Con frecuencia, los consejos prácticos sobre el equilibrio entre el trabajo y la vida personal se centran en establecer prioridades. Considere la metáfora de las piedras en el frasco de cristal de la vida: coloque primero las piedras grandes (sus objetivos más valiosos), o de lo contrario, las piedras más pequeñas (menos importantes) ocuparán todo el espacio.
Sin embargo, los objetivos no son piedras. De hecho, son más como bolas de arcilla blanda que requieren ser moldeadas y priorizadas. En este artículo, describiremos nuestra estrategia basada en investigaciones para moldear sus objetivos a lo largo del tiempo, y alcanzarlos.
IDENTIFIQUE LOS VALORES QUE SUSTENTAN SUS OBJETIVOS.
Para llegar a lo que realmente importa, necesita ir más allá de los objetivos específicos y enfocarse en los valores, que son metas importantes y de alto nivel.
Sea cual sea su opinión sobre la naturaleza de una buena vida, los valores son importantes. Nuestra investigación nos ha llevado a una teoría que hace de los valores algo absolutamente central. Según esta "Teoría de la Realización de Valores", una vida bien vivida es aquella en la que cumple o mantiene sus valores importantes. Así que, para vivir bien, primero pregúntese: "¿Qué valores tengo?"
DEFINA EL ÉXITO EN FUNCIÓN DE CADA VALOR.
Una vez que haya identificado algunos valores clave, pregúntese: "¿Qué define el éxito en función de cada valor? ¿Qué significan estos valores para mí, específicamente?". Algunas definiciones de éxito son concretas y fáciles de articular, por ejemplo, conseguir un ascenso o un salario específico en un plazo determinado.
Otras pueden ser difíciles de precisar, como cultivar una audiencia, generar impacto o ser un buen padre o amigo.
Al determinar lo que es importante para usted, puede posicionarse mejor para entender cómo moldear sus valores según lo que funcione para usted en una etapa determinada de su vida.
EVALÚE SUS DEFINICIONES DE ÉXITO.
Una vez que haya identificado las definiciones que guían su sentido del éxito, el siguiente paso es considerar si esas definiciones son apropiadas para usted en este momento. Puede hacerlo identificando las definiciones que no se ajustan a sus valores o que no encajan bien con su personalidad o circunstancias, en tres aspectos clave.
En primer lugar, pregúntese: ¿Cuál es el origen de cada definición? ¿En qué medida está motivada por expectativas o normas externas?
En segundo lugar, puede examinar cómo se alinean sus definiciones con su personalidad.
Finalmente, sus definiciones también pueden no encajar con el período de vida en el que se encuentre.
Estas definiciones no deben considerarse como permanentes. Los valores pueden reducirse o ampliarse en distintas etapas de la vida a medida que cambien sus circunstancias.
MEJORE SUS DEFINICIONES.
Una vez que defina el éxito y cómo estas definiciones se relacionan (o no) con quién es y lo que realmente le importa, puede considerar cambiarlas. Pregúntese: ¿Existen otras formas de concebir sus definiciones de éxito, que sean más alcanzables y compatibles con sus valores, circunstancias y personalidad?
La estrategia de reinterpretar nuestras definiciones de éxito reconoce que lo que significa cumplir con un valor determinado depende, hasta cierto punto, de nosotros. Explorar esa flexibilidad, especialmente las formas en las que puede estar aferrándose irreflexivamente a definiciones externas o culturales de éxito que no son necesarias, puede revelar nuevas formas de alinear sus objetivos conflictivos.