Valentía, entrenamiento duro y una curiosa donación de San Martín: la historia detrás de la creación del Regimiento de Granaderos

En un nuevo aniversario de la creación del cuerpo de Granaderos a Caballo por parte del "Padre de la Patria", un repaso por el nacimiento de este destacado cuerpo de elite, que protagonizó grandes episodios de la historia argentina

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Los granaderos custodiando la Casa de Gobierno (Adrián Escandar)
Los granaderos custodiando la Casa de Gobierno (Adrián Escandar)

Mirada en alto, valentía, patriotismo. Los Granaderos a Caballo forman parte de una postal que se repite hasta hoy, sobre todo cuando se aproxima alguna fecha patria. Este auténtico grupo de elite nació el 16 de marzo de 1812 de la mano de José de San Martín y su creación tiene una historia que vale la pena recordar.

En marzo de 1812, el Padre de la Patria llegó a suelo americano proveniente de Europa para sumarse a la lucha por la independencia. El Triunvirato -máxima autoridad nacional de entonces- le encomendó inmediatamente la creación de un cuerpo de caballería. Así surgen los célebres Granaderos a Caballo, que formarían parte de los hechos más salientes de la historia argentina.

José de San Martín estuvo a cargo de la primera formación de los Granaderos a Caballo por pedido del Triunvirato
José de San Martín estuvo a cargo de la primera formación de los Granaderos a Caballo por pedido del Triunvirato

El término "granadero" nació en Francia para designar a aquellos soldados encargados de luchar con granadas. Sin embargo, a principios del siglo XIX ya se utilizaba para referir a los cuerpos de elite dentro de un ejército.

Con esas intenciones el Libertador estableció exigencias que, según los estándares de la época, aseguraban extrema calidad del grupo que quería conformar. Entre los requisitos  que impuso para los candidatos a formar parte del regimiento estaba el de medir más de 1,80.

En uno de sus escritos Domingo Faustino Sarmiento refirió a los granaderos haciendo hincapié en esos aspectos: "Tomó al efecto jóvenes robustos, bellos, educados en las maneras cultas, susceptibles de todos los sentimientos nobles. Hízoles llevar la cabeza erguida con exageración y avanzar al pecho hacia delante, con altanería (…) todo insulto fuese lavado con sangre y toda acción innoble trajese en pos la excomunión del mal caballero a quien ninguno de sus compañeros dirigía la palabra hasta su separación del cuerpo (…) estos bizarros jinetes, galanes rendidos, sableadores insignes, han dejado por toda América rastros de proezas que es lástima no pueda la historia recoger, como el polvo que se pega a los grandes acontecimientos. De diez cuadras a la distancia podía conocerse un oficial del ejército de San Martín, por esa transfiguración del aspecto humano (…) mirando más arriba del horizonte".

Para llevar adelante su misión San Martín pidió y obtuvo el cuartel de Retiro, que estaba ubicado en la actual plaza homónima. Quería entrenar allí a sus hombres. Al principio fueron convocados veteranos pertenecientes a otras milicias.

Según el relato del coronel Manuel Pueyrredón, sobrino de Juan Manuel Pueyrredón y granadero, el primer plantel de granaderos contaba con 84 soldados del Regimiento de Patricios, que habían estado presos por protagonizar una sublevación en 1811. Aquel episodio fue conocido como el Motín de las trenzas.

El término “granadero” nació en Francia para designar a aquellos soldados encargados de luchar con granadas. Sin embargo, a principios del siglo XIX ya se utilizaba para referir a los cuerpos de elite dentro de un ejército (@Granaderosarg)
El término “granadero” nació en Francia para designar a aquellos soldados encargados de luchar con granadas. Sin embargo, a principios del siglo XIX ya se utilizaba para referir a los cuerpos de elite dentro de un ejército (@Granaderosarg)

Como necesitaba reclutar gente, San Martín solicitó que aquellos soldados fuesen liberados y puestos a su disposición. No es de extrañar, pues estos patricios, entrenados por Cornelio Saavedra, eran parte de la elite militar.

Poco después al grupo se sumaron jóvenes, en su mayoría pertenecientes a familias porteñas acomodadas, pues cada soldado tenía muchos gastos para costear su equipamiento. Los cuñados de San Martín, Manuel y Mariano Escalada, de 17 y 16 años respectivamente, fueron los primeros en sumarse. Pronto lo haría también Juan Galo Lavalle, con 14 años y el apoyo económico de su padre.

Según el relato del coronel Manuel Pueyrredón, sobrino de Juan Manuel Pueyrredón y granadero, el primer plantel de granaderos contaba con 84 soldados del Regimiento de Patricios, que habían estado presos por protagonizar una sublevación en 1811. Aquel episodio fue conocido como el Motín de las trenzas

Sobre esta camada de granaderos escribió Bartolomé Mitre: "Formó San Martín soldado por soldado, oficial por oficial, apasionándolos por el deber y les inoculó ese fanatismo frío del coraje que se considera invencible, y es el secreto de vencer. Los medios sencillos y originales de que se valió para alcanzar este resultado, muestran que sabía gobernar con igual pulso y maestría espadas y voluntades".

La organización impuesta por San Martín para entrenar a sus soldados no tenía precedentes en estas tierras. Todo se manejaba por repetición y con toque de corneta: ni una voz se escuchaba.

"La exactitud observada llegó a ser tan conocida por los caballos -señaló en un escrito Pueyrredón-, que cuando se acercaba la hora marcada, ellos mismos lo anunciaban, piafando, dando patadas y relinchos". Se supo, además, que cada caballo tenía un número y entraba o salía de sus pesebreras según aquel orden.

Para concretar aquella primera formación, San Martín no sólo dio toda su capacidad, sino que además cedió un tercio del sueldo que percibía.

El combate de San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813, fue el bautismo de fuego de los Granaderos. Luego vendrían once años de guerrear por la Independencia, con combates en diversos países americanos. La Batalla de Ayacucho en Perú, el 9 de diciembre de 1824, constituyó la última de sus luchas.

Cuando la libertad de América era un hecho, 88 granaderos veteranos regresaron a Buenos Aires en febrero de 1826. Se establecieron inmediatamente en sus antiguos cuarteles de Retiro. Entre ellos siete -aunque algunos autores señalan que se trataba de 10- habían partido del mismo lugar hacia Mendoza, junto a San Martín en 1814.

Para concretar aquella primera formación, San Martín no sólo dio toda su capacidad, sino que además cedió un tercio del sueldo que percibía

La Gaceta Mercantil lo anunció a la población días más tarde: "Tenemos el honor de haber recibido los restos del Ejército de los Andes conducidos desde el Perú por el Coronel de Granaderos a Caballo D. Félix Bogado – cerca de nueve años han pasado desde que estos valientes marcharon a libertar a Chile. En este largo período se pueden contar los días de Gloria que han dado a la patria por las veces que se han batido contra nuestros enemigos. Nuestra gratitud será siempre demostrada a estos viejos soldados de la libertad con las más tiernas efusiones de nuestros corazones (…) Nosotros al verles, siempre diremos con admiración: He ahí; esos sellaron con su sangre y sus espadas la libertad de su patria y sus nombres irán de padres a hijos, de generación en generación".

Los granaderos reaparecen en 1903 por decisión del presidente Julio Argentino Roca, quien vuelve establecer el Regimiento . Desde entonces su función principal es actuar como guardia presidencial (@Granaderosarg)
Los granaderos reaparecen en 1903 por decisión del presidente Julio Argentino Roca, quien vuelve establecer el Regimiento . Desde entonces su función principal es actuar como guardia presidencial (@Granaderosarg)
(Adrián Escandar)
(Adrián Escandar)

Sin embargo esta veneración duró poco. San Martín se encontraba en Europa desde 1824 y siendo presidente uno de sus enemigos políticos, Bernardino Rivadavia, disolvió al cuerpo. Llamativamente, el mismo Rivadavía había autorizado su formación junto a Manuel de Sarratea y Feliciano Chiclana años antes.

Hace un par de años se viralizó por las redes sociales un mito que señalaba que los siete granaderos originales que regresaron a Buenos Aires, siendo hombres de más de ochenta años, acompañaron los restos del General San Martín cuando fueron repatriados en 1880. Sin embargo, por la prensa de entonces, se supo que en realidad se trató de soldados del Ejército Nacional que vistieron para este acto el uniforme de los Granaderos a caballo como homenaje.

El combate de San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813, fue el bautismo de fuego de los Granaderos. Luego vendrían once años de guerrear por la Independencia, con combates en diversos países americanos. La Batalla de Ayacucho en Perú, el 9 de diciembre de 1824, constituyó la última de sus luchas

Los granaderos reaparecen en 1903 por decisión del presidente Julio Argentino Roca, quien vuelve establecer el Regimiento . Desde entonces su función principal es actuar como guardia presidencial.

En la actualidad, los Granaderos a Caballo participan como parte de la guardia presidencial en actos oficiales
En la actualidad, los Granaderos a Caballo participan como parte de la guardia presidencial en actos oficiales

Más allá de lo formal, estos hombres simbolizan la gloria americana y una de las mayores epopeyas de la patria. Por eso hasta hoy resulta imposible no imaginar a San Martín acompañándolos, cabalgando junto a ellos, cada vez que aparecen en algún acto.

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