Si usted es uno de los muchos recién graduados que no tiene un trabajo después de graduarse, he aquí cuatro consejos que debe tener en cuenta en los meses posteriores a la graduación, según los expertos en carreras profesionales.
1. TENGA PRESENTE LO QUE (USTED) VALE.
Si carece de experiencia laboral a largo plazo, no se desanime. Todo el mundo empieza en algún sitio y, a menudo, ser un "novato" puede tener sus ventajas. "Preferiría contratar a alguien joven, hambriento y con ganas de trabajar, que a alguien con 15 años de experiencia, que va a repetir lo mismo una y otra vez", dijo Cindy McGovern, autora de a href="https://www.amazon.com/Sell-Yourself-Create-Powerful-Personal/dp/126484624X" rel="nofollow">Sell Yourself: How to Create, Live, and Sell a Powerful Personal Brand y CEO de Orange Leaf Consulting. "Pero convénceme de que tienes esa pasión para trabajar". Ella explica que a las personas se les puede enseñar habilidades, pero no se les puede enseñar a estar motivadas.
2. REFLEXIONE SOBRE LO QUE REALMENTE QUIERE.
Su primer trabajo después de la universidad (probablemente) no definirá su carrera, pero aun así puede ser un paso en la dirección correcta. En promedio, lleva de tres a seis meses< /a> encontrar trabajo, tiempo suficiente para hacer una pausa y reflexionar sobre lo que realmente quiere. Intente escribir sus mayores habilidades y fortalezas, así como la forma en la que le gustaría que se manifestaran en su próximo rol. Piense en el tipo de proyectos que más disfruta, las tareas que le resultan más naturales, y los resultados que ha generado utilizando esas habilidades. Esta información puede darle a su búsqueda un poco más de dirección. ¿Qué tipo de funciones y responsabilidades se alinean mejor con lo que ha escrito? Al reflexionar sobre sus fortalezas y los resultados cuantificables que ha generado, asegúrese de incluir esas cifras en su currículum. Si no dispone de esos datos, comparta ejemplos de sus logros y los comentarios positivos que haya recibido de antiguos gerentes (o profesores). 3. NUNCA DEJE DE HACER NETWORKING. Una excelente manera de comenzar a crear una red de contactos es comunicarse con los empleados de las empresas en las que le interesa trabajar, y solicitar entrevistas informativas. Cuando se ponga en contacto con ellos, dígales cómo los encontró, quién es usted y por qué desea conversar. Un ejemplo de lo que puede decir es: "Hola, mi nombre es [Nombre], y [Nombre] me recomendó hablar con usted. Recientemente me gradué de [universidad] donde estudié [especialidad]. Durante mis estudios, realicé prácticas en [antiguo empleador/pasantía] donde me desempeñé en [funciones y responsabilidades]. Estoy buscando ampliar mi experiencia y construir una carrera en el campo de [industria]. ¿Estaría disponible para una charla de 30 minutos en Zoom para compartir sus conocimientos y experiencia en su campo? [Nombre] mencionó que usted es la persona indicada para hablar al respecto. ¡Por favor, hágamelo saber! ¡Agradezco su tiempo!" 4. NO TENGA MIEDO DE LOS ESPACIOS EN BLANCO EN SU CURRICULUM. Cuando hay un espacio entre su educación y su empleo debido a una búsqueda de empleo desafortunada, las preguntas habituales en las entrevistas pueden ser: "¿Qué hizo en el último año para mejorar sus conocimientos?" y "Según su currículum, parece que tomó un año sabático. ¿Le importaría contarnos por qué?" Responder a estas preguntas puede resultar intimidante. La buena noticia es que estos espacios no son tan poco comunes o estigmatizados como antes. Es importante enmarcarlos como algo intencional y compartir lo aprendido durante ese tiempo. "La clave es demostrar que esto no fue una brecha en el progreso de su propio desarrollo personal, sino más bien una pausa en su trayectoria profesional", afirma McGovern.