Daniel Degani es un médico argentino que vive en Aviñón, Francia, desde el año 1998. A comienzos de los años 2000, un 9 de julio, paseaba por Bormes-les-Mimosas, un pueblito de la Costa Azul, cuando escuchó los acordes del Himno Nacional argentino. Creyó que la nostalgia lo estaba haciendo alucinar. Pero no, en una plazoleta del pueblo estaba concluyendo un pequeño acto de homenaje a un hijo del lugar, el corsario de bandera argentina Hipólito Bouchard.
Se acercó emocionado a conversar con el alcalde de Bornes, presente en el acto. Supo que esa ceremonia se venía realizando desde 1983 y que no había participado ninguna autoridad argentina.
"Tomé la posta inmediatamente -contó Degani a Infobae– y actualmente este homenaje dura 4 días, del 6 al 9 de julio, con distintas actividades, incluido un Festival de Tango bajo la dirección artística de Dhyana Baldo, bailarina profesional, que reside mitad en Buenos Aires, mitad aquí".
Todo el pueblo se engalana para la ocasión, con banderas francesas y argentinas, cuenta. Hay charlas, conferencias, actos, asisten delegaciones de las Marinas argentina y francesa y hasta se puede comer "choripán" en las calles, por iniciativa de un restaurante local que consultó con Degani qué comida argentina típica se podía servir para honrar la fecha.
En el video que sigue, puede verse el momento en que suena el Himno Nacional argentino seguido de La Marsellesa. Ceremonia que se repite año a año, en la plazoleta Bouchard, en presencia de autoridades civiles y de la Marina de ambos países.
"El 9 de julio último -dice Degani-, por ser 2018 el año del Centenario del fin de la Primera Guerra Mundial, asistieron al homenaje a Bouchard, el director de Sanidad de la Armada, comodoro Marcelo Christian Tarapow, quien dictó una conferencia sobre el hospital de guerra que la Argentina levantó en París en esos tiempos y en el cual sirvieron los prestigiosos cirujanos Pedro Chutro y Ricardo Finochietto. entre otros".
También Degani, que nació en Paraná, es médico cirujano. Trabajó en la Armada y también en el hospital de Clínicas.
En 2010, el capitán de navío Jorge Bergallo -a quien los argentinos conocimos hace poco porque su hijo Ignacio era el 2° Comandante del submarino Ara San Juan– le propuso a Degani abrir una delegación del Instituto Nacional Browniano -que Bergallo presidía por entonces- en Francia. Hoy esa delegación es una realidad y Degani la preside junto con un marino francés, Laurent Pavlidis, historiador y escritor, que dirige el Museo de Historia Marítima de Saint-Tropez.
Ese puerto mediterráneo es especialmente conocido por su faceta showbiz. Ahora, gracias al Museo, recientemente renovado, los habitantes de Saint-Tropez están descubriendo el gran papel que jugó su ciudad-puerto en el desarrollo de las rutas comerciales mundiales y en los viajes de exploración.
Saint-Tropez fue un verdadero semillero de marinos que, al compás de la expansión comercial, la colonización y las guerras, se fueron diseminando por el mundo. Muchos de ellos, como "nuestro" Bouchard protagonizaron verdaderas hazañas en el mundo.
Hoy, este corsario de bandera argentina figura en el podio de los tres personajes más grandes que ha dado la región, junto con el general Jean-Francois Allard (1785-1839), que sirvió bajo las órdenes de Napoléon, y el almirante Pierre André de Suffren de Saint-Tropez (1729-1788), célebre por sus triunfos sobre los ingleses en el Océano Índico.
Pero hasta hace pocos años, Hyppolite Bouchard era un perfecto desconocido en Francia. Gracias a la iniciativa de la municipalidad de Bormes, que empezó con estas ceremonias en 1983, y al empuje que en los últimos años le dieron Daniel Degani y su amigo Laurent Pavlidis, en el año 2010, Bicentenario de la Revolución de Mayo, la ciudad de Saint-Tropez le dedicó el año a la ARgentina y se editó la primera biografía de Bouchard en francés.
Bormes-les-Mimosas tiene 7500 habitantes. Hoy el pueblo posee una plaza con monumento dedicado a Bouchard. El paisaje de la Riviera es uno de los más lindos de Francia. A esa comuna pertenece el Fuerte de Bregançon, en una isla frente a la costa, que es utilizado como residencia de verano de los presidentes de Francia.
Este año, en agosto, la Primera Dama, Brigitte Macron, hizo una recorrida por Bormes y, naturalmente, pasó por la plaza Bouchard y se detuvo frente al monumento donde el alcalde Arizzi le contó de quién se trataba.
Todos los años, la Fragata Libertad pasa por Bormes-les-Mimosas en su periplo mundial. Como el puerto es demasiado pequeño para atracar, destaca una comisión de cadetes que va a rendir homenaje a Bochard.
En las últimas conmemoraciones, la delegación argentina de funcionarios presentes va creciendo. Al cónsul general de Argentina en Francia, se unen autoridades navales.
Pero además, gracias a estos fortalecidos vínculos entre Argentina y Francia a partir del recuerdo y homenaje al marino Bouchard suceden otras cosas significativas: el 29 de noviembre de 2017, el municipio de Bormes-les-Mimosas fue uno de los primeros lugares donde se homenajeó a la tripulación del desaparecido submarino ARA San Juan. El Alcalde y todo el Concejo Municipal participaron del acto.
El imponente busto de Bouchard, en bronce, que parece presidir Bormes, ya que el monumento está emplazado en la parte más elevada del pueblo, fue donado por la Marina argentina, al igual que el que se encuentra en el Museo de Saint-Tropez, que es idéntico al de la plaza de Bormes.
En este video de la televisión local, puede verse a Laurent Pavlidis en el Museo de Saint-Tropez, explicando quién fue Bouchard.
Degani y Pavlidis no se limitan a homenajear a Bouchard; también han estado hurgando en todos los archivos posibles para reconstruir la etapa menos conocida de la vida del marino francés, que se inició en los oficios del mar en Saint-Tropez y luego en la Escuela de Marina de Toulon, que es justamente su etapa "francesa".
Entre otras cosas han esclarecido el misterio del nombre. Nacido como André Paul Bouchard, por mucho tiempo se especuló sobre los motivos por los cuales adoptó el Hippolyte (luego castellanizado). Fue en recuerdo de su hermano menor de quien se separó siendo éste muy chico.
Degani destaca además el hecho de que en Buenos Aires actuó otro Hippolyte, también originario de la zona. Es uno de los personajes que aparecen en el cuadro de Charles Fouqueray, La Reconquista de Buenos Aires, en el que se ve la rendición de Beresford. Se trata de Hippolyte Mordeille, también nacido en Bormes, que jugó un papel importante en el asalto final al fuerte de Buenos Aires: fue él quien obtuvo la espada de William Carr Beresford.
En el año 2014, una delegación de Bormes-les-Mimosas visitó Buenos Aires, para recorrer todos los sitios vinculados a Hipólito Bouchard y en especial el panteón donde está su sepultura.
Por otra parte, el historiador Miguel Ángel de Marco, actual director del Instituto Nacional Browniano, presentará muy pronto una biografía de Bouchard.
Un aporte más al rescate de personajes admirables de nuestro pasado cuyo nombre conocemos porque está grabado en el bronce -plazas, calles, monumentos- pero cuya trayectoria muchas veces ignoramos.
Una de las tareas de la delegación del Instituto Nacional Browniano en Francia, además de difundir la trayectoria de Guillermo Brown y los lazos de amistad entre ambos países, y en especial entre sus Marinas, es investigar sobre la vida de marinos franceses poco o nada conocidos en su propio país y que tuvieron gran protagonismo en la historia de América Latina. Es el caso de Bouchard, pero también el del maltés Juan Bautista Azopardo, el de Ángel Hubac, otro marino francés que actuó en el Río de La Plata, y el del ya mencionado Hippolyte Mordeille.
La trayectoria de Bouchard se merece todo menos el olvido. Fue uno de los primeros marinos en circunvalar el mundo, y el segundo francés en hacerlo, como bien recuerda Daniel Degani. Antes fueron los españoles Magallanes y Elcano, luego los ingleses Drake y Cavendish, y el también francés Louis Antoine de Bougainville (en torno a 1766), quien le dio nombre a nuestras Malvinas, por ser originario del puerto de Saint-Malo las llamó Malouines…
El periplo de Hipólito Bouchard está cargado de simbología para los argentinos. No sólo su nave llevaba el nombre "Argentina" muchos años antes de que esa fuese la denominación oficial de nuestro país -así bautizó él a este barco "recuperado" en su campaña en las costas chilenas y peruanas a las órdenes de Guillermo Brown– sino que zarpó de Buenos Aires el 9 de julio de 1817, fecha del primer aniversario de nuestra Independencia, llevando consigo varias copias del Acta firmada en Tucumán, para dar a conocer al mundo el surgimiento de una nueva Nación.
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