Cada vez que hablamos del 25 de mayo de 1810, visualizamos el edificio del cabildo de Buenos Aires. Pero un cabildo no es un edificio. Más bien, en muchas localidades de lo que hoy es el territorio argentino hubo edificios que albergaron a cabildos. Muchos se mantiene en pie, otro fueron demolidos.
El término de Cabildo proviene del latín “Capitulum” es decir cabezas. Y era una adaptación de los ayuntamientos medievales que había en el reino de España, y que tomaban la forma de los “cabildos catedralicios” que aún hoy subsisten en algunas catedrales. Era el órgano municipal por medio del cual los vecinos velaban por los problemas judiciales, administrativos, económicos y militares del municipio, hoy serían los consejos deliberantes de cada municipio.
A partir de los primeros años de la conquista, en América se constituyó un eficaz mecanismo de representación de las élites locales frente a la burocracia real. Diversas disposiciones pretendieron someterlas a la autoridad de los representantes del rey de España, pero la lejanía con la metrópoli obligó a admitir un alto grado de autarquía, al menos hasta fines del siglo XVIII, cuando las reformas borbónicas avanzaron sobre las atribuciones de los cabildos, principalmente por la creación de las intendencias.
El virreinato del Río de la Plata tenía los cabildos de las actuales ciudades de dentro del actual territorio argentino. También los tenían Tarija , Sucre y Potosí en la actual Bolivia y Canelones en Uruguay. Estaban compuestos por un regidor, alcaldes de 1er y 2do voto, alférez real, alguacil mayor, fiel ejecutor, procurador, escribano real, alcaldes de santa hermandad, depositario general, tesorero, contador y portero.
Estos fueron los más destacados:
Buenos Aires
Cuando Juan de Garay restableció la urbe de la Santísima Trinidad del Puerto de Nuestra Señora del Buen Ayre en el año 1580, asignó al Cabildo el tramo de tierra en el cual se asienta en la actualidad. Hacia 1608, el alcalde Manuel de Frías planteó la urgencia de erigir una estructura edilicia, dado que las sesiones se llevaban a cabo en las residencias de los cabildantes o, en ocasiones, en un espacio dentro del fuerte.
La primera edificación fue supervisada por el maestro de obras Juan Méndez e incluía dos recintos. Hernando de la Cueva colaboró realizando la estructura de soporte, mientras que Pedro Ramírez se encargó de las entradas y ventanas, y Hernando Álvarez de pintarlo a la cal. Fue culminado en el año 1610, aunque en 1612 se destinó por completo como prisión, lo que llevó a que las reuniones regresaran a la fortaleza. Para 1632, debido a la falta de mantenimiento, la estructura comenzó a deteriorarse. Tres años después, se planteó la idea de erigir una nueva, y en 1685 se ideó un edificio de dos pisos que nunca se materializó.
En 1711, la Corona otorgó la autorización para la construcción de una edificación más sólida, sin embargo, fue recién el 23 de julio de 1725 cuando se dio inicio a la construcción del nuevo edificio, siguiendo los planos diseñados por los arquitectos jesuitas Giovanni Battista Primoli y Andrea Bianchi. Este último, conocido por ser el arquitecto de varios templos de la ciudad, diseñó la fachada. La característica distintiva fue la torre campanario, que se erigía como el punto más alto de la ciudad en la zona de la actual Plaza de Mayo. La cornisa curvada en la base de la torre se inspiró en el pórtico similar del santuario della Madonna dei Ghirli, un lugar de peregrinación en la provincia de Como, Lombardía, de donde procedía Andrea Bianchi. Un antepasado suyo había diseñado este pórtico. Los toques finales se concluyeron en 1740. En 1748, Diego Cardoso fortificó las puertas del edificio y añadió rejas a las ventanas, que hasta entonces solo tenían postigos, a cambio de chocolate.
En octubre de 1763, se adquirió un reloj en Cádiz con el fin de instalarlo en la torre. Fue instalado en 1765 cuando la torre se terminó de construir. Un detalle anecdótico sobre la torre es que fue la única que contó con un reloj, privilegio que fue denegado a la Catedral (que adquirió sus torres mucho después y sufrieron colapsos con el tiempo). La razón dada fue que si hubiera dos relojes uno frente al otro, no se podría conocer la hora con precisión, ya que al ser mecánicos podrían mostrar diferencias en la hora. Al haber solo un reloj, la hora oficial era la de la única torre con reloj en la ciudad. Luego, el privilegio de ser la “hora oficial de la ciudad” pasó al reloj de la torre del antiguo Concejo Deliberante de Buenos Aires, manteniendo el derecho de indicar la hora oficial de la ciudad. En 1783, se completó la construcción de la capilla interior del edificio.
Desde 1879, tras la disolución del Cabildo como institución, el edificio sufrió distintos cambios, hasta llegar -aún con esas modificaciones- a ser uno de los pocos lugares que la ciudad conserva de su época colonial.
Luján
El Cabildo de Luján fue una institución creada en enero de 1756, luego que el poblado de Luján fuera declarado Villa en 1755 y comenzó a sesionar en casas particulares y su construcción fue terminada alrededor de 1780. Desempeñó su rol político, administrativo, económico, de inspección, vigilancia y seguridad, defensa de la población, celebración de festividades civiles, eclesiásticas y lo relacionado al interés público. La región que abarcaba este cabildo iba desde la Villa de Luján hasta el fuerte de San Carlos en Mendoza. El Cabildo de Luján fue el primero en reconocer al primer gobierno patrio. Fue lugar de tránsito y estancia de los generales Manuel Belgrano y José de San Martín. Aquí se designó a un gobernador de la Provincia y también estuvo preso por largos años el legendario general José María Paz junto con su esposa. Lo que hoy comúnmente se le llama “La casa del Virrey” ubicada al lado del cabildo era en realidad el lugar del “Real estanco de tabaco y naipes de la corona”. En 1821 se suspendieron sus actividades y autoridad y fue sede del juzgado de paz, policía y gobierno municipal hasta 1910.
Jujuy
Lo fundó Don Francisco de Argañarás el 16 de abril de 1593 en la ciudad de san Salvador de Velazco (así se llamaba la actual san Salvador de Jujuy). Al día siguiente, Argañarás eligió a Rodrigo Pereyra como escribano, fundó el archivo de la ciudad y decidió la apertura del libro del Cabildo. Si bien no se conoce la fecha exacta de la edificación, se sabe que, poco después de la fundación, Argañarás pidió «que el Cabildo lo edificasen lo más breve que pudieran». Luego se informó que la ciudad se «ha puesto y señalado casas de Cabildo y cárcel».
El 25 de mayo de 1812, Manuel Belgrano presentó la entonces recién creada Bandera Nacional al pueblo y al ejército, dentro del Cabildo de Jujuy. Luego de ser bendecida en la Iglesia Matriz y el 25 de mayo del siguiente año, Belgrano da al cabildo jujeño la bandera Nacional de la Libertad Civil, como símbolo de gratitud, la cual se encuentra hoy en una sala en la casa de gobierno de esta provincia. El 18 de noviembre de 1834 se realizó, en este Cabildo la jura del acta de la autonomía política para independizarse de Salta. El 1 de enero de 1838, por orden del Gobernador Pablo Alemán, se disolvió el funcionamiento de la misión de los cabildantes, siendo así el último cabildo argentino en ser abolido. El 15 de enero de 1863, un fuerte sismo hizo que el edificio quedará prácticamente en ruinas. Así que se decidió demolerlo y reconstruirlo como era, y las obras concluyeron en 1867. El 14 de julio de 1941 fue declarado Monumento Histórico Nacional por Decreto N° 95 687.
Purmamarca
Se encuentra ubicado frente a la plaza central y fue construido a mediados del siglo XIX. De una sola planta y con un pórtico de cuatro arcadas, posee gruesas paredes de adobe que duplican el espesor de las construcciones actuales. En la recova se puede observar el antiquísimo cielorraso de tablas de cardón y por fuera, la torta de barro que recubre el techo. Es el Cabildo más pequeño de la Argentina y el edificio se ha convertido en un icono arquitectónico, histórico y social del lugar, ya que es considerado uno de los últimos diez cabildos tradicionales que aún persisten en la Argentina. Hoy funciona como sala cultural y centro de exposiciones.
Salta
El 16 de abril de 1582, el licenciado Don Hernando de Lerma, en nombre de la Santísima Trinidad, de la Virgen Santa María, del Apóstol Santiago y de Su Majestad el Rey de España, fundó la ciudad de Lerma en el valle de Salta, distribuyendo los solares para el Cabildo, la Catedral y los primeros vecinos. El actual edificio del cabildo de Salta se inauguró en noviembre de 1789 con motivo de la coronación del Rey Carlos IV. En 1797, ante la necesidad de colocar en un lugar visible el reloj público que se había quitado de la Iglesia de la Compañía de Jesús, se construyó la torre del Cabildo. La misma mantiene una estructura independiente ya que los muros no soportaban su peso y se la ubicó descentrada de la línea de construcción horizontal. Cesó en sus funciones oficiales hacia el año 1821, pero continuó activo en sus locales la policía y la sede de la Casa de Gobierno hasta 1880. Luego fue vendido en pública subasta a particulares, siendo ocupado por propietarios, inquilinos, locales de negocios y hasta hubo en él un hotel. Más adelante fue parcialmente demolido: desaparecieron la sala capitular, tres arcos de la planta baja y cuatro del alta. En 1936 se lo declaró Monumento Histórico Nacional. En 1942 se encaró su restauración bajo la dirección del arquitecto Mario Buschiazzo, abriendo sus puertas como Museo Histórico en agosto de 1949. Considerado actualmente como el cabildo más completo y mejor conservado de la Argentina, aloja en su interior al Museo Histórico del Norte en la planta baja y al Museo Colonial y de Bellas Artes en la planta alta. Fue allí donde Manuel Belgrano, luego de ganar la Batalla de Salta, el 20 de febrero de 1813, nombró gobernador militar de la provincia a Eustoquio Díaz Vélez, quien colocó la bandera argentina por primera vez en el balcón del Cabildo y los trofeos apoderados de los realistas en su sala capitular.
Tucumán
Fue construido en el siglo XVIII, según las Órdenes Reales de la corona española, y estaba ubicado sobre la Plaza Mayor, que en la actualidad es la Plaza de la Independencia. En 1908, por orden del gobernador Luis Nougués, fue demolido junto a dos casas linderas, las de Próspero García y Tiburcio Molina. En ese lugar, hoy, se levanta la Casa de Gobierno de Tucumán.
Córdoba
En sus más de 400 años de existencia, el emblemático Cabildo de Córdoba tuvo múltiples usos que guardan infinidad de historias y fue escenario de toma de decisiones políticas, sociales y judiciales importantes. Las actas capitulares redactadas en los años posteriores a 1573 (fundación de Córdoba) ya indicaban su existencia. Se empezó a construir en 1588 y concluyó en 1610, aunque no con sus características actuales. Por aquel entonces, se llamó Cabildo de Justicia y Regimiento de Córdoba. Durante la dominación española tuvo la función de ayuntamiento colonial: organizó los asuntos vecinales, dictó leyes, fijó el precio de los productos y rigió la educación, la salud y la seguridad, además de operar como cárcel pública. Fue remodelado a partir de 1786, por decisión del primer gobernador intendente de Córdoba, Rafael de Sobremonte y Núñez, más conocido como Marqués de Sobremonte. Hasta 1821 fue propiedad de España. En 1822 pasó a manos del Gobierno provincial y, durante años, fue sede gubernamental. Después, también albergó a la Sala de Representantes. Dejó de funcionar a fines de 1824, durante el gobierno de Juan Bautista Bustos.
A partir de la tercera década del siglo XIX el Cabildo de Córdoba fue el despacho de los gobernadores, entre ellos Bustos (el primero), Manuel López, Antonio del Viso y Miguel Juárez Celman, por citar algunos. En 1881 se construyó una torre sobre la segunda planta, como tenían otros cabildos, y se colocó un reloj, pero más tarde fue demolida. El segundo piso se retocó con detalles clasicistas que son los que lucen hoy. Desde comienzos del siglo 20 y hasta fines de la década de 1980, fue la base de operaciones de la Jefatura de Policía de Córdoba. En el Cordobazo en 1969 y la época de la dictadura se usó como comando policial, además de espacio de detención clandestino. En 1989, ya en manos de la Municipalidad de Córdoba, el Cabildo fue transformado en espacio cultural y museo de la ciudad. Se empezaron a realizar espectáculos y muestras de arte y de objetos arqueológicos urbanos. Desde el 10 de diciembre de 2011 es sede de la Secretaría de Cultura municipal. Hoy, el Cabildo cordobés mantiene intacta su recova de 15 arcadas, sus dos patios y las tejas musleras. En el subsuelo, donde estaban las celdas para presos, se conservan muros de ladrillo, piedra bola y argamasa. El 14 de mayo de 1941 el Cabildo cordobés fue declarado Monumento Histórico Nacional por decreto 90.732.
La Carlota
El de la ciudad de Córdoba no fue el único cabildo de la región mediterránea. El 12 de abril de 1797, y a solicitud del gobernador intendente Rafael de Sobremonte, el rey Carlos IV de España firmó la Cédula que transformó al pueblo de “Punta del Sauce” en “la muy noble y leal Villa Real de La Carlota”, denominada así en honor al propio nombre del monarca. Como consecuencia de esa disposición se estableció el Cabildo, surgieron otras instituciones, llegaron nuevos recursos y se generaron más beneficios para los pobladores.
Río Cuarto
También esta localidad cordobesa supo tener el suyo. Fundado el 19 de marzo de 1798, comenzó a funcionar a instancias de Sobremonte como Cabildo de la Villa de la Concepción del río Cuarto, presidido por el alcalde D. Juan Bautista López y cuatro regidores, que debían renovarse anualmente. Este Cabildo reconoció la Junta de Gobierno de Buenos Aires el 9 de agosto de 1810 y juró la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata el 31 de agosto de 1816.
Mendoza
Su acto fundacional ocurrió el 2 de marzo de 1561. Sin embargo, le faltó un espacio propio para llevar a cabo sus reuniones hasta que finalmente, en el año 1607, se levantó su edificio. Localizado en el costado oriental de la plaza Pedro del Castillo actual, donde hoy en día se alberga el Museo del Área Fundacional, en ese mismo terreno había tenido lugar anteriormente un matadero y más tarde una feria municipal.
El edificio ancestral del Cabildo, según descripciones de la época, ostentaba dos pisos y exhibía una fachada con trece arcos de ladrillo, coronada por un balcón superior que miraba hacia la plaza. Las tres arcadas superiores de esta estructura conformaban las salas capitulares; mientras tanto, el techo estaba compuesto de caña, cortadera y tejas. Dentro del mismo edificio del Cabildo se encontraba la prisión, y hacia el norte del terreno, se alzaba el muro de ejecuciones.
El terremoto del 20 de marzo de 1861 redujo el Cabildo a escombros. Como resultado de este desastre, la ciudad fue trasladada, y hacia finales de 1877, en ese mismo sitio, se erigió un matadero que continuó operando hasta 1927.
Posteriormente, alrededor de 1940, se decidió que este espacio albergara la Feria Municipal, que siguió funcionando hasta principios de la década de 1980, momento en el cual el edificio fue demolido. El 20 de febrero de 1993, en esa misma área, se inauguró el Museo del Área Fundacional. El terreno que en su momento ocupó el Cabildo, junto a la Plaza Fundacional, fue oficialmente designado Lugar Histórico Nacional por medio del Decreto Nº 1.825/67.
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San Luis
En la ciudad de La Punta, en la actualidad, la provincia de San Luis construyó una réplica del Cabildo original que existía en la ciudad de Buenos Aires en 1810. Pero no hay que confundir a éste con el que existió en la capital puntana durante el Virreinato del Río de la Plata. Su establecimiento definitivo ocurrió en 1691, y se le asignó un lugar privilegiado para su edificación en la Plaza Mayor o Plaza de Armas, que actualmente es ocupado por la Casa de las Culturas. El 13 de junio de 1810 sucedió un hecho fundamental: los integrantes del Cabildo de San Luis respaldaron a la Primera Junta gubernativa que emergió en Buenos Aires y dieron su apoyo a la Revolución de Mayo.
Durante el período en que José de San Martín se convirtió en Gobernador Intendente de Cuyo en 1814, el Cabildo tenía responsabilidades judiciales y ejecutivas, y representaba a la jurisdicción y a su población. San Martín reconoció la importancia de obtener el respaldo de los cabildantes para sus planes de organizar el Ejército de los Andes y liberar Chile del dominio español. Para lograrlo, contó con la asistencia esencial del Teniente Gobernador Vicente Dupuy, quien en algunas ocasiones presidió la institución. Entre 1814 y 1820, este respaldo crucial se mantuvo sólido, a pesar de ciertas resistencias y obstáculos.
Corrientes
El cabildo nació con la ciudad el 3 de abril de 1588. Tras varias construcciones demolidas, el último edificio se alzó en 1815 en la calle Fray José de la Quintana entre Salta y Buenos Aires, en el espacio donde hoy se erige la Jefatura de Policía. Para 1847, se emprendieron arreglos y adaptaciones. Los calabozos, parte de la prisión que operaba en el edificio, fueron reparados, y se realizaron obras en escaleras y aberturas para hacer del Cabildo un lugar más cómodo. Sin embargo, su existencia sería efímera, durando apenas medio siglo.
En 1857, bajo el gobierno de Pujol, nuevas obras y usos fueron asignados al edificio. Se transformó en Casa de Justicia albergando a Tribunales y Jueces, dando un giro a su función. La estructura creció al anexar terrenos adyacentes. La consolidación del sistema de celdas en el interior del Cabildo tuvo lugar en la misma época. Antes, los detenidos eran exhibidos bajo las portadas del Cabildo hacia la plaza, pero las celdas se erigieron como una medida de higiene y respeto. El rápido crecimiento de la ciudad en el siglo XIX y su inevitable deterioro llevaron a nuevas intervenciones. El adoquinado de la calle Quintana en 1897 generó daños en los muros exteriores. Los intentos por estabilizar el Cabildo chocaron con cimientos irregulares y una estructura en declive. Finalmente, en 1905, el icónico edificio cayó. Casi cien años de remodelaciones no lograron darle una estabilidad duradera. El Cabildo se unió a otros edificios desaparecidos en los albores del siglo XX.
Santa Fe
La ciudad fue fundada por Juan de Garay en 1517, cuando se mudó en 1660 a su localización actual debido a las inundaciones, uno de los primeros edificios que se construyeron fue el del cabildo, que desempañaba los roles de gobierno y justicia. La estructura inicial era frágil, con paredes de tapia y adobe, y techos de caña y madera. Debido al deterioro, en 1814 las autoridades tomaron la decisión de construir un nuevo edificio, que se concluyó en 1821 y fue costeado por loa vecinos de la ciudad.
Dentro de susparedes, el cabildo fue escenario de acontecimientos trascendentales, como la proclamación de la autonomía provincial en 1815 y la ratificación de la Constitución Nacional en 1853. El 10 de diciembre de 1907, el salón principal del Cabildo fue escenario de la inauguración solemne de la Convención Reformadora de la Constitución Provincial. Fue el último evento de relevancia en el recinto. Un año más tarde, debido a la antigüedad de la edificación, el gobierno provincial decidió su demolición.