He aquí las cinco principales características y comportamientos que practican los líderes resilientes al estrés, junto con consejos para aprender y desarrollar cada uno de ellos.
1 - Tener una actitud positiva y optimista
Mantener, o recuperar, una actitud positiva ante la adversidad es la base de la resiliencia al estrés. Cuando las personas con una perspectiva optimista experimentan reveses y desafíos, creen que se trata de un estado temporal y que las cosas eventualmente mejorarán.
Lo que puede hacer: la idea no es ser excesivamente positivo, sino mantener un nivel de equilibrio emocional al reaccionar ante acontecimientos de alto estrés en el trabajo. Pasar de una mentalidad pesimista a una optimista puede ayudarle a recuperarse del estrés más rápidamente y a ver la situación desde una perspectiva más clara.
2 - Adoptar un enfoque basado en la resolución de problemas
Las personas resilientes al estrés ven los factores estresantes como desafíos superables y problemas solucionables. Puede que no esperen con impaciencia los acontecimientos estresantes, pero no los consideran una amenaza y los aprovechan al máximo cuando llegan.
Lo que puede hacer: la clave para desarrollar un enfoque del estrés basado en la resolución de problemas consiste en regular las emociones instintivas. Cualquier práctica que le ayude a recuperar la calma tras un acontecimiento estresante (como la meditación de atención plena, el ejercicio, escribir un diario, estar en la naturaleza o recibir apoyo de un ser querido) lo acercará a un lugar de regulación emocional.
3 - Enfocarse en lo que pueden controlar
Darle vueltas a las cosas que no puede cambiar crea una sensación de impotencia y aumenta el estrés. Las personas resilientes al estrés superan esto enseñándose a sí mismas a centrarse en las cosas que pueden cambiar y mejorar, y actúan en consecuencia.
Lo que puede hacer: esta habilidad es algo que puede desarrollarse con intención y práctica. Busque lo que puede controlar en momentos estresantes. A continuación, haga una pausa y concéntrese, esto lo conducirá hacia una respuesta reflexiva en lugar de una reacción inmediata.
4 - Ser adaptable y flexible
Las personas resilientes al estrés han aprendido a aceptar el cambio en lugar de prepararse para él. Aceptan que el cambio es inevitable y lo abordan con curiosidad y adaptabilidad.
Lo que puede hacer: puede entrenarse para ser más adaptable y flexible practicando conscientemente las emociones positivas que tienden a sentir las personas resilientes al estrés. Las emociones negativas reducen inmediatamente nuestros pensamientos y hacen que nos centremos exclusivamente en hacer lo que sea necesario para ponerle fin al estado emocional negativo.
Por otro lado, las emociones positivas, como la alegría, el interés, la satisfacción y el amor, amplían nuestros pensamientos y comportamientos, permitiendo el acceso a una gama más amplia de observaciones y percepciones, así como la capacidad de responder de una manera más expansiva y flexible.
5- Tener relaciones y conexiones sociales sólidas
Las personas que tienen altos niveles de apoyo social son más resilientes al estrés y confían en sus relaciones para que les ayuden a gestionarlo y a recuperarse de él. Estas personas tienden a sentirse cómodas pidiendo apoyo cuando su estrés se vuelve inmanejable o cuando necesitan ayuda para resolver un problema, y es más probable que tengan una red compuesta de solucionadores de problemas.
Lo que puede hacer:Para fortalecer la calidad de sus relaciones y desarrollar una mayor resiliencia al estrés, escuche a los demás con toda su atención, brinde comentarios positivos, exprese agradecimiento a otros o participe en grupos sociales (como organizaciones profesionales, grupos recreativos o clubes).
* Harvard Business Review ©The New York Times 2024