Rebecca Zucker es socia fundadora de Next Step Partners.
De: HBR.org
Los proyectos con bajo rendimiento no solo afectan el resultado final, sino también el ánimo y el compromiso. Si uno de sus proyectos se está desviando o yendo a pique, he aquí algunas formas de motivar a su equipo para ayudar a que las cosas vuelvan a encarrilarse.
RESTABLECER O REDEFINIR EL PROPÓSITO, OBJETIVOS Y VISIÓN DEL PROYECTO
Es posible que el proyecto no vaya bien porque los objetivos y la visión de la organización no están claros. De hecho, la falta de objetivos claros es el factor más común, llevando al 37% de los fracasos de proyecto.
Reunir al equipo para restablecer o redefinir estos objetivos puede darle una segunda vida al proyecto, suponiendo que el contexto no haya cambiado tanto como para que el proyecto ya no sea relevante. A nadie le gusta trabajar en un "camino a ninguna parte". Una investigación del Standish Group muestra que más del 30% de los proyectos se cancelarán antes de su finalización. Según Antonio Nieto-Rodríguez, autor del "Harvard Business Review Project Management Handbook", "considere revisar el estatuto del proyecto si es necesario".
INVOLUCRAR AL EQUIPO EN LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS Y EN LA DEFINICIÓN DEL CAMINO A SEGUIR
Involucre al equipo en la resolución de problemas de una manera colaborativa que no culpe, sino que busque llegar a la causa raíz y encontrar un mejor camino a seguir. Nieto-Rodríguez recomienda realizar una reunión sobre el "estado del proyecto" donde "todos puedan expresar inquietudes, y ofrecer soluciones sin temor a represalias".
Como líder del equipo, también puede crear seguridad psicológica y modelar una mentalidad de crecimiento, siendo el primero en compartir los errores que haya cometido, y que podrían haber contribuido al bajo rendimiento del proyecto, y lo que haya aprendido de ellos.
AYUDAR A ELIMINAR LOS OBSTÁCULOS
Una parte clave de su trabajo como líder de proyecto es ayudar a eliminar los obstáculos para el equipo. Esto incluye volver a priorizar otros trabajos y reasignar recursos para el proyecto, incluidas personas, tiempo y presupuesto. Según la investigación del Standish Group, más del 50% de los proyectos costarán casi el doble de las estimaciones presupuestarias originales.
Otro obstáculo que puede eliminar como líder de proyecto es proporcionar claridad de roles a los miembros de su equipo. La claridad de roles puede evitar la duplicación de esfuerzos, trabajar con propósitos opuestos o las fricciones innecesarias en el equipo y los problemas de moral que surgen al pisar los dedos de los pies de otras personas.
COMPRENDER QUÉ MOTIVA A LOS DIFERENTES MIEMBROS DEL EQUIPO
Si bien algunos principios generales se aplicarán a todos cuando se trata de motivar a su equipo de proyecto, también reconozca que diferentes personas están motivadas por cosas diferentes. Nieto-Rodríguez señala que "algunos están motivados por el reconocimiento público, otros por incentivos monetarios y otros más por oportunidades de desarrollo profesional. Adaptar su enfoque puede ser de gran ayuda".
CONECTAR REGULARMENTE COMO EQUIPO
Programar una reunión semanal permanente del proyecto puede ayudar a crear ciclos de retroalimentación regulares sobre lo que funciona y lo que no, de modo que se puedan realizar correcciones de rumbo de manera oportuna, manteniendo así el proyecto en marcha y aumentando las posibilidades de éxito. Estas revisiones periódicas también permitirán al equipo poner sobre la mesa cuestiones importantes para discusiones, debates y decisiones cruciales. Las actualizaciones de estado sencillas se pueden realizar de forma asincrónica en plataformas como Slack.
CELEBRAR LAS PEQUEÑAS VICTORIAS Y OFRECER RECONOCIMIENTO
Reconocer las pequeñas victorias puede ayudar a marcar el progreso del equipo y levantarle el ánimo. Celebrar los hitos del proyecto como equipo no sólo puede elevar la moral, sino también darle al equipo una sensación de tracción frente a sus objetivos y sentimientos de optimismo.
Al centrarse en las estrategias anteriores, puede revitalizar a su equipo de proyecto y ayudar a volver a encarrilar un proyecto de bajo rendimiento, creando un círculo virtuoso que conduzca al éxito del proyecto y del equipo.