La Constitución Nacional establece que para ser presidente o vicepresidente de la Nación se requiere tener como mínimo 30 años. Pues de los cuarenta y un presidentes constitucionales que desde el año 1854 condujeron los destinos del país veinte -es decir, casi la mitad- asumieron la presidencia teniendo "cincuenta y pico" de años, diez lo hicieron con "sesenta y pico", seis con "cuarenta y pico", tres con "setenta y pico" y dos con "treinta y pico".
Los veinte presidentes "cincuentones" que asumieron el cargo fueron Justo José de Urquiza (53), Santiago Derqui (50), Domingo F. Sarmiento (57), Julio Argentino Roca (55 al asumir su segunda presidencia), Roque Sáenz Peña (59), Marcelo T. de Alvear (54), Agustín P. Justo (55), Roberto M. Ortiz (51), Juan Domingo Perón (50 en la primera presidencia y 56 en la segunda), José María Guido (51), Raúl Alberto Lastiri (57), Raúl Alfonsín (56), Carlos Menem (59), Adolfo Rodríguez Saa (54), Néstor Kirchner (53 cuando asumió el 25 de mayo de 2003 para completar el período iniciado el 10 de diciembre de 1999, y la misma edad al iniciar su propio período de cuatro años, el 10 de diciembre de 2003), Cristina Fernández (54 al iniciar su primer período presidencial y 58 al iniciar el segundo) y Mauricio Macri (56).
En tanto, los diez presidentes que al asumir su cargo tenían "sesenta y pico", fueron Luis Sáenz Peña (69), José Félix Uriburu (63), Manuel Quintana (68), Hipólito Yrigoyen (64), Ramón Castillo (68), Arturo Illia (63), Cámpora (64), Carlos Menem (65 al iniciar su segundo mandato), Fernando de la Rúa (62) y Eduardo Duhalde (60).
Más jóvenes, quienes tenían cerca de cuarenta años al asumir sus respectivas presidencias fueron Bartolomé Mitre (41), Miguel Juárez Celman (42), Carlos Pellegrini (43), José Figueroa Alcorta (45), Arturo Frondizi (49) y María Estela Martínez de Perón (43).
Por su parte, coincidieron en tener 37 años al iniciar sus presidencias Roca y Avellaneda. De estos dos últimos, el más joven fue Avellaneda, porque inició su mandato con 37 años y 9 días, mientras que Roca tenía 37 años y 87 días. Paradójicamente también fue Avellaneda el presidente argentino que vivió menos cantidad de años, pues falleció de una infección renal cuando apenas tenía 48 años.
Los mandatarios que asumieron sus cargos cuando tenían más de setenta años fueron Yrigoyen (76 al iniciar su segunda presidencia el 12 de octubre de 1928), y Perón (78 al iniciar su tercer mandato el 12 de octubre de 1973). En este último caso cabe destacar que no terminó su tercer período, porque falleció el 1 de julio de 1974, y en el caso de Yrigoyen, si bien fue destituido el 6 de septiembre de 1930, no hubiera culminado su período porque su deceso se produjo el 3 de julio de 1933.
La Constitución Nacional establece que para ser presidente o vicepresidente de la Nación se requiere tener como mínimo 30 años. De los 41 presidentes constitucionales que desde el año 1854 condujeron los destinos del país durante veintinueve períodos veinte de ellos asumieron la presidencia teniendo poco más de 50 años
Por último es curioso observar la uniformidad que, en este sentido, se ha presentado entre los doce presidentes que gobernaron durante los gobiernos militares surgidos de los seis golpes de Estado que se produjeron en el país entre 1930 y 1983. En este caso el término "uniformidad", no apunta a la expresión "uniformados", que suele usarse para hacer referencia a los hombres de armas, sino para destacar que, de los doce, once asumieron sus cargos teniendo "cincuenta y pico" (Pedro Pablo Ramírez, 59; Edelmiro Farrell, 57; Eduardo Lonardi, 59; Pedro Eugenio Aramburu, 52; Juan Carlos Onganía, 52; Roberto M. Levingston, 50; Alejandro Agustín Lanusse , 52; Jorge Rafael Videla, 50; Roberto Viola, 56; Leopoldo Fortunato Galtieri, 55 y Reynaldo Bignone, 54), mientras que solamente José Félix Uriburu tenía "sesenta y pico" al iniciar su mandato, ya que contaba con 62 años cuando provocó el primer golpe militar en la Argentina, el 6 de septiembre de 1930.
También se advierten curiosidades si se analiza el promedio de vida de algunos personajes célebres de la historia y de los presidentes argentinos.
Los mandatarios que asumieron sus cargos cuando tenían más de setenta años fueron Yrigoyen (76 al iniciar su segunda presidencia el 12 de octubre de 1928) y Perón (78 al iniciar su tercer mandato el 12 de octubre de 1973)
En la actualidad, de acuerdo a estudios realizados en el año 2010, la edad promedio de vida, en el mundo, es de 70 años. Pero ese promedio varía en diferentes zonas del planeta: así por ejemplo, en Europa y América del Norte, la edad promedio de vida es de 73 años, mientras que en Oceanía es de 71 años, en Latinoamérica es de 70 años, en Asia es de 61 años y en África es de 55 años.
Según el informe anual de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los Estados con menor expectativa de vida son Zambia, con 37 años, Malaui con 40 años y Sierra Leona con 41 años. En el otro extremo, los países cuyos habitantes tienen mayor expectativa de vida son Andorra, con 83, China y Japón con 82 años, España, Suiza e Islandia con 81 años.
Mientras tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS), que recopiló datos mundiales correspondientes al período comprendido entre 1990 y 2012, informó que hace dos décadas en la Argentina la edad promedio de vida era de 73 años, mientras que en la actualidad ese promedio es de 76. Si se divide por sexo, los hombres pasaron de un promedio de vida de 69 años a otro de 73, mientras que el incremento en las mujeres fue de 72 a 77 años.
Según el informe anual de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los Estados con menor expectativa de vida son Zambia, con 37 años, Malaui con 40 años y Sierra Leona con 41 años
Entonces, si se toma en cuenta la edad de personajes históricos que vivieron entre fines del siglo XVIII y principios del siglo XX, más o menos contemporáneos entre ellos, se advierte que el promedio de vida oscilaba en los 67 años.
Naturalmente que esto varía según los personajes que se consideren, pero se obtiene esa conclusión considerando la edad que tenían al morir quince hombres de relevancia histórica para el país, a saber: Cornelio Saavedra (69), Adolfo Alsina (48), Juan José Castelli (48), Juan José Paso (75), Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano (50), Juan Bautista Alberdi (73), Domingo Faustino Sarmiento (77), José Benjamín Gorostiaga (68), José Francisco de San Martín (72), Nicolás Remigio Aurelio Avellaneda (47), Bartolomé Mitre (84), Juan Hipólito del Sagrado Corazón de Jesús Yrigoyen (79), Bernardino de la Trinidad González Rodríguez Rivadavia (65), Juan Manuel de Rosas (83) y Juan Martín de Pueyrredón (72).
Cabe señalar que ninguno de ellos fue asesinado, como ocurrió por ejemplo con Urquiza, Santiago Antonio María Liniers, Facundo Quiroga, Manuel Dorrego o el mismo Mariano Moreno.
Sin embargo, haciendo un estudio del promedio de vida que han tenido en la Argentina quienes ejercieron la primera magistratura, comenzando por el primer presidente argentino, Bernardino Rivadavia (quien gobernó desde el 8 de febrero 1826 al 7 de julio de 1827), hasta Cristina Fernández de Kirchner inclusive, y considerando en la lista a los doce presidentes que condujeron los destinos del país durante los gobiernos derivados de golpes militares, se puede descubrir que el promedio de vida ha sido de 70 años.
La curiosidad es que, si se analiza el promedio de vida de los treinta y tres diferentes presidentes constitucionales, sin contar al actual presidente Mauricio Macri pero sí a Rivadavia (quien si bien no asumió al amparo de una Constitución sino que fue designado conforme a la ley de presidencia sancionada en 1826), se puede observar que el promedio de vida que han tenido es sustancialmente menor que el de los doce presidentes de facto: los primeros tuvieron un promedio de vida de 70 años mientras que los segundos de 85 años.
Por supuesto que estos resultados son relativos, porque el muestreo de los presidentes militares es menor que el de los constitucionales, y porque todos los presidentes militares que gobernaron durante períodos de facto, lo hicieron en los últimos noventa años.
Otro dato interesante es que, tomando en cuenta a los cuarenta y seis presidentes argentinos, solo uno vivió hasta los "cuarenta y pico" (Nicolás Remigio Aurelio Avellaneda, quien falleció a los 48 años), y en el otro extremo, solo dos vivieron hasta los "noventa y pico" (Edelmiro Farrell, quien lo hizo hasta los 93 años y Roberto Marcelo Levingston, quien vivió hasta los 95).
Lo notable es que estos dos últimos (los más longevos), fueron presidentes "de facto", es decir, personas que gobernaron en el marco de gobiernos nacidos al amparo de golpes de Estado. En efecto, Farrell fue el segundo presidente militar del proceso iniciado con el golpe del 4 de junio de 1943, que derrocó al presidente Castillo, y Levingston fue el segundo presidente militar del proceso iniciado el 28 de junio de 1966, denominado Revolución Argentina, que derrocó a Illia.
De los cuarenta y seis presidentes (constitucionales y de facto), trece fallecieron a los "setenta y pico" (Urquiza, Sarmiento, Roca, Quintana, Figueroa Alcorta, Alvear, Castillo, Ramírez, Perón, Aramburu, Lanusse, Cámpora y Galtieri), diez fallecieron a los "sesenta y pico" (Rivadavia, Juárez Celman, Sáenz Peña Roque, De la Plaza, Uriburu José Félix, Justo, Guido, Lastiri, Viola y Kirchner), nueve a los "ochenta y pico" (Mitre, Sáenz Peña Luis, Uriburu José Evaristo, Yrigoyen, Frondizi, Illia, Ongania, Videla y Alfonsín), cuatro a los "cincuenta y pico" (Derqui, Pellegrini, Ortiz y Lonardi) y solo uno a los "cuarenta y pico" (Avellaneda).
En función de lo expuesto, hay una incógnita difícil de resolver: ¿ser radical trae aparejada cierta longevidad? Pareciera que sí, porque de los cinco presidentes radicales que fallecieron (Yrigoyen, Alvear, Frondizi, Illia y Alfonsín), cuatro tenían más de ochenta años (a excepción de Alvear, quien falleció a los 73 años de edad, habiendo sido, paradójicamente, el presidente radical que menos sobresaltos sufrió durante su gestión).
Seguí leyendo