Cuando las presiones aumentan y el entorno laboral sigue siendo estresante, es aún más importante tomar medidas proactivas para volver a su punto óptimo de estrés personal y permanecer allí el mayor tiempo posible. He aquí algunas técnicas que funcionan.
1 - Identifique su “punto óptimo” de estrés
Piense en la última vez que se sintió tranquilo, regulado y plenamente comprometido con lo que estaba haciendo. Haga un inventario de las condiciones que le permitieron alcanzar y mantener ese estado.
A partir de ahí, enumere cualquiera de los recursos que necesitaría para mantenerse dentro de su punto óptimo personal y piense en los factores desencadenantes que lo empujarían a la zona de angustia para que pueda evitarlos.
2 - Utilice estrategias de regulación emocional
La regulación emocional nos permite gestionar nuestras emociones de forma que sigamos siendo eficaces y manteniendo el control, incluso en medio de situaciones de mucho estrés. La meditación mindfulness regular, en la que simplemente toma nota de sus pensamientos y sentimientos sin juzgarlos a medida que surgen, le permite volverse menos reactivo y alterado cuando llega el estrés u otras emociones fuertes.
También puede comenzar a cambiar su mentalidad, adoptando la respuesta de desafío al estrés, es decir, asegurarse de que cualquier factor estresante al que se enfrente es un problema que puede resolverse. Cuando está alterado, la respiración profunda actúa rápidamente para ayudar a calmar un sistema nervioso hiperactivo, y hacer una pausa para etiquetar sus emociones disminuye su intensidad y duración.
3- Priorice la recuperación laboral y conviértala en un hábito
En lugar de tratar el tiempo fuera del trabajo como un último recurso, solo cuando se sienta abrumado y agotado, siga el ejemplo de los atletas profesionales y adminístrese “dosis” regulares de recuperación laboral. Los investigadores han descubierto que necesitamos desconectarnos por completo de las exigencias del trabajo de forma regular para relajarnos, recargarnos y recuperarnos del estrés laboral.
Recuerde que es el estrés continuo e incesante el que conduce al agotamiento. Incluso los “microdescansos” durante la jornada laboral (5 o 10 minutos para caminar, conversar o estirarse, por ejemplo) han demostrado ser eficaces para reducir el estrés.
4- Identifique lo que puede cambiar para mejor
Haga una lista de las cosas que puede cambiar en el trabajo, aunque sea mínimamente, y actúe en consecuencia. Quizá pueda redistribuir las tareas entre los miembros del equipo o ajustar su agenda de la manera que mejor respalde su bienestar y desempeño.
Darle vueltas a lo que no puede controlar solo aumentará su estrés y hará que su agotamiento sea mayor, pero actuar sobre lo que puede cambiar para mejor no solo mejora su situación, sino que restaurará su sentido de agencia y autonomía.
5- Salga adelante con ayuda de sus relaciones sociales
Está demostrado que el apoyo social tiene un efecto amortiguador frente a los efectos negativos del estrés sobre nuestra salud física y mental. Del mismo modo, tener relaciones de apoyo en el trabajo mitiga el estrés asociado a las exigencias laborales y disminuye el riesgo de agotamiento. Las conexiones sociales aumentan nuestra resistencia al estrés y nos proporcionan un sistema de apoyo que puede ayudarnos a superar situaciones difíciles y a gestionar el estrés laboral.
Haga un esfuerzo por comunicarse con colegas de confianza para fortalecer su relación e intercambiar puntos de vista y estrategias sobre cómo manejar el estrés. Puede que hayan probado tácticas que a usted no se le había ocurrido.
* Kandi Wiens es investigadora principal de la Escuela de Graduados en Educación de la Universidad de Pensilvania y autora del libro Burnout Immunity: How Emotional Intelligence Can Help You Build Resilience and Heal Your Relationship with Work. Investigadora y oradora de renombre nacional sobre agotamiento, inteligencia emocional y resiliencia, desarrolló el Burnout Quiz para ayudar a las personas a comprender si corren riesgo de agotarse.
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