El actual régimen de cumplimiento de los estándares de carbono no recompensa los esfuerzos sistémicos de las empresas emprendedoras, ya sean productoras de autos eléctricos, turbinas eólicas, alimentos de origen vegetal u organizaciones que utilizan su influencia social para cambiar políticas o asesorar a sus clientes sobre la reducción de emisiones.
Los estándares de carbono actuales están diseñados para evaluar la capacidad de las empresas de reducir el "inventario" de emisiones de carbono de sus operaciones directas, suministro de energía y cadena de valor (denominados "Alcance 1, 2 y 3"). Sin embargo, estos inventarios a menudo no cuentan la historia completa del trabajo climático más espectacular o valiente de una organización. De hecho, las empresas incluso pueden ser penalizadas por sobrepasar su propio presupuesto corporativo de carbono al desarrollar soluciones que ayuden al mundo a alcanzar la neutralidad de carbono.
Los marcos ambientales, sociales y de gobernanza actuales no fueron diseñados para ofrecer a las organizaciones una forma separada de discutir sus soluciones climáticas a "nivel social". Por supuesto, las organizaciones deben reducir urgentemente su inventario de emisiones de carbono. Sin embargo, también debemos tener una forma de reconocer, incentivar y medir por separado el impacto y la influencia de las corporaciones emprendedoras que buscan reducir las emisiones más allá de sus propios límites.
Creemos que este nuevo enfoque tiene el potencial de reavivar el entusiasmo de los líderes empresariales por la acción climática. Requerirá buena voluntad e innovación en los estándares y prácticas corporativas.
Como profesionales que trabajan con algunas de las empresas más grandes del mundo y que han ayudado a desarrollar estándares climáticos globales, nos sentimos parcialmente responsables de la falta de soluciones en la gestión del carbono. El enfoque actual pasa por alto las palancas más poderosas que tienen las organizaciones para generar cambios en la sociedad, es decir, el poder de sus productos, carteras y políticas.
Recientemente, pensadores con ideas afines han propuesto enfocar las soluciones climáticas mediante la invención de nuevas categorías de inventario para agregar al "Alcance 1-3". Sin embargo, esto corre el riesgo de mezclar el impacto a nivel social con las reducciones operativas. Mientras que los inventarios de emisiones se centran en la reducción del carbono en todos los alcances de emisiones de una empresa, proponemos una nueva vía para que las organizaciones informen sobre sus "esferas de influencia" en la sociedad. Esto puede ayudar a destacar (y recompensar) algunas de las acciones más materiales y radicales que las empresas pueden tomar hoy:
-- ESFERA A: INFLUENCIA DEL PRODUCTO: Desarrollar productos o servicios que sustituyan las actividades intensivas en carbono y ayuden a los clientes a evitar o reducir las emisiones. Los vehículos eléctricos son un buen ejemplo.
-- ESFERA B: INFLUENCIA DE LA CARTERA: Inversiones y compras, como créditos, filantropía y financiamiento catalizador.
-- ESFERA C: INFLUENCIA POLÍTICA: Promoción de políticas (o eliminación de barreras) que permitan la transición climática.
Al incentivar los esfuerzos a nivel sistémico, podemos movilizar a algunas de las personas más creativas e influyentes dentro de las organizaciones (innovadores, diseñadores de productos, líderes financieros y genios económicos).
Preguntar a las empresas qué pueden aportar (no solo reducir) también puede resultar atractivo para los empresarios de los mercados en desarrollo. Los líderes corporativos de países con emisiones históricas insignificantes pueden estar más entusiasmados con su creciente papel en la innovación climática que por la reducción de emisiones para hacer frente a un problema que no causaron.
Reconocemos que los informes sobre la "esfera de impacto" también podrían abrir un nuevo panorama para el greenwashing (lavado verde). Las organizaciones que luchan por reducir sus emisiones pueden preferir enfatizar sus "contribuciones más amplias" para desviar la atención de sus objetivos climáticos incumplidos.
Durante mucho tiempo, hemos dicho a las empresas que son solo una parte del problema, en lugar de incentivarlas a encontrar soluciones. Los informes de esferas pueden preguntar a las organizaciones no solo qué huella dejarán, sino cuál será su legado climático.