He aquí algunas de las razones más comunes para cambiar de trabajo que pueden resultarle familiares, y cómo explicarlas de forma respetuosa e informativa, defendiendo al mismo tiempo sus propias expectativas respecto a un nuevo puesto:
Razón 1: Un panorama financiero combiante
Muchos de nosotros no tenemos el lujo de elegir dónde queremos trabajar; y si las empresas no ofrecen salarios competitivos a los empleados que viven en algunas de las ciudades más caras del país, los que buscamos llegar a fin de mes no podemos permitirnos quedarnos y crecer en estas empresas a largo plazo.
Una empresa que invierte en su crecimiento debería pagarle un salario digno. Si este no ha sido el caso en puestos anteriores, explíqueselo a los responsables de contratación. Si no comprenden su situación financiera o lo juzgan por ello, puede que no sea el mejor lugar para trabajar.
Lo que puede decir:
“Realmente disfruté mi puesto anterior, pero el costo de vida en la ciudad de Nueva York era demasiado alto y no ganaba un salario digno competitivo. Por eso, las empresas que ofrecen una remuneración justa son tan importantes para mí. Realmente estoy buscando más estabilidad en mi próximo puesto. Me encantaría echar raíces y trabajar en un lugar que invierta en mi desarrollo a largo plazo”.
Razón 2: Un desajuste de valores
Muchos millennials y miembros de la generación Z quieren que sus valores se reflejen en su trabajo diario, ya sea en la protección del medio ambiente, el impulso del cambio social o incluso la transparencia salarial.
Por lo tanto, si salió de una organización que no era transparente con usted o que no se alineaba con sus valores fundamentales, existen formas amables y honestas de compartirlo con posibles futuros empleadores. Si el gerente de contratación lo critica por ser transparente, es probable que sea una señal de advertencia, y una empresa que deba evitar.
Lo que puede decir:
“Me ha llevado varios años de prueba y error determinar el tipo de entorno de trabajo en el que me desenvuelvo mejor y encontrar un puesto que realmente se alinee con mis valores. Por lo que he aprendido sobre su organización, parece que nuestros valores de comunicación abierta, transparencia entre los empleados y mejora de la comunidad, encajan perfectamente. En ese sentido, ¿podría hablarme un poco más sobre su equipo y la cultura de la empresa?”
Razón 3: Falta de flexibilidad o de equilibrio entre la vida laboral y personal
No es ningún secreto que la mayoría de los millennials y la generación Z valoran el equilibrio entre la vida laboral y la vida personal, y los acuerdos de trabajo flexibles.
Si antes trabajaba en un lugar que requería que estuviera en la oficina cinco días a la semana o que lo hacía sentir sobrecargado de trabajo hasta el punto del agotamiento, es posible que se haya marchado para buscar un lugar de trabajo que admita una modalidad híbrida u ofrezca más recursos de salud mental. La empresa adecuada coincidirá con su deseo de una vida más equilibrada; solo debe comunicárselo al responsable de contratación con elegancia.
Lo que puede decir:
“En mi anterior puesto, lo normal era trabajar 60 horas semanales. Me encantaba el trabajo y no me importaba hacer horas extra ocasionales; entiendo que forman parte de algunas funciones, pero ese nivel de horas extra me parecía insostenible. Si bien lo respeto totalmente, tuve que priorizar mi salud mental y física. Eso fue algo que me llamó la atención sobre su organización. Vi en su declaración de misión que priorizan la salud de los empleados y creen que el equilibrio es fundamental para una gran cultura. Trabajar para una organización que realmente se preocupa por su gente es un objetivo profesional importante para mí”.
*Emma Waldman - Harvard Business Review Wake-Up Call Spanish