Después de recibir una oferta de trabajo, comienza la verdadera toma de decisiones, dice Dawn Graham, autora de "Switchers: How Smart Professionals Change Careers -- and Seize Success". Ahora debe evaluar no solo el salario y los beneficios, sino también el potencial del puesto para plantearle desafíos y hacerlo crecer, el equilibrio entre el trabajo y la vida personal que ofrece, y si el ambiente y los valores de la empresa coinciden con los suyos. "Cuando está en una entrevista, el empleador tiene el poder", dice Graham. "Pero cuando recibe una oferta, las cosas cambian. Ahora, lo quieren y lo imaginan en el puesto, lo que representa para usted un momento de ventaja poco frecuente".
Aprovechar al máximo esta ventaja puede parecer intimidante, pero es una oportunidad que no debe dejar pasar, según Chelsea Jay, coach de desarrollo profesional y liderazgo.
Mientras considera sus opciones, he aquí siete preguntas que Graham y Jay sugieren que se haga:
1. ¿QUÉ ESTOY PASANDO POR ALTO?
Durante el proceso de entrevista, probablemente estuvo completamente enfocado en conseguir el trabajo. Sin embargo, este enfoque pudo llevarlo a hacer suposiciones o pasar por alto detalles importantes sobre el puesto o la empresa, dice Graham. "La gente tiende a centrarse en ciertos aspectos del trabajo y termina ignorando las señales de alerta", añade.
2. ¿CÓMO ES EN REALIDAD LA CULTURA DE LA EMPRESA?
Comience por reflexionar sobre su experiencia durante la entrevista, dice Graham. Preste atención a cualquier señal de un equilibrio poco saludable entre el trabajo y la vida personal, por ejemplo, que la empresa programe las entrevistas a altas horas de la noche. Luego, comuníquese con posibles colegas y haga preguntas abiertas.
3. ¿CÓMO ES REALMENTE MI FUTURO JEFE? ¿NOS LLEVAREMOS BIEN TANTO A NIVEL PERSONAL COMO PROFESIONAL?
Jay recomienda tener una conversación abierta con su futuro jefe sobre su estilo de gestión y cómo se alinea con sus preferencias y forma de trabajar.
"Debe sentirse cómodo al tener esta conversación, porque de todos modos necesitará hablar de estas cosas si decide aceptar el trabajo", dice. "Si no se siente cómodo al expresarse y comunicar sus necesidades, puede que no sea el mejor lugar para trabajar".
4. ¿CUÁL ES MI POTENCIAL DE CRECIMIENTO EN LA ORGANIZACIÓN?
Pregunte al responsable de contratación sobre ejemplos concretos de empleados que hayan progresado en sus carreras dentro de la empresa. Averigüe si existe un presupuesto para desarrollo profesional y qué tan amplias son las oportunidades que tienen los empleados para tomar cursos, asistir a conferencias u obtener certificaciones.
5. ¿QUÉ RELACIONES VOY A CONSTRUIR?
Póngase en contacto con posibles subordinados directos, compañeros y colegas de otros departamentos. Pregúnteles cómo construyen relaciones y encuentran mentores, y determine si la estructura de la empresa respalda esos esfuerzos. Tome nota de las personas con las que interactúa: ¿son inteligentes, solidarias y colaborativas, o parecen distantes, poco cooperativas y excesivamente competitivas?
6. ADEMÁS DEL SALARIO, ¿QUÉ MÁS PUEDO NEGOCIAR QUE ME BENEFICIE EN ESTE PUESTO?
Si bien algunas personas pueden sentirse incómodas al negociar por temor a dañar la relación con su posible jefe, el proceso puede fortalecer la relación y ser revelador, dice Graham. Observe cómo responde su posible jefe: ¿es racional y de mente abierta, o despectivo e inflexible? Esto podría revelar cómo afrontará futuras situaciones en las que necesite apoyo.
7. ¿CUÁL ES MI ESTRATEGIA DE SALIDA?
Puede parecer demasiado negativo pensar en dejar un trabajo antes de haberlo aceptado, pero Graham recomienda ser práctico. "Se trata de una relación comercial, y la empresa sin duda tiene una estrategia de salida para usted si su rendimiento no es el esperado" o si el negocio atraviesa dificultades.
Es imposible predecir con exactitud cómo resultará un trabajo, pero hacer las preguntas adecuadas (a sí mismo y a los demás) puede darle una idea más clara de lo que puede esperar.