Las tecnologías basadas en algoritmos, incluidas las aplicaciones de inteligencia artificial, en el sector de la salud, pueden proporcionar predicciones y diagnósticos increíblemente precisos para una gran cantidad de enfermedades, y pueden educar a los médicos en tiempo real sobre tratamientos con los que podrían no estar familiarizados. Por ejemplo, una investigación reciente que realicé con otros colegas muestra que los médicos pueden utilizar aplicaciones móviles para acceder de forma rápida y oportuna a repositorios de información en línea sobre medicamentos de uso poco frecuente.
Sin embargo, nuestras entrevistas con 32 médicos (de 12 especialidades) que trabajan en el National Health Service de Reino Unido, revelaron que los médicos son reacios a utilizar algoritmos que les ayuden a realizar diagnósticos. Las 32 personas se mostraron indecisas, a pesar de que reconocían su valor. Las razones eran varias:
-- Carecían de orientación o apoyo sobre cómo utilizar la tecnología. "No sabes absolutamente nada y, sin embargo, "no te dicen nada", dijo un médico.
-- La tecnología no estaba formalmente integrada en sus flujos de trabajo. "En este momento, todo es un poco de nicho", dijo un médico llamado Paul. Otro se quejó de que la tecnología era incompatible con su función.
-- Sentían que debían comportarse "profesionalmente" en presencia de los pacientes, y les preocupaba cómo percibirían su uso de la tecnología los pacientes, sus colegas y la alta dirección. Un médico explicó: "Creo que mirar el teléfono puede ser percibido por los espectadores o pacientes como algo social y no como algo realmente relacionado con el trabajo, y pueden asumir [que no estoy] trabajando".
-- Temían que, si dependían en gran medida de la tecnología para hacer diagnósticos y elaborar planes de tratamiento, su propia experiencia se deterioraría. Un médico explicó: "Creo que lo que uno aprende como médico durante su formación debe nutrirse... porque si no... perderás la habilidad de cómo hablar con los pacientes [y] cómo elaborar un plan de tratamiento. Y si te vuelves demasiado dependiente de cosas como [la tecnología], potencialmente estás perdiendo habilidades en otros aspectos más importantes".
Los médicos pueden abordar estos problemas tomando ciertas medidas:
1. Deben comunicar claramente a los pacientes que la tecnología complementa, pero no reemplaza, su experiencia y, como resultado, puede conducir a una comprensión más completa de sus afecciones y mejores resultados de atención médica.
2. Cuando no exista una orientación clara por parte de la alta dirección sobre el uso de una tecnología en particular, los médicos pueden obtener información sobre su uso adecuado, observando a sus colegas o modelos respetados en su organización.
3. Los médicos deben asegurarse de que otros proveedores de atención médica y pacientes estén utilizando la tecnología de manera adecuada. Por ejemplo, varios médicos que entrevistamos hablaron sobre cómo utilizan aplicaciones móviles que emplean IA (por ejemplo, PostOp) después del tratamiento para ayudar a guiar a los pacientes en su recuperación. Estas aplicaciones explican a los pacientes cómo será su proceso de recuperación.
4. Las organizaciones de atención médica, así como las sociedades especializadas y las asociaciones médicas, deberían tomar la iniciativa para alentar a los médicos a utilizar la tecnología, por ejemplo, proporcionando pautas o instrucciones detalladas sobre cómo utilizarla en determinados tipos de atención.
Las herramientas médicas basadas en algoritmos, incluida la IA, están proliferando y tienen el potencial de mejorar los resultados de salud. Pero, en gran medida, su repercusión depende de la voluntad de los médicos de utilizarlas, y de su capacidad para integrarlas eficazmente en la atención médica.