Hace 10 años, Tasha* era la séptima empleada de su startup de software médico, y fue contratada como asistente administrativa del director de ventas. Hoy en día, dirige un equipo de ocho vendedores responsables colectivamente de 22 millones de dólares en ingresos. Cuando el director de ventas anunció recientemente su retiro, Tasha esperaba ser considerada para el puesto. En lugar de ello, el CEO anunció una búsqueda externa, afirmando que no había candidatos internos calificados.
Si usted es un empleado confiable y con muchos años de antigüedad, como Tasha, que quiere crecer en su carrera pero se siente atrapado por viejas percepciones, no está sólo. En este artículo, compartiremos lo que puede hacer al respecto.
IDENTIFIQUE LA BRECHA DE PERCEPCIÓN. Todos tenemos palabras que usaríamos para describirnos a nosotros mismos. Pero, ¿cómo nos ven los demás? Tener claras las diferencias le ayudará a comprender la brecha y a diseñar acciones para cerrarla.
Tomemos como ejemplo a Mike*, el cliente de Sarah, quien fue durante mucho tiempo un líder sénior en una empresa de bienes de consumo envasados. Había adquirido fama de ser emocional y agresivo debido a algunos arrebatos inoportunos en las reuniones. Pronto, esa percepción se arraigó en la tradición organizacional y comenzó a reemplazar las realidades actuales.
Sin embargo, Mike se sorprendió cuando se enteró de que los demás lo veían como agresivo. Al darse cuenta de la brecha de percepción, trabajó con Sarah para aprender estrategias que le permitieran calmarse cuando se agitaba, canalizar su frustración en conversaciones productivas y volver a tener claro qué líder quería ser. Se apropió del espacio entre lo que los demás veían y lo que él quería ser.
ALINEE SUS ACCIONES. A medida que los empleados con mayor antigüedad ascienden de rango, no es raro que tengan dificultades para delegar y dejar de lado las responsabilidades que alguna vez los hicieron exitosos. Aferrarse a asignaciones de trabajo prolongadas puede ayudarlo a sentirse productivo, pero también significa que es más probable que sus colegas lo asocien con su función o responsabilidades anteriores.
Para contrarrestar esta situación, a menudo invitamos a los clientes a analizar detenidamente en qué se enfocan cada día, mirando a través de la lente de cómo pueden demostrar quiénes quieren ser, no quiénes han sido. Para comenzar con este proceso, pregúntese:
-- ¿Qué estoy haciendo que refuerce quién soy como líder hoy?
-- ¿Dónde estoy pasando el tiempo que no está alineado con mis habilidades de liderazgo actuales?
-- ¿Qué expectativas o suposiciones tienen los demás sobre mi trabajo?
NO SEA TÍMIDO CON SUS GRUPOS DE INTERÉS. A pesar de los importantes esfuerzos de superación personal de Mike, los comentarios posteriores indicaron que seguía siendo percibido como el "viejo Mike", que se enojaba con facilidad y era propenso a perder los estribos en las reuniones. Para continuar con su campaña de cambio, puso en marcha una estrategia de conversación deliberada con sus principales grupos de interés: su jefe, sus compañeros y sus subordinados directos. Mike preguntó:
Escuché que mis emociones seguían interponiéndose en mi camino. He trabajado duro para eliminar eso en el último año. ¿Puede dar un ejemplo de cuándo ha visto este comportamiento en mí recientemente?
Cuando se les preguntó directamente, muchos admitieron que no habían visto al "viejo Mike" en mucho tiempo. En esas conversaciones, se dieron cuenta por sí solos de que se aferraban a recuerdos del pasado. Mike salió de esas reuniones con el compromiso de sus grupos de interés de vigilar más de cerca el buen comportamiento, y de llamarle la atención inmediatamente sobre el menos deseable.
(*Los nombres se han cambiado para proteger la privacidad).