La alerta acaba de llegar a su teléfono. ¡Faltan tres días para su entrevista de trabajo! Por suerte, se ha estado preparando toda la semana. Ha elegido su ropa, estudiado las responsabilidades laborales y memorizado algunos ejemplos que demuestran sus habilidades más relevantes.
Se ha preparado, una y otra vez, para cualquier pregunta que pueda hacerle el reclutador.
Está listo, más que listo, para aprovechar esta oportunidad. ¿Verdad?
Quizá necesite pensarlo de nuevo.
Lo que los candidatos suelen olvidar
La mayoría de los solicitantes de empleo ya conocen el método probado y verdadero de llegar preparados con preguntas para su entrevistador. Sin embargo, muchos esperan hasta el final de la entrevista para plantearlas, hasta que el gerente de contratación se detenga y diga: “¿Tiene alguna pregunta para mí?”
Los estudios demuestran que hacer preguntas hace que el gerente de contratación se sienta más comprometido y tenga más probabilidades de verlo de manera favorable, a la vez que le proporciona información más valiosa sobre el puesto.
Una buena entrevista de trabajo suele parecerse más a una conversación: una vía de doble sentido en la que cada persona siente curiosidad por saber si encajará con la otra.
He aquí algunos consejos que le ayudarán a hacer preguntas más interesantes durante su próxima entrevista de trabajo, y a aumentar sus probabilidades de obtener una oferta.
La forma de preguntar puede aumentar (o disminuir) sus posibilidades.
He aquí algunas preguntas que probablemente se considerarán señales de alerta (a pesar de su intención positiva), y lo que debería preguntar en su lugar.
- ¿Cuánto tiempo se tarda normalmente en conseguir un ascenso?: Esta pregunta clásica da la apariencia inicial de gran ambición, pero la redacción hace que resulte una metedura de pata. Kyle Elliott, coach de carreras tecnológicas, recomienda una alternativa: “¿Puede contarme más sobre el proceso de la empresa para apoyar el crecimiento de los empleados?”
- ¿Le gusta trabajar aquí?: Evite preguntar a los entrevistadores qué les gusta o qué cambiarían de su organización. En su lugar, intente algo como: “¿Puede describir cómo sería un día típico en este puesto?” Hacer esta pregunta pone de manifiesto que usted realmente se visualiza trabajando en la organización.
- ¿Cuántos días a la semana se requiere que los empleados trabajen de manera presencial?: Algunos puestos se definen claramente como remotos o presenciales, mientras que otros (conocidos como híbridos) pueden requerir pasar algún tiempo en un entorno de oficina. Farouk Dey, vicerrector fundador de aprendizaje integrador y diseño de vida en la Universidad Johns Hopkins, tiene una sugerencia sobre qué preguntar cuando no está claro el nivel de flexibilidad que ofrece un trabajo: “Suponiendo que un empleado se desempeña por encima de las expectativas, ¿cuál es el equilibrio preferido por la organización entre trabajo presencial y remoto?”
- ¿Con qué frecuencia se espera que los empleados trabajen fuera del horario normal?: Esta pregunta capciosa puede hacerlo parecer, desde el principio, como una persona que no es ambiciosa. Un mejor enfoque para informarse sobre el equilibrio entre la vida personal y laboral sería preguntar: “¿Puede contarme sobre la cultura del equipo al que me incorporaría?” Esto le permite comprender más sobre el entorno de forma indirecta, y podrá mantener conversaciones más profundas sobre las cargas de trabajo y las expectativas a medida que avance hacia las etapas posteriores del proceso de contratación.
Bonus: Varios expertos compartieron un buen ejemplo sobre el poder de permanencia: “¿Cómo se ve el éxito en este puesto?” No puede equivocarse al preguntar a dónde conduce el enfoque correcto. Si no ha incluido esta pregunta en su lista, agréguela ahora.
*Kristi DePaul - Harvard Business Review Wake-Up Call Spanish