Investigación: Los líderes humildes inspiran a otros a dar un paso adelante

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El liderazgo humilde ha ganado reconocimiento como un activo poderoso en el mundo empresarial actual. Los líderes humildes son reconocidos por fomentar el trabajo en equipo, generar confianza y mejorar el bienestar de los empleados. Sin embargo, nuestra investigación revela un beneficio no documentado previamente: los líderes humildes no solo modelan un comportamiento amable entre sus subordinados, sino que también despierten en ellos la ambición de liderazgo.

Nuestro estudio, publicado en The Journal of Organizational Behavior, investiga cómo el liderazgo humilde impacta el potencial de liderazgo en diferentes contextos culturales. Realizamos un estudio de campo en China con 216 pares de supervisores y subordinados, así como una encuesta en línea con 210 empleados de países occidentales, incluidos Australia, Canadá, Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos.

Nuestro análisis revela que los seguidores con una mentalidad individualista son más receptivos al liderazgo humilde porque se alinea con su deseo de reconocimiento, autonomía e influencia. Los comportamientos de los líderes humildes (como destacar las fortalezas de otros, admitir la falibilidad y fomentar la inversión de roles) validan su necesidad de singularidad personal.

¿Cómo explicar estos resultados? Creemos que los líderes humildes elevan a los miembros de su equipo al reconocer sus contribuciones y admitir sus propios errores. Muestran comportamientos como autoconciencia, aprecio por las contribuciones de los demás y disposición para aprender. Estas conductas transmiten respeto y reconocimiento, y alientan a los seguidores a percibir un mayor estatus en el lugar de trabajo. Como resultado, los empleados ganan confianza y un sentido de pertenencia e importancia, y por lo tanto son más propensos a tomar la iniciativa y buscar oportunidades de liderazgo.

Sin embargo, nuestra investigación también deja claro que el liderazgo humilde no beneficia a todos de la misma manera. Los empleados con una mentalidad colectivista corren el riesgo de quedarse atrás. Para rectificar esto, las organizaciones deben dar un paso adelante, combinando el liderazgo humilde a nivel individual con prácticas adicionales de desarrollo de liderazgo. Por ejemplo, pueden diseñar programas de capacitación que enfaticen el trabajo en equipo, la colaboración y el éxito compartido del grupo (valores que resuenan más entre los empleados con mentalidad colectivista). Tales prácticas pueden garantizar que estas personas también se sientan empoderadas y motivadas, sin depender únicamente de las señales centradas en el individuo que el liderazgo humilde suele enfatizar.

Para los propios gerentes, recomendamos varios consejos para asegurar un liderazgo humilde, e inspirar y empoderar a otros.

DESARROLLE AUTOCONCIENCIA. La humildad comienza con la autoconciencia. Reflexione sobre sus interacciones con los miembros de su equipo. ¿Está abierto a recibir comentarios y sugerencias? ¿Celebra los éxitos de su equipo o se atribuye el mérito? Pequeñas acciones, como admitir errores y mostrar aprecio por las contribuciones de los demás, pueden influir significativamente en la forma en que su equipo lo percibe y en su motivación para asumir responsabilidades de liderazgo.

CONSTRUYA UNA CULTURA DE HUMILDAD. Fomentar la humildad requiere integrarla en la cultura organizacional. Promueva la comunicación abierta y aliente a los miembros de su equipo a compartir ideas libremente sin temor a ser juzgados. Reconozca la humildad en los líderes a través de premios internos o programas de mentoría, reforzando su valor y ayudando a los empleados con mentalidad individualista a sentirse respetados, al tiempo que fortalece su percepción de estatus en el trabajo.

PROTÉJASE CONTRA LA DISRUPCIÓN. Si bien la humildad puede impulsar la ambición de liderazgo, es fundamental establecer salvaguardas para evitar que se transforme en arrogancia o interés propio. La retroalimentación periódica (como las evaluaciones de 360 grados) ayuda a los empleados a mantener los pies en la tierra y ser conscientes de sí mismos. Estas prácticas garantizan que, a medida que las personas ascienden a puestos de liderazgo, sigan valorando y ejemplificando la humildad.

CELEBRE LA HUMILDAD COMO UNA FORTALEZA. Reconozca y valore a otros líderes y empleados que demuestren humildad. Destaque la humildad como una cualidad esencial del liderazgo que contribuye al éxito de la organización.