millón de dólares. Su abogado en ese momento crucial fue Robert Shapiro, célebre por liderar la defensa del femicida O.J. Simpson. Se convirtió en el primero de una serie de penalistas de altísimo perfil que lidiaron con la causa, incluyendo a los defensores del parricida Erik Menéndez y del mafioso John Gotti.

Pronto, la opinión pública sabría que, detrás de aquel músico excéntrico al que Tom Wolfe había bautizado en 1965 como “el primer magnate de los adolescentes”, y que durante años se había escudado bajo el aceptable rótulo social de “genio loco”, se escondía una personalidad violenta y abusiva, conocida en el ambiente artístico por sus constantes arranques de ira y su desmedida afición a las armas. El mismo había declarado en una entrevista con el periodista inglés Mick Brown un mes antes del crimen de Clarkson: “No estoy bien de la cabeza. Tomo medicación para la esquizofrenia, aunque no soy esquizofrénico. Tengo una personalidad bipolar, lo que es extraño, porque tengo demonios dentro mío que luchan en mi contra: soy mi peor enemigo”.

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Mandatory Credit: Photo by Kpa/Zuma/Shutterstock (662487a) Lana Clarkson, who was found dead at the home of music producer Phil Spector, who has been charged with her murder. Lana Clarkson at 'Glamourcon 30' event, Los Angeles, America - Jan 2002

Descalza para salvar su vida

Los primeros en exponer quién era realmente Spector fueron sus propios hijos, que llevaban años sin dirigirle la palabra. El creador de “You’ve lost that lovin’ feelin’” tuvo cinco hijos: adoptó a los tres mayores cuando estaba casado con su segunda mujer, la cantante Ronnie Spector, y en 1982 tuvo a los mellizos Nicole y Phillip con su novia Janis Zavala. El varón murió de leucemia a los 10 años y Spector diría después que era su mejor amigo y jamás pudo superarlo. Diez años es también la edad que tenía Donté, el primogénito, cuando se fue de la casa paterna después de años de abusos. Su padre los encerraba “como animales” a él y a sus hermanos, los mellizos Gary Phillip y Louis Phillip. Les ponía llave a sus cuartos durante días, y sólo les abría la puerta para darles de comer. “Nos vendaba los ojos, nos esposaba y nos hacía simular que teníamos sexo con su novia para entretenerla. Mientras abusaba de nosotros, decía que era parte de nuestro aprendizaje”, contó Donté.

El relato reflotó la biografía de su madre adoptiva, que en 1990 contó el calvario de su matrimonio con el músico, entre 1968 y 1972. Según narra en “Be my baby: Cómo sobreviví a la máscara, las minifaldas y la locura”, la líder de la banda femenina Las Ronettes –que también produjo Spector– entendió que estaba literalmente prisionera al día siguiente de su noche de bodas, cuando descubrió que su marido había mandado a poner rejas en todas las ventanas de la mansión y a electrificar todo el perímetro del parque. Su celopatía no conocía ningún límite: la obligó a dejar de cantar, le prohibió salir de la casa sola y, para asegurarse, le escondía los zapatos. Mandó a hacer un muñeco de él mismo a escala para sentar en el asiento del acompañante del auto: era la única forma en que el productor dejaba que su mujer manejara hasta las reuniones de Alcohólicos Anónimos, cuando la depresión del encierro fue intolerable. Los hijos fueron parte de su manipulación para retenerla: adoptó a los mellizos de cinco años sin consultarle y se los regaló para una Navidad. Se reservaba un regalo macabro: había comprado un ataúd de oro con tapa de cristal que guardaba en el sótano “para poder seguir viéndola cuando esté muerta”, según explicó a su suegra. Ronnie logró escapar descalza y con ayuda de su madre en 1972: “Si no lo dejaba, iba a morir ahí”, escribe en sus memorias. Sin embargo, y aunque también contó que por esos años su ex marido la había amenazado con un revólver, cuando la policía encontró el cadáver de Lana Clarkson en la mansión de Spector, se declaró en shock y hasta sorprendida: “No creí que realmente fuera capaz de matar”.

Lo cierto era que ese hombre al que algunos llamaban “el Van Gogh del pop” se había pasado décadas apuntándole con armas a todo el que se había cruzado en su camino, desde John Lennon a Leonard Cohen, pasando por Dee Dee Ramone y varias ex novias que no tardaron en aparecer. Devra Robitaille, con quien salió en 1975, dijo que Spector la obligó a punta de pistola a quedarse con él después de tener sexo. Barbara Nichols, con quien tuvo una relación a mediados de los 90, contó que le pegaba, que iba siempre armado, que le confesó en una carta que era “loco, malo y peligroso”, y que le apuntó con un revólver después de una sesión de sexo no convencional y le dijo: “Podría matarte”.

Con Lennon la historia comenzó en 1964, cuando se conocieron a bordo del avión que llevaba a los Beatles por primera vez a los Estados Unidos. John lo llamó en 1970 cuando decidió grabar su single solista Instant Karma, y también para que hiciera los pomposos arreglos de Let it be, contra la voluntad de Paul McCartney. Siguieron trabajando juntos hasta 1973, cuando se juntaron a grabar en Los Ángeles una serie de temas de rock con músicos invitados. Spector llegó a la primera de esas sesiones armado y junto a George, “el único guardaespaldas del mundo encargado de defender a la gente de su empleador”. La leyenda dice que se quedó nueve horas en el estudio sólo para acomodar los instrumentos en su lugar y que, al día siguiente, llegó con un revólver en la mano y una botella de vino en la otra. Mientras probaba los micrófonos, se puso a disparar contra el techo. Lennon, que también tomaba, se volvió loco: “Si vas a matarme, hacelo. Pero no me rompas los oídos porque los necesito”. Terminaron agarrándose del cuello. Fue el final. Dos días antes de morir asesinado, en 1980, el ex Beatle declaró sobre Spector en una entrevista: “Siento una profunda pasión por lo que hace. Su personalidad, por el contrario, me desagrada francamente”.

FILE PHOTO: Music legend Phil
FILE PHOTO: Music legend Phil Spector is seen in a picture taken October 28, 2013 released by the California Department of Corrections and Rehabilitation in Stockton, California. Spector is serving a 19-year sentence for second-degree murder, in the death of actress Lana Clarkson. REUTERS/California Department of Corrections and Rehabilitation/Handout via Reuters FOR EDITORIAL USE ONLY. NOT FOR SALE FOR MARKETING OR ADVERTISING CAMPAIGNS. THIS IMAGE HAS BEEN SUPPLIED BY A THIRD PARTY. IT IS DISTRIBUTED, EXACTLY AS RECEIVED BY REUTERS, AS A SERVICE TO CLIENTS/File Photo

En 1977, durante las grabaciones de “Death of a Ladies’ Man”, de Leonard Cohen, encañonó a un violinista y lo echó del estudio. No pasó mucho hasta que también le puso al propio Cohen una 45 en el cuello: “Te amo, Leonard”, le dijo. “Espero realmente que sea así”, contestó entonces con voz aguardentosa el cantante de Hallelujah. Una historia parecida contó el bajista de la banda Los Ramones, que grabó con Spector en 1979. El productor le apuntó a Dee Dee en el pecho cuando quiso dejar el estudio: “Tenía las técnicas, sabía disparar para matar”.

“Ella besó el revólver”

Como si fuera posible poner un muro de sonido entre esos antecedentes y el crimen del que se lo acusaba, Spector insistía provocadoramente en su inocencia. En una entrevista que dio a la revista Esquire en julio de 2003, mientras esperaba el juicio, el productor aseguró que Lana Clarkson “besó el revólver” antes de dispararse en su casa. “Estaba borracha y gritaba. Nunca la había visto antes, ni sé cuál era su agenda. Me dijo que quería conocer mi castillo”. ¿Era posible que la “agenda” de la actriz fuera suicidarse en la casa de un desconocido que toda su vida había amedrentado con armas a quienes lo rodeaban? Para cuando Spector comenzó a ser juzgado, en marzo de 2007, la mayor parte de la sociedad, que siguió el caso por TV, ya tenía un veredicto. Pero todavía no había visto todo.

FILE PHOTO: Music producer Phil
FILE PHOTO: Music producer Phil Spector is pictured wearing a variety of wigs during his murder trial in this combination image made from file photos. Spector, 69, was sentenced to at least 19 years in prison for the 2003 murder of a Hollywood actress and could spend the rest of his life behind bars. REUTERS/Files/File Photo

La fiscalía llamó entonces a una ex asistente personal del productor que declaró que, después de una fiesta en su casa, el productor, borracho, le puso un rifle en la cara y la obligó a subir a su cuarto en donde trató de violarla. Se despertó a la mañana siguiente cuando lo escuchó cantando en la ducha. En otra oportunidad, la persiguió con una Uzi, pero ella logró meterse en su auto y escapar. Una fotógrafa a la que Spector contrató para que viajara con él a Nueva York para su fallida presentación en el Salón de la Fama del Rock and Roll, en 1995, dijo que el músico se metió en su cuarto del Hotel Carlyle de Manhattan y le exigió que fuera con él a su suite. Cuando ella se negó, él sacó su arma y le gritó: “Yo pago, así que si digo que vengas conmigo, lo hacés”. Un guardia de seguridad de la fallecida comediante Joan Rivers dijo que tuvo que echarlo de dos fiestas de Navidad en casa de su jefa porque estaba borracho y armado: “Mientras lo llevaba a la puerta, usó un término vulgar para describir a las mujeres y dijo que todas merecían una bala en la cabeza”. Una camarera que había conocido a Spector en 1992, contó que el productor la invitó a comer y después fueron a su casa y estuvieron bailando. Pero a las dos de la mañana, “él estaba borracho, se le patinaban las palabras”, y ella decidió que era hora de irse. “Entonces él cambió por completo su actitud. Se fue del living y volvió con una cartuchera con un revólver. Sacó el arma, me la puso en la cara y me dijo: ‘Si te tratás de ir, te mato’”. Muerta de miedo, ella se quedó sentada en el sillón en donde estaba con su cartera puesta, mientras él la seguía amenazando, hasta que se quedó dormida. Exactamente así, sentada en un sillón del living y con la cartera colgando de un hombro, encontraron en febrero de 2003 a Lana Clarkson.

California Health Care Facility inmate
California Health Care Facility inmate Phil Spector poses November 19, 2019 in a photograph released by the California Department of Corrections and Rehabilitation in Stockton, California. CDCR/Handout via REUTERS THIS IMAGE HAS BEEN SUPPLIED BY A THIRD PARTY.

Sin embargo, el jurado no llegó a un veredicto y el juicio fue declarado nulo. Fue un escándalo que recordaba el fantasma de la impunidad del femicidio de Nicole Brown Simpson y el homicidio de su amante, Ronald Goldman, en el mediático juicio a O.J. Simpson que había tenido lugar una década atrás. Tal vez por eso el nuevo juicio a Spector, en 2009, no fue televisado. El jurado pasaría entonces nueve días deliberando sobre el caso en el que la fiscalía definió al acusado como un misógino con un historial de manipular armas borracho y “jugar a la ruleta rusa con las vidas de las mujeres”. Solo había sido un milagro que la reina del cine de Clase B fuera la primera en morir.

Spector fue declarado culpable del homicidio de Lana Clarkson y condenado a 19 años de prisión el 13 de abril de 2009. Murió de COVID-19 en el Hospital General de San Joaquin el 17 de enero pasado. Cumplía su sentencia en una cárcel para enfermos mentales de California. Su hija menor, Nicole, que sostiene que era inocente, lo visitó hasta el último momento. Ronnie Spector, cuya historia llegará al cine próximamente en una biopic que protagonizaría Zendaya, jamás se quitó su apellido. En su despedida en Instagram, escribió: “Phil fue un productor brillante y un pésimo marido. Lamentablemente no pudo vivir y funcionar fuera de un estudio de grabación. Le ganó la oscuridad, se dañaron demasiadas vidas”.

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