El dicho asegura que “donde hubo fuego cenizas quedan” pero conociendo un poco la historia de Brad Pitt y Jennifer Aniston se podría decir que “donde hubo fuego, una linda amistad queda”. Es que si para muchas parejas que se divorcian ser amigo del ex se convierte en algo imposible, los actores están demostrando que en algunas ocasiones se logra.
Algún divorciado podrá argumentar que, cuando no hay hijos de por medio ni fortuna para dividir, todo fluye. Pero también se podría contra argumentar que cuando fans y prensa siguen cada paso del ex con lupa esperando ver la reacción del otro resulta imposible elaborar un duelo. Sin embargo la estrella de Friends y el actor varias veces elegido como el más lindo del mundo parece que lo están logrando.
Se sabe cómo comenzó la historia. Los actores estaban en un momento de gloria laboral pero en una meseta sentimental. Era 1998 y ella acaba de romper con Tate Donovan y él con Gwyneth Paltrow. Hubo una cita organizada por sus representantes y hubo amor. En 1999 posaron juntos por primera vez en la antesala de los premios Emmy. Pronto se convirtieron en los novios más fotografiados. Conocedores del juego se mostraban sonrientes y felices en los eventos pero resguardaban bajo siete llaves su intimidad.
Mientras estaba de novio con Paltrow, un fotógrafo logró una imagen de Pitt desnudo en su habitación. El astro se prometió que no volvería a ocurrir y lo logró. Tanto que cuando la pareja se casó el 29 de julio de 2000 los 200 invitados más el personal que trabajó en la boda respetaron el acuerdo de confidencialidad a rajatabla. Nunca trascendieron detalles ni anécdotas. Solo se conocieron dos imágenes en blanco y negro que distribuyeron los mismos novios.
Como marido y mujer continuaron apareciendo en eventos y entregas de premios. En 2001, los fanáticos de Friends y de ambos actores vivieron un momento casi histórico cuando Brad aceptó grabar uno de los capítulos.
A fines de 2004, Pitt fue convocado para protagonizar con Angelina Jolie la película Sr. y Sra Smith. Un año después el matrimonio anunciaba su ruptura en un comunicado donde aseguraban "Vamos a mantenernos como cariñosos amigos, con gran amor y admiración el uno por el otro. Pedimos su amabilidad y sensibilidad”. Y sí, con el tiempo lo cumplieron.
Brad Pitt dejaba a Jenifer para iniciar una relación muy distinta con Angelina Jolie. Pitt no tenía hijos pero Angelina era la mamá de Maddox, a quien había adoptado dos años antes en Camboya. En abril de 2005 la pareja se mostraba junta y en julio Angelina adoptó a Zahara. Pitt inició los trámites para adoptar a ambos. En 2006 llegó Shiloh, su hija biológica. Luego adoptaron a Pax, un niño vietnamita y después nacieron los mellizos Knox y Vivienne.
Cada vez que Pitt volvía a ser padre no faltaba el periodista que le preguntaba a Jennifer por qué ella todavía no era madre. Cada vez que Pitt aparecía con Angelina y su familia numerosa volvían a preguntarle a Jennifer por qué se había divorciado de él o por qué no se volvía a casar. Y ella lejos de recordar que Brad había sido infiel y despotricar contra su ex simplemente sonreía y respondía por “diferencias irreconciliables”.
Incluso la vez que Pitt en una entrevista con Us Weekly declaró: "Me pasé los años 90 intentando esconderme (...) Comencé a hartarme de mí mismo sentado en un sillón, sujetando un canuto (de marihuana), escondiéndome. Empezó a parecerme patético”, dando a entender que su matrimonio había sido muy aburrido, Jennifer no salió a responder con “los tapones de punta” y su ex tuvo que disculparse.
Durante una entrevista, años más tarde, la actriz no pudo contener las lágrimas cuando le recordaron el embarazo de Jolie: sacando las cuentas era evidente que Brad le había sido infiel.
Jennifer siempre tuvo palabras de afecto para su ex. “Nos deseamos cosas maravillosas. Ninguno hizo nada mal. Es que a veces esas cosas pasan. Si solo la gente pudiera detener esa basura de novela que creen que existe entre nosotros. Por favor, más crédito para estos humanos", comentó al Hollywood Reporter en 2015.
Reacia a hablar de su pasado con Brad quizá porque lo pasado pisado o porque el tema todavía dolía, solo en una entrevista para Vanity Fair, Jen contó un poco sobre su divorcio: “Nos pusieron en un pedestal, pero éramos una pareja normal. Pensábamos diferente, y no puedes forzar una relación, ni siquiera cuando la gente la tiene idealizada”, dijo, y siguió: "No sabría lo que sé ahora si no me hubiese casado con Brad. Lo quiero y lo haré hasta el resto de mi vida. Es un hombre fantástico. No me arrepiento de nada. Pasamos siete años muy intensos juntos y aprendimos muchas cosas el uno del otro. Fue una bonita y complicada relación. Lo que me pareció triste fue la forma en que se redujo a un cliché de Hollywood”.
En 2016, el matrimonio de Pitt con Jolie sorpresivamente terminó. Había dos grandes preguntas a responder: por qué se separaron y qué pensaba Jennifer.
Hubo especulaciones sobre lo primero. Que Brad no pasaba mucho tiempo con sus hijos y que cuando lo hacía, mostraba poca paciencia. Que la adicción al alcohol del actor era incontrolable y que Angelina había estallado de ira cuando supo que su marido había llamado a Jennifer tras la muerte de su padre. En cuanto a la segunda incógnita, jamás hubo ni siquiera un trascendido.
La discreción de Jennifer lejos de ubicarla en el lugar de víctima despechada, la puso en el pedestal de “gran dama”. Porque si “la venganza es un plato que se come frío”, Jennifer contaba con todos los elementos para darse una gran panzada. Pero no lo hizo.
A los 50 años la vida la encontraba más que bien plantada. Convertida en una de las actrices más populares del planeta transita con soltura la comedia y el drama tanto en la gran pantalla como en series. Se calcula que su fortuna pasó los 200 millones de dólares y en 2018 la revista Forbes la ubicó entre las 5 actrices mejor pagas del planeta.
Reacia a mostrarse en redes, apenas abrió su cuenta en Instagram logró 13 millones de seguidores reales y no comprados. Harta de ser ubicada en el lugar de la mujer profesional exitosa pero desgraciada en su vida privada marcó camino en una entrevista en la revista Elle: “Vivimos en una sociedad que envía ciertos mensajes a las mujeres a cierta edad: debes estar casada y deberías tener hijos. Ese es el molde que estamos intentando romper lentamente -declaró- Lo que determina la felicidad en la vida de alguien no es el ideal que se creó en los años 50. Ese relato no lo escuchás para los hombres. Esto es parte del machismo, siempre la mujer es la despreciada, la desconsolada y la solterona. Nunca es lo contrario”.
Y mientras Jennifer brillaba ¿por dónde andaba Brad? Admitió que su consumo de alcohol se había salido de control e inició un tratamiento de rehabilitación. Pasó un año y medio en Alcohólicos Anónimos. “Veías a todos esos hombres sentados siendo abiertos y honestos de una manera que nunca había escuchado. Era un espacio seguro donde casi nadie juzgaba y, por lo tanto, no te juzgabas a ti mismo”.
La relación con sus hijos quedó dinamitada. Al festejo de su cumpleaños 56 solo fueron tres. Los mayores no hablan ni se encuentran con él, enojados por su divorcio. En 2018 un juez le exigió a Jolie que debía permitir que sus hijos estableciera “una relación sana y fuerte con su padre”, lo cual al menos con los tres mayores no está ocurriendo.
Cuando Jennifer cumplió 50 años sorprendió con una noticia: Brad fue uno de los invitados a su fiesta en un hotel de Los Ángeles. El actor intentó pasar desapercibido entre estrellas como Reese Witherspoon, Barbra Streisand, Ellen DeGeneres, Kate Hudson, Gwyneth Paltrow, Cindy Crawford, Robert Downey Jr, George y Amal Clooney y Courtney Cox, pero aunque se puso una boina negra no lo logró.
En las celebraciones prenavideñas la actriz otra vez invitó a su ex junto a varios amigos. Pero ella “realmente no le prestó ninguna atención especial a Brad. Se abrazaron y conversaron un poco, pero Jen estaba ocupada asegurándose de que todos los demás invitados la pasaran de maravilla”, dijo una fuente en aquella ocasión.
Se sabe que ambos se suelen llamar por teléfono y mantienen una especial relación, pero no hay fotos de esos momentos. Por eso la entrega de los SAG Awards se seguía con especial expectativa porque por fin se los vería juntos. Pitt estaba nominado y ganó como mejor actor de reparto por Once Upon a Time in Hollywood, mientras que Aniston se llevó el galardón por su papel principal en la serie dramática The Morning Show.
Pero los premios fueron un detalle, lo que trascendió fue una secuencia de fotos de los ex más famosos del mundo. “No te vayas”, eso es lo que parece decirle Brad a Jennifer en las fotos capturadas detrás del escenario. Mientras que Jennifer lo mira con cara de “mejor sí”. Una parece querer irse, él otro parece querer retenerla.
Pero si una imagen vale más que mil palabras mientras esperaba para volver al salón del Shrine Auditorium de Los Ángeles, el actor fue capturado embelesado mirando a su ex esposa en una de las pantallas ubicadas detrás de escena. La instantánea de Pitt frente a la televisión observando el momento en que Aniston escuchaba su nombre enloqueció a los fanáticos y se volvió viral en Twitter.
Hoy ambos están solos aunque una parece que es por opción y el otro por obligación. Sus seguidores sueñan con volver a verlos unidos, pero allegados aseguran que será imposible porque “No son estúpidos, y recuerdan por qué no funcionó”. El matrimonio naufragó, pero la amistad parece que va viento en popa será porque siempre es mejor un buen amigo que un mal ex.
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