El plan de los militares argentinos para asesinar a los dirigentes de Montoneros en el exterior, según la CIA

Entre los documentos desclasificados, un cable detalla la creación de un grupo especial para secuestrar y matar en Francia, Italia y España; parece el antecedente de la Operación México, el intento de asesinato de Mario Firmenich

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Carátula del documento de la CIA desclasificado ahora que cuenta cómo los militares planearon asesinatos de los líderes de la guerrilla en territorio extranjero.
Carátula del documento de la CIA desclasificado ahora que cuenta cómo los militares planearon asesinatos de los líderes de la guerrilla en territorio extranjero.

Los gobiernos de Francia e Italia se escandalizaron por el pedido. El de España tenía problemas más urgentes. Los tres recibieron, en 1977, una solicitud de la presidencia de facto de Argentina para realizar en sus territorios operaciones de secuestro y asesinato de los dirigentes guerrilleros que se hallaban en el exterior.

Ante la negativa, los militares decidieron congelar el plan europeo y considerar alternativas. Parece tratarse del antecedente de la Operación México: el famoso intento de asesinato de la cúpula de Montoneros, en el DF en 1978, que abortó Tulio Valenzuela, secuestrado por los militares e increíblemente condenado luego por las personas a las que salvó.

El Cable de Inteligencia IN205752, "Planes de los agentes de seguridad argentinos para asesinar a los líderes subversivos en el extranjero si es posible", cuenta el modo en que la última dictadura creó un grupo especial a tal fin. Pertenece al último paquete de documentos desclasificados en los Estados Unidos sobre los años 1976-1983 y es un telegrama de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Mario Firmenich, dirigente principal de Montoneros, estuvo en la mira de los militares en Madrid, además de en México, como se conoció por la denuncia de Tulio Valenzuela. (NA)
Mario Firmenich, dirigente principal de Montoneros, estuvo en la mira de los militares en Madrid, además de en México, como se conoció por la denuncia de Tulio Valenzuela. (NA)

"Un equipo especial se ha formado para matar a Mario Firmenich, cabeza de los Montoneros, y otros líderes subversivos argentinos que se hallan en el exterior", explica el cable, cuyo membrete impreso advierte por default que se emplearon "fuentes y métodos de inteligencia sensibles" y que "este documento no debe ser reproducido". Tiene fecha del 27 de mayo de 1977 y lista entre los países involucrados en la información a Argentina, España, México, Francia, Italia y Libia.

"A comienzos de mayo se montó una operación para tratar de engañar a Firmenich, que se creía que estaba escondido en España, para que atendieran una supuesta reunión urgente de subversivos en Madrid", detallan los agentes. "El equipo utilizó a un montonero que, sin que lo supiera Firmenich, había sido detenido para tratar de comunicarse con Firmenich e instarlo a ir a la reunión".

Pero el dirigente de la guerrilla peronista "evidentemente sospechó de la trampa" y no se presentó. "El personalidad de seguridad argentino considera altamente posible que Firmenich haya volado luego a Libia".

Firmenich no cayó en la trampa en Madrid, relata el cable de la CIA.
Firmenich no cayó en la trampa en Madrid, relata el cable de la CIA.

Se puso en marcha entonces una alternativa: "Los esfuerzos contra Firmenich se han abandonado por un tiempo, y ahora los planes que se formulan son para asesinar a Rodolfo Galimberti, un líder montonero que se cree que está en México".

Y en ese país se realizó, un año después de este cable, el intento de asesinato de la cúpula montonera, una famosa historia sobre la cual también se desclasificaron documentos en 2009.

Un tal Grupo Dos "colabora en las operaciones propuestas contra subversivos en el exterior". Hay material expurgado del documento, que estima que podría referirse al "Grupo Dos del centro nacional de inteligencia", pero parece aludir a la Jefatura II de Inteligencia del Estado Mayor del Ejército.

Ese Grupo Dos incluía "personal de la armada, el Batallón 601 de inteligencia del ejército, la policía federal y la [Secretaría de Inteligencia del Estado] SIDE". Según la agencia de inteligencia estadounidense, "el equipo real que implementa las operaciones está compuesto por personal de todas estas entidades pero está dominado por la marina".

A finales de abril de 1977 "la inteligencia del ejército (G-2) ordenó la formación de un equipo que lleve adelante operaciones contra los líderes principales de los Montoneros y el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) que actualmente residen en Europa". Los individuos elegidos, detalló el cable, fueron "especialistas en operaciones de asesinato y secuestro e incluían personal de la marina, la armada y la SIDE de Argentina".

Tras formar el equipo especial, "se hicieron solicitudes a las autoridades francesas, italianas y españolas para que aprobasen el desarrollo de las operaciones en sus respectivos países". Pero, contra lo que parecían esperar los militares, los pedidos "fueron firmemente rechazados por los funcionarios de Francia e Italia, donde se supone que reside la mayoría de los argentinos subversivos importantes".

Las autoridades de Francia e Italia rechazaron “firmemente” el pedido de los militares argentinos de operar en sus territorios contra personas que habían acogido como exiliados.
Las autoridades de Francia e Italia rechazaron “firmemente” el pedido de los militares argentinos de operar en sus territorios contra personas que habían acogido como exiliados.

Sobre el tercer país la CIA distinguió: "Las autoridades españolas, aunque alguna vez fueron receptivas a las operaciones argentinas en España, recientemente se han vuelto menos cooperativas, debido principalmente a los problemas políticos internos de España".

Como resultado de la negativa, "el general Carlos Martínez, jefe del G-2 [la Jefatura II de Inteligencia del Estado Mayor del Ejército], ordenó que las operaciones propuestas contra los subversivos argentinos en Europa se suspendieran", detalló el documento.

Martínez fue una figura singular: autor de la "Directiva del Comandante General del Ejército Nº 404", plan de la represión, y titular de la SIDE entre 1978 y 1983, no fue denunciado hasta 2012 aunque se ocupó de cuestiones de alto perfil. Y, según el cable de la CIA, pensó en volver a presentar el pedido de operaciones de secuestro y asesinato ante las autoridades europeas, "si se considera apropiado, en el futuro".

Tulio Valenzuela denunció la Operación México, mientras su mujer embarazada, Raquel Negro, quedó como rehén. Ella está desaparecida, él murió en la Contraofensiva.
Tulio Valenzuela denunció la Operación México, mientras su mujer embarazada, Raquel Negro, quedó como rehén. Ella está desaparecida, él murió en la Contraofensiva.

Por ahora sólo se sabe que el intento de liquidar a los líderes montoneros se desvió a México. Valenzuela, detenido con su mujer embarazada, Raquel Negro, y un hijo, estuvo recluido en la Quinta de Funes, en Rosario, un centro clandestino de detención bajo la órbita de Leopoldo Galtieri en ese momento.

Funes "no funcionó con la modalidad de torturas y tormentos que se desplegaban en la gran mayoría", detallaron los hijos de Valenzuela y Negro, al expresarse sobre una película que cuenta la Operación México. "Operó bajo un régimen represivo y perverso diferente que pretendía que los detenidos modificaran sus identidades políticas, plegándose a la propuesta de Galtieri de conformar un partido con cuadros revolucionarios 'recuperados' y militares con futuros fines eleccionarios".

Allí se le ofreció a Valenzuela la posibilidad de colaborar para realizar una operación idéntica a la fallida en Madrid: hacerle creer a Firmenich en la legitimidad de una reunión que, en realidad, era una trampa para matarlo. Pero en el DF. Negro y el niño quedarían como rehenes para garantizar que cumpliría.

“Un equipo especial se ha formado para matar a Mario Firmenich, cabeza de los Montoneros, y otros líderes subversivos argentinos que se hallan en el exterior”, explica el cable

En enero de 1978, apenas llegó a México, Valenzuela se contactó con Montoneros, pero en lugar de engañar a los dirigentes les reveló los planes militares, lo cual los salvó. Su mujer, en cambio, está desaparecida; dio a luz en cautiverio a mellizos, una de los cuales recuperó su identidad a los 30 años.

Aunque Valenzuela hizo una conferencia de prensa para denunciar el intento de asesinato de los militares, un tribunal revolucionario montonero lo halló culpable de haber colaborado con el enemigo, por lo cual fue degradado. En 1979 participó en la discutida Contraofensiva, y fue asesinado.

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