Para reducir el riesgo de "carewashing" (lavado de cuidados) con soluciones individuales, y mejorar la eficacia de los programas existentes, las organizaciones pueden adoptar medidas para apoyar el bienestar de sus empleados:
1. RESPONDER A LAS NECESIDADES DE LOS EMPLEADOS CON CAMBIOS ORGANIZACIONALES
Las principales prioridades de los empleados son el equilibrio entre el trabajo y la vida personal, así como la flexibilidad. De hecho, uno de cada cuatro trabajadores (25%) está dispuesto a sacrificar el 15% de su salario anual por un horario de trabajo flexible. Es posible abordar estas prioridades, y se ha demostrado que hacerlo reduce los costos de salud asociados a altas demandas laborales y largas jornadas de trabajo, y predice positivamente la salud mental.
Un ejemplo claro de cambio organizacional para atender las necesidades de los empleados es el creciente uso e investigación de las semanas laborales de cuatro días, las cuales pueden devolver un tiempo importante a los empleados, ayudándolos a gestionar el estrés y a reportar una mayor productividad en las horas que están en el trabajo.
Aunque la investigación sobre el impacto de las semanas laborales de cuatro días continúa, el Foro Económico Mundial informa de resultados positivos para las organizaciones y los empleados a partir de ensayos globales. Entre los hallazgos más destacados se incluyen el ensayo de Microsoft Japón, en el que la productividad aumentó un 40%, y un estudio en el Reino Unido, que mostró que los trabajadores varones pudieron dedicar un 27% más de tiempo al cuidado de sus hijos.
2. APOYAR LOS CAMBIOS ESTRUCTURALES CON OBJETIVOS Y MÉTRICAS CLARAS
Para implementar de manera efectiva un cambio a nivel de sistema, las empresas deben establecer objetivos y métricas bien definidos, comunicar claramente el cambio que desean observar y buscar oportunidades para optimizar los procesos de trabajo existentes para lograr estos resultados. Los líderes también deben considerar cómo incentivar a las partes interesadas, haciendo del compromiso una parte central de sus evaluaciones de desempeño.
Las organizaciones también pueden realizar un seguimiento de los resultados de salud mental a lo largo del tiempo y monitorear el impacto de las soluciones de bienestar. Según una encuesta realizada a líderes de Recursos Humanos, solo el 39% de las organizaciones cuantifican por completo el impacto de un bienestar deficiente en los resultados financieros de sus organizaciones.
Para realizar un seguimiento eficaz del bienestar, es necesario que las organizaciones adopten la recolección de datos de salud mental en las encuestas de compromiso y garanticen que estas herramientas formulen las preguntas adecuadas para registrar con precisión la salud mental de los empleados. Después de la recolección, las organizaciones deben ser capaces de analizar e implementar cambios en función de estos hallazgos.
3. DESARROLLAR REDES DE DEFENSORES DEL BIENESTAR ENTRE LOS EMPLEADOS
Un área emergente de participación de los empleados en la implementación del bienestar son las redes de defensores del bienestar, compuestas por empleados voluntarios que apoyan a los equipos a nivel de "base". Al actuar como promotores de la salud mental, estos defensores pueden brindar retroalimentación a los responsables de la toma de decisiones e identificar áreas de mejora para las organizaciones. Como punto de contacto para los empleados, pueden ser una fuente de apoyo entre pares, lo cual, según sugieren las investigaciones, puede fortalecer la resiliencia, prevenir el agotamiento y ayudar a abordar la creciente epidemia de soledad en el trabajo.
Para implementar eficazmente un modelo de promotores del bienestar, puede ser necesario un cambio a nivel de sistema, que incluya recursos para equipar a los defensores del bienestar para que cumplan su función de manera efectiva (y para que la adapten a su carga de trabajo existente, en lugar de ser algo "adicional"). En un estudio sobre promotores del bienestar y la importancia del apoyo de los gerentes, los defensores que contaban con el apoyo de sus gerentes reportaron un mayor compromiso en motivar a sus colegas y planificar sus actividades, en comparación con aquellos que percibían menores niveles de apoyo por parte de sus gerentes.