Experimentar el síndrome del impostor es común entre las personas que asumen puestos de mayor responsabilidad. Pero, ¿qué pasa si la duda se siente justificada porque usted está ocupando un puesto en el que originalmente había sido rechazado?
He aquí cuatro estrategias que puede utilizar para calmar los sentimientos de impostor si sabe que no fue la primera opción para su nuevo trabajo.
ACLARE LAS BRECHAS
Inicie una conversación sincera (con su nuevo jefe y las personas clave que lo entrevistaron) sobre lo que le faltaba y que no lo convertía en la primera opción obvia. Pida sugerencias específicas a su jefe y a otros líderes clave en el proceso de contratación. Puede decir: "Tengo muchas ganas de superarme en este trabajo y me doy cuenta de que tengo algunas brechas. Me encantaría saber cuáles percibe usted como mis brechas, qué puedo hacer para cubrirlas, y cómo sabremos ambos si tengo éxito en los primeros meses".
TRANSMITA CONFIANZA
Dado que usted no fue la primera opción, lo último que necesita es parecer necesitado e inseguro en los primeros días de su nuevo puesto. Durante estas conversaciones aclaratorias, asegúrese de proyectar confianza.
Previamente, céntrese físicamente apoyando los pies firmemente en el suelo, manteniendo la espalda recta y respirando profundamente varias veces con exhalaciones lentas. Esto calma el sistema nervioso simpático y le ayuda a sentirse con los pies en la tierra. Elija un mantra para calmarse si aparecen las voces del síndrome del impostor, por ejemplo, "Conseguí el trabajo; ahora estoy obteniendo conocimientos" o "Estoy aquí para aprender".
UTILICE INMEDIATAMENTE LO APRENDIDO
A medida que mantenga estas conversaciones, escuchará cosas fundamentales que podrá implementar en su proceso de incorporación.
Aproveche las primeras conversaciones con los directivos para poner de manifiesto sus conocimientos estratégicos y demostrar que puede mantener su posición en las reuniones del equipo ejecutivo, aportando datos importantes y defendiendo su postura en algunas discusiones acaloradas desde el principio.
PROMUÉVASE A SÍ MISMO ENTRE SUS NUEVOS COMPAÑEROS
Si siente el síndrome del impostor o cualquier tipo de inseguridad por no ser la primera opción para su puesto, es posible que se sienta inclinado a concentrarse en hacer el trabajo para demostrar su valía. Sin embargo, a medida que se adquiere más experiencia, la necesidad de crear una red estratégica se vuelve aún más esencial.
Establezca reuniones individuales con sus nuevos compañeros lo antes posible. Dado que ya conoce a estos líderes, su objetivo es reintroducirse en el contexto del nuevo puesto. Es probable que sus antiguas conversaciones fueran sobre proyectos y tácticas; las nuevas conversaciones deben ser sobre visión y estrategia.
ESTABLEZCA UNA NUEVA DINÁMICA CON SUS SUBORDINADOS DIRECTOS
Dirigir a sus antiguos compañeros puede ser un desafío en cualquier circunstancia. Es posible que dude a la hora de establecer expectativas con ellos, o que evite responsabilizarlos por los objetivos del equipo.
En lugar de reprimirse, cree y articule una filosofía de liderazgo clara y segura. Discuta la cultura que desea crear con el equipo y las expectativas mutuas sobre cómo trabajar juntos. Tenga conversaciones individuales con cada uno de sus subordinados directos y reconozca que tiene una nueva dinámica. Hágales saber que sigue valorando su experiencia y su relación, y que estará encantado de trabajar con ellos como su gerente. Hábleles de las necesidades del negocio y de cómo cada uno cree que su papel contribuye a ellas.
Ser rechazado para un ascenso puede doler, pero a veces tiene una segunda oportunidad. Aproveche esta oportunidad para seguir creciendo como líder y silenciar las voces del síndrome del impostor en su cabeza.