Todo pasó en febrero: 15 hechos que marcaron la historia argentina

Batallas, nacimientos de próceres, derrocamientos y símbolos patrios. Curiosamente, el mes más corto del año concentra grandes hechos históricos de nuestro país

Guardar

En el antiguo calendario romano creado por Rómulo (fundador de Roma en el año 753 a.C.), no existían los meses de enero y febrero. Para los romanos el año solo tenía diez meses y comenzaba en marzo (martius). Al finalizar diciembre (december o mes décimo) comenzaba un período de transición en el que, por no haber ningún tipo de actividad militar ni agrícola, los romanos se dedicaban a realizar ceremonias de purificación del alma.

En el siglo VI A.C., el segundo rey de Roma, Numa Pompilio, hizo una reforma del calendario, agregando dos meses al final de cada año: Januarius, dedicado al dios Jano, y Februarius, que deriva de "februa", nombre que se le daba a esas ceremonias de purificación que los romanos tenían la costumbre de realizar justamente sobre el final del referido período de transición.

En el segundo siglo antes de Cristo, enero y febrero (januarius y februarius) pasaron adelante y se convirtieron en los dos primeros meses de cada año, los que desde entonces tendrían 355 días.

En el año 45 A.C., asesorado por el astrónomo Sosígenes, Julio César decidió efectuar otra reforma al viejo calendario romano, con el objetivo de medir mejor el tiempo. Sosígenes consideraba que los años tenían 365 días y seis horas, motivo por el cual se decidió compensar la fracción, agregando un día más cada cuatro años, naciendo así los llamados "años bisiestos". De tal manera los años tendrían 365 días, y 366 cada cuatro años. Con respecto a los meses, desde enero tendrían 31 y 30 días intercaladamente, salvo februarius que quedaría con 29.

Unos años más tarde, cuando se erigió el Imperio Romano y asumió el primer emperador llamado Octavio, hijo adoptivo de Julio César, se decidió que si el mes del nacimiento de éste último tenía su nombre (Julio) y 31 días, el mes del nacimiento de Octavio también debía llevar su nombre y la misma cantidad de días. Como Octavio se hacía llamar "humildemente" Augusto -que significa "majestuoso"-, el mes sexto (sextilis) pasó a llamarse Augusto y a tener también 31. Ese día agregado a agosto, le fue succionado a febrero, el cual terminó teniendo tan solo 28 días y uno más cada cuatro años (bisiesto).

Calendario romano
Calendario romano

Transcurrieron los años y llegamos así al siglo XVI, en el que se detectó un error en el calendario juliano. Efectivamente, la Universidad de Salamanca descubrió que el año no tenía 365 y 6 horas, tal como lo consideraban Sosígenes y Julio César, sino 365 más 5 horas, 48 minutos y 45,16 segundos. Según tal criterio, ello habría provocado un desfasaje de 11 minutos por año, que acumulados, significaban 10 días.

Ese informe de la Universidad de Salamanca fue entregado al papa Gregorio XIII, quien a fin de ajustar el calendario a lo establecido en el Concilio de Nicea (que se había celebrado en el año 325 y en el que se había fijado el momento astral para la celebración de las Pascuas, y a partir de ellas, de las demás celebraciones religiosas), decidió rectificar el calendario juliano.

La primera medida fue, en 1572, eliminar excepcionalmente 10 días del calendario, determinándose que a partir de allí los años tendrían exactamente 365 días, y que la diferencia generada por las referidas 5 horas, 48 minutos y 46,16 segundos, se corregirían con un año bisiesto cada cuatro años (exceptuándose los años múltiplos de 100), y también serían bisiestos los años cuyas dos últimas cifras fueran divisibles por cuatro. Este cálculo, de todos modos, arroja un error de medio minuto por año, que debería ajustarse cada 3.300 años.

Pues más allá de la compleja historia del calendario romano y en particular del segundo mes del año, february –en inglés–, février –en francés–, febbraio –en italiano–, fevereiro –en portugués–, februar –en alemán–, o febrero –en castellano–, es un mes que, en la historia de la Argentina, supo adquirir un relevante protagonismo, particularmente su tercer día.

La primera Fundación de Buenos Aires de Pedro de Mendoza
La primera Fundación de Buenos Aires de Pedro de Mendoza

El 3 de febrero de 1536, Pedro de Mendoza fundaba por primera vez la luego incendiada ciudad de Buenos Aires, que sería refundada cuarenta y cuatro años más tarde por Juan de Garay.

El 3 de febrero de 1776 nació, en Murcia, España, Blas Parera Morat, autor de la letra del himno nacional argentino.

El 3 de febrero de 1813, el Regimiento de Granaderos a Caballo creado por José Francisco de San Martín debutaba en la batalla de San Lorenzo, que fue la primera entre las fuerzas patriotas y los realistas españoles, en lo que la historia conoce como "las guerras por la independencia".

El 3 de febrero de 1852, el gobernador de Entre Ríos Justo José de Urquiza derrocó a Juan Manuel de Rosas, quien no solo era el gobernador de la provincia de Buenos Aires, sino que además tenía a su cargo la defensa y el manejo de las relaciones exteriores de la Confederación Argentina. Ello ocurrió en la mítica batalla de Caseros. 

Caseros es la más importante y poblada localidad de las 15 que integran el municipio de Tres de Febrero. Según el censo realizado en el año 2010, cuenta con algo más de 95.000 habitantes.

Justo José de Urquiza
Justo José de Urquiza

En el año 1781, las tierras en las que hoy está asentada dicha ciudad fueron adquiridas por Diego Casero, quien las destinó al cultivo de diferentes vegetales y frutas. El dato sirve para explicar el nombre de la localidad, que surge de la deformación del apellido de quien adquirió dicha parcela (Casero), al que popularmente se le agregó una "s", quedando entonces rebautizada con el nombre "Caseros".

A raíz de la emblemática batalla, desarrollada en el lugar que hoy ocupa esta urbe, el municipio al que pertenece Caseros, lleva el nombre de la fecha en la que se produjo la batalla: Tres de Febrero.

Uno de los hombres que en dicha contienda bélica luchaba para Rosas, era el coronel Martiniano Chilavert, quien si bien había nacido en Buenos Aires en 1798, pasó su infancia en España y regresó a la Argentina en 1812 con su padre Francisco Chilavert, en la nave denominada Canning, que también traía de regreso al Gral. San Martín. Por entonces Martiniano era un niño de 14 años.

En la histórica rivalidad entre federales y unitarios, Martiniano Chilavert se desempeñó del lado de estos últimos, hasta que, cuando ocurrió el bloqueo anglo-francés, a pesar de ser un declarado antirosista, se puso al servicio del entonces gobernador de Buenos Aires. Cuando terminó la batalla de Caseros, Chilavert podría haber escapado, sin embargo decidió permanecer en el campo de batalla, motivo por el cual fue arrestado y presentado ante el mismo Urquiza, con el que tuvo una fuerte discusión. En efecto, por haber cambiado de bando (de antirosista a rosista), Urquiza acusó a Chilavert de traidor, quien a su vez le replicó que el verdadero traidor era el entrerriano, por haberse aliado con los brasileros para derrocar a Rosas.

La batalla de Caseros
La batalla de Caseros

Fue entonces cuando Urquiza ordenó el fusilamiento por la espalda de Martiniano Chilavert, ya que de esa manera se actuaba con aquellos a quienes se consideraba traidores. Sin embargo el condenado militar se opuso a esta forma de ejecución y pidió que se lo fusile de frente; todo en el marco de un fuerte forcejeo con los hombres que lo sujetaban, a los cuales les exigía a los gritos, llevándose las manos al pecho, que le tiren allí. Finalmente Chilavert fue muerto a golpes por los soldados de Urquiza.

Lo cierto es que la consecuencia inmediata de esta contienda bélica fue el exilio de Juan Manuel de Rosas, ya que terminada la batalla el dictador redactó la renuncia al cargo, se dirigió a la casa del embajador inglés en la Argentina, y luego, esa misma noche se embarcó junto a sus dos hijos en la nave inglesa Conflict, que los traslado hasta Plymouth. Finalmente el derrocado gobernador fijó su residencia definitiva en Southampton, lugar en el que vivió hasta el día de su muerte, ocurrida el 14 de marzo del año 1877, cuando estaba a punto de cumplir los 84 años de edad.

Juan Manuel de Rosas
Juan Manuel de Rosas

Desde el punto de vista institucional la batalla de Caseros ha sido relevante, porque constituyó el inicio del proceso que terminó con la organización política y jurídica de la Argentina al amparo de una Constitución.

En efecto, derrocado Rosas, Urquiza designó a Alejandro Vicente López y Planes como gobernador provisorio de la provincia de Buenos Aires, y luego convocó a los otros 13 gobernadores a una reunión que se celebró en la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, ubicada a menos de 300 kilómetros de la Capital Federal, con el objetivo de iniciar el proceso de organización política del país a través de una Ley Fundamental, que terminó siendo sancionada en la ciudad de Santa Fe, el 1 de mayo del año 1853.

¿Se entiende, entonces, por qué varias localidades tienen calles cuyos nombres son "Tres de Febrero" y por qué existe un emblemático parque en la ciudad de Buenos Aires, al que también se lo conoce con el nombre "Tres de Febrero"? Pues en el caso del Parque Tres de Febrero, ubicado en Palermo y creado en el año 1875 durante la presidencia de Nicolás Remigio Aurelio Avellaneda, lleva ese nombre porque allí Rosas, derrocado precisamente el 3 de febrero de 1852, había tenido su fantástica residencia.

Domingo Faustino Sarmiento
Domingo Faustino Sarmiento

Cinco años antes de la creación de ese parque por Avellaneda, el presidente Domingo Faustino Sarmiento utilizó el caserón que había pertenecido a Rosas –que para el sanjuanino constituía "el monumento a la barbarie"– para establecer allí la sede del Colegio Militar que él mismo había creado.

Finalmente, durante la segunda presidencia de Alejo Julio Argentino Roca, la residencia de Rosas fue demolida, como no podía ser de otra manera, el 3 de febrero de 1899.

Pero además de su día "3", el segundo mes del año ha sido protagonista de otros hechos históricos.

Por ejemplo el 8 de febrero de 1826 asumió Bernardino Rivadavia como primer presidente argentino (o por lo menos fue el primero que ejerció el cargo con ese nombre). Si bien no fue un presidente constitucional, asumió el cargo a la luz de la llamada "ley de presidencia" sancionada en el año 1825, y apenas duró 16 meses en él.

El 10 de febrero de 1912, durante la presidencia de Roque Sáenz Peña, se sancionó la histórica "ley Sáenz Peña", en virtud de la cual no solo se aplicó por primera vez el sistema minoritario para la elección de diputados nacionales, sino que además se estableció el voto universal, secreto y obligatorio.

Roque Sáenz Peña
Roque Sáenz Peña

El 14 de febrero de 1820 falleció el notable médico argentino Cosme Mariano Argerich. El 15 de febrero de 1811 nació Domingo Faustino Sarmiento.

El 18 de febrero de 1800 nació, en el pueblo Amboy (Córdoba), el notable Dámaso Simón Dalmacio Velez Sarsfield, autor del código civil argentino que rigió hasta el año 2014. Ese mismo día pero 12 años más tarde, el 18 de febrero de 1812, el Primer Triunvirato, a pedido de Manuel Belgrano, creó la escarapela nacional con los colores celeste y blanco.

Los días 20 de febrero de 1932 y 1938, asumieron sus respectivas presidencias, Agustín Pedro Justo y Jaime Gerardo Roberto Marcelino María Ortiz.

El 25 de febrero de 1778 nació nada menos que José Francisco de San Martín; y el 27 de febrero de 1812 Manuel Belgrano creó la bandera Justo José de Urquiznacional. También fue en febrero de 1818, el día 25, cuando el Congreso Nacional que en 1816 había declarado la independencia, ya trasladado a Buenos Aires decidió agregarle un sol a la bandera nacional que se utilizaba en los buques de guerra.

Corto y humilde, el mes de febrero ha sido próspero en hechos y acontecimientos relevantes para la historia de nuestro país.

Guardar