La delegación efectiva es fundamental para el éxito gerencial. Sin embargo, algunas de nuestras investigaciones recientes han demostrado que los empleados pueden considerar la delegación en la toma de decisiones como una carga que preferirían evitar.
En nuestros estudios, que incluyeron a 2.478 participantes estadounidenses en una combinación de experimentos controlados y encuestas, descubrimos que delegar responsabilidades en la toma de decisiones tenía costos interpersonales significativos para quienes delegaban. Sin embargo, también descubrimos que los gerentes pueden cambiar cómo y cuándo delegan decisiones, de modo que los empleados se sientan empoderados en lugar de agobiados.
Los costos interpersonales de la delegación en la toma de decisiones
Pedimos a 181 empleados que recordaran una ocasión en la que se les hubiera pedido tomar una decisión o dar un consejo. Luego, les preguntamos cuán dispuestos estarían a ayudar al solicitante con una decisión en el futuro. Aquellos que recordaron haber sido delegados eran menos propensos a querer ayudar a la misma persona en una decisión futura.
En otro estudio con 195 participantes, pedimos a las personas que eligieran entre dos candidatos para un puesto gerencial; (pero antes interactuaron con los candidatos a través de un chat en línea). Uno de los candidatos pedía consejo a los participantes y el otro delegaba en ellos la elección. Los participantes eran más propensos a contratar al candidato que pedía consejo que al que delegaba la elección.
Encontramos el mismo patrón en otro experimento en el que participaron 173 trabajadores en línea. Los trabajadores a los que se les había delegado una decisión, en comparación con aquellos a los que se les había pedido un consejo, eran significativamente más propensos a poner fin a su relación con su compañero de equipo.
Dado lo perjudicial que puede ser la delegación en la toma de decisiones, nos preguntamos: ¿Existen factores que puedan contrarrestar estos efectos negativos y mejorar la percepción que los empleados tienen de quienes delegan?
Cómo delegar decisiones
Resulta que las personas que participaron en nuestros estudios pensaban que pedirles que tomaran una decisión era menos justo que pedirles consejo, y que esta sensación de injusticia hacía que tuvieran una visión más negativa de aquellos que delegaban.
Entonces, ¿cómo pueden los gerentes delegar decisiones sin parecer injustos? Nuestra investigación ofrece tres consideraciones importantes:
1-Delegar decisiones con resultados positivos.
En un experimento controlado, pedimos a 578 participantes que imaginaran que se les pedía que tomaran una decisión o que dieran un consejo. Para la mitad de los participantes, esta decisión se relacionaba con despidos (un resultado negativo) y para la otra mitad, con bonos (un resultado positivo). A continuación, los participantes indicaron qué tan justo les parecía el solicitante.
Cuando la decisión se relacionaba con despidos, nuevamente descubrimos que la delegación en la toma de decisiones (en comparación con la búsqueda de consejos) tenía un costo interpersonal, disminuyendo la disposición a ayudar con decisiones futuras. Sin embargo, cuando la decisión se relacionaba con bonos, no había costo alguno por delegar la decisión.
2-Responsabilizar a los empleados de las decisiones que corresponden a sus funciones.
Los gerentes también pueden evitar los costos interpersonales de la delegación en la toma de decisiones cuando existe una razón contextual que justifique transferir la responsabilidad de la decisión. Planteamos la hipótesis de que, cuando una decisión potencial se encuentra directamente dentro del alcance de alguien, la solicitud de tomarla parece más legítima y se considera más justa.
3-Limitar las posibles consecuencias para los colegas.
Por último, los gerentes pueden ser capaces de evitar los costos interpersonales de delegar decisiones cuando la decisión afecta principalmente solo al delegado. Pusimos a prueba esta idea en un estudio en el que participaron 981 participantes.
Cuando una decisión afectaba a su propio horario, desaparecían los costos interpersonales de la delegación en la toma de decisiones, en comparación con pedir consejos. Las personas pueden estar más dispuestas a asumir la responsabilidad cuando solo ellas pueden sufrir las posibles consecuencias de la elección.
*Hayley Blunden and Mary Steffel - Harvard Business Review Wake-Up Call Spanish