La historia de la primera bandera de Belgrano: el rechazo del Primer Triunvirato y su debut en el campo de batalla

Las idas y vueltas en torno al nacimiento de la insignia el 27 de febrero de 1812, hace 212 años. Cómo la iniciativa del prócer alteró al gobierno y las alternativas que llevaron a su aprobación

Guardar
 Francois Casimir Carbonnier hizo este retrato en Londres en 1815, a Manuel Belgrano, el creador de la escarapela y la bandera y el artífice de los triunfos de Tucumán y Salta
Francois Casimir Carbonnier hizo este retrato en Londres en 1815, a Manuel Belgrano, el creador de la escarapela y la bandera y el artífice de los triunfos de Tucumán y Salta

Por una iniciativa de Manuel Belgrano se creó la escarapela por una cuestión práctica: evitar que sus soldados, muchos sin uniforme se identificasen en el campo de batalla y no se matasen entre ellos. La solicitó el 13 de febrero de 1812 y el 18 el Primer Triunvirato la autorizó, y así el distintivo celeste y blanco comenzó a lucirse prendida del pecho de los combatientes. Luego la Asamblea del Año XIII aprobó el 12 de marzo de ese año el Escudo Nacional. Dos meses después el mismo cuerpo sancionaba por aclamación la letra del Himno, fruto de la inspiración de una noche sin dormir de Vicente López y Planes.

La bandera era, de los símbolos patrios, la asignatura pendiente.

La primera bandera

Envalentonado por la aprobación de la escarapela, Belgrano se animó a darle forma a una enseña, cosida por la vecina María Catalina Echevarría de Vidal, una mujer de 29 años hermana de Vicente Echevarría, un abogado amigo de Belgrano. La mujer había sido criada por una familia que tenía un almacén de ramos generales en Rosario, y de ahí obtuvo las telas. Esa bandera, Belgrano la hizo jurar a sus soldados frente a las baterías a orillas del río Paraná el 27 de febrero de 1812. La izó por primera vez el vecino Cosme Maciel.

El día que Belgrano creó la bandera. Hubo salvas de cañón de la batería Independencia y vivas a la Patria. (Rafael del Villar. Complejo Museográfico Enrique Udaondo, Luján)
El día que Belgrano creó la bandera. Hubo salvas de cañón de la batería Independencia y vivas a la Patria. (Rafael del Villar. Complejo Museográfico Enrique Udaondo, Luján)

Al conocer la noticia, el Primer Triunvirato, especialmente a Bernardino Rivadavia, no le gustó nada. Es que entonces se contaba con el auxilio de Gran Bretaña para lograr el retiro de las tropas portuguesas de la Banda Oriental, siempre y cuando no haya más tensiones con España, aliada entonces de los ingleses. No era el momento oportuno para tener bandera propia. Rivadavia le pidió a Belgrano que la escondiese.

Pero como las comunicaciones demoraban semanas o meses en llegar, el 25 de mayo Belgrano, aprovechando el segundo aniversario de la Revolución de Mayo, la había hecho bendecir en Jujuy por el cura Juan Ignacio Gorriti. El militar había sido enviado a esa zona para hacerse cargo del Ejército del Norte.

En Salta, la bandera flameó por primera vez en batalla
En Salta, la bandera flameó por primera vez en batalla

Belgrano mandó hacer una a la que hizo pintar las armas de la Asamblea General Constituyente, y que donó al cabildo local. Luego, le respondió al gobierno que destruiría la enseña.

Pero los vientos políticos estarían a su favor. El 8 de octubre de 1812 por obra de la Logia Lautaro y de la Sociedad Patriótica cayó el gobierno y asumió el Segundo Triunvirato, que dio un nuevo impulso al movimiento independentista. Entonces el abogado devenido en general, a orillas del río Pasaje, la hizo jurar a las tropas el 13 de febrero de 1813. La llevaba el mayor general Díaz Vélez, y cada uno de los soldados la besó. Desde entonces ese río se llama Juramento.

Una semana más tarde, el 20, flamearía por primera vez en el campo de batalla en Salta.

La declaración de la independencia fue un primer paso y brindó las herramientas a José de San Martín para encarar su cruzada libertadora al mando de un ejército de un país debidamente constituido. Pero luego de ese martes 9 de julio de 1816 aguardaban a los diputados un largo temario que incluía qué forma de gobierno debíamos darnos y diversas cuestiones referidas a la economía, al ámbito militar y a la educación. Era el “Plan de materias de primera y preferente atención para las discusiones y deliberaciones del Soberano Congreso”.

Una de las dos banderas descubiertas en 1883 detrás de un cuadro. Habrían estado en Vilcapugio y Ayohuma y Belgrano habría mandado a esconderlas
Una de las dos banderas descubiertas en 1883 detrás de un cuadro. Habrían estado en Vilcapugio y Ayohuma y Belgrano habría mandado a esconderlas

Había que discutir un modelo de país.

Fue el diputado del Alto Perú, Esteban Gascón, quien puso en el tapete la cuestión de la bandera. Gascón, cuyo nombre había integrado la lista de candidatos a director supremo, en el que finalmente resultaría electo Juan Martín de Pueyrredón, argumentó que la bandera celeste y blanca ya era utilizada, pero que no existía una norma legal que fundamentase su uso.

Declarada la independencia en Tucumán, era momento para un pronunciamiento sobre la enseña. Como Gascón pretendía que la cuestión se aprobase, puso en consideración el tema de aprobar una bandera menor.

La bandera menor era la de uso civil, que no incluía las armas del país porque hasta entonces no nos habíamos puesto de acuerdo sobre la forma de gobierno que adoptaríamos. ¿Tendría que incluir el escudo de un monarca inca, tal los deseos de Belgrano? Ya habría tiempo de abocarse a la discusión sobre el diseño de una bandera mayor cuando se hayan establecido la forma de gobierno. El 20 de julio Gascón presentó el proyecto que fue aprobado el 25 por unanimidad. “…será su peculiar distintivo la bandera celeste y blanca de que se ha usado hasta el presente, y se usará en lo sucesivo exclusivamente en los ejércitos, buques y fortalezas, en clase de bandera menor, ínterin, decretada al término de las presentes discusiones la forma de gobierno más conveniente al territorio, se fijen conforme á ella los jeroglíficos de la bandera nacional mayor”.

Ese mismo 25 se celebró la independencia en Tucumán y soldados, milicianos y pobladores se reunieron en el campo de batalla donde dos años antes se había derrotado a los españoles.

En cuanto a la bandera mayor sería aprobada el 25 de enero de 1818, cuando se le incluyó el sol de mayo.

Momento en que María Catalina Echevarría sostiene la bandera que es bendecida por el padre Julián Navarro. Esta representación, obra de Eduardo Barnes, se encuentra en el Monumento a la Bandera (Facebook Monumento a la Bandera)
Momento en que María Catalina Echevarría sostiene la bandera que es bendecida por el padre Julián Navarro. Esta representación, obra de Eduardo Barnes, se encuentra en el Monumento a la Bandera (Facebook Monumento a la Bandera)

Después de la derrota de Ayohuma, en el pueblo de Macha, mientras emprendía la retirada, Belgrano le pidió al cura Juan de Dios Araníbar esconder dos banderas, para que no cayesen en poder del enemigo. Por 1883 un cura, limpiando el lugar las encontró, detrás de un cuadro de Santa Teresa. Una se conserva en el Museo Histórico Nacional y la otra está en la Casa de la Libertad, en Sucre.

El 24 de septiembre de 1816, en ocasión del cuarto aniversario del triunfo sobre los realistas en Tucumán, el creador de la escarapela presentó la enseña patria al Ejército del Norte. Se había hecho justicia, como con María Catalina Echevarría, que quedó inmortalizada en una representación en el Monumento a la Bandera, que parece que tuvo un nacimiento bien argentino.

Guardar

Últimas Noticias

El combate de la Vuelta de Obligado: tres filas de cadenas, 20 cañones y centenares de hombres ante una poderosa flota extranjera

Pasaron 179 años de un enfrentamiento que se transformó en símbolo de la defensa de la soberanía nacional. Hacer valer los derechos del país sobre los ríos interiores desencadenó un conflicto de proporciones con Gran Bretaña y Francia. Una acción llena de épica y coraje, de la que Juan Manuel de Rosas saldría fortalecido
El combate de la Vuelta de Obligado: tres filas de cadenas, 20 cañones y centenares de hombres ante una poderosa flota extranjera

La batalla de Ayohuma: el error de Belgrano, su renuncia al ejército y la valentía de María Remedios del Valle

Este combate fue un duro revés para el creador de la bandera, que motivó que fuera reemplazado por José de San Martín. Intentó sobreponerse a la derrota en Vilcapugio, pero una mala lectura de los movimientos del enemigo selló su suerte
La batalla de Ayohuma: el error de Belgrano, su renuncia al ejército y la valentía de María Remedios del Valle

Cotagaita: el pánico del jefe de la artillería y un intercambio de disparos en el primer combate por la Independencia

Se produjo el 27 de octubre de 1810, durante cuatro horas, entre tropas del Ejército del Norte y fuerzas realistas. La refriega terminó cuando se agotaron las municiones. Aún así Cotagaita, que sucedió doce días antes de Suipacha, es considerado el primer encuentro armado en las luchas por declararnos independientes
Cotagaita: el pánico del jefe de la artillería y un intercambio de disparos en el primer combate por la Independencia

El sangriento combate de Trafalgar: la muerte de Nelson, el trágico final de Villenueve y el premio al futuro virrey Cisneros

Frente a las costas de Cádiz se desarrolló el 21 de octubre de 1805 una batalla naval de proporciones entre la flota británica contra una francesa y española. Napoleón se jugaba el predominio de toda Europa y Gran Bretaña estaba dispuesta a desbaratar sus planes
El sangriento combate de Trafalgar: la muerte de Nelson, el trágico final de Villenueve y el premio al futuro virrey Cisneros

El final de Roca, lejos de la política: los viejos romances que extrañaba y sus últimos tiempos dedicados a la familia y amigos

Fue dos veces presidente y pasó sus últimos años con largas temporadas en Europa. Cuando regresaba se recluía en alguna de sus estancias para esquivar al ambiente político a sabiendas de que, muerto Bartolomé Mitre, era la figura de mayor relevancia en el país. El último Julio A. Roca, a 110 años de su muerte
El final de Roca, lejos de la política: los viejos romances que extrañaba y sus últimos tiempos dedicados a la familia y amigos