El domingo pasado, en unas elecciones consideradas históricas, el candidato de la izquierda Gabriel Boric, surgido de las revueltas estudiantiles de hace una década, fue elegido presidente para el próximo mandato en el país trasandino. Tras el estallido de octubre de 2019 y el comienzo de la Convención que redactará la nueva Constitución, esta elección puso una vez más a Chile en el foco de atención de la región y el mundo.
Los escritores, como se vio en redes y en sus apariciones públicas, fueron parte activa de la militancia a partir del lema “Chile despertó”. Desde Leamos.com, realizamos una selección de libros de autores chilenos, algunos contemporáneos, otros clásicos, a modo de un abanico que acompañe la historia, presente, sueños, memoria, cultura y resistencias de un pueblo.
La literatura suele dar la oportunidad de repensar la historia de modos no lineales. Sin ser, en su mayoría, novedades, a la luz de los acontecimientos, estos libros sin duda se actualizan y cobran nueva potencia y sentidos.
Facsímil: Libro de ejercicios, de Alejandro Zambra (Eterna cadencia)
Podría pensarse que este libro de Alejandro Zambra es una reflexión sobre la Educación en Chile, esa que desde 1967 a 2002 aplicó una “Prueba de Aptitud Verbal” para el ingreso a la universidad. Sin embargo, en la voz del poeta y escritor, este ejercicio lúdico no puede ser inocente. Zambra nos traslada a otro mundo, uno ligado quizá con esas emociones compartidas a través de las generaciones. Así, lo que se nos presenta como un libro “fungible”, entreteje, oculta en pliegues, preguntas ligadas a un pasado común. ¿Existen respuestas correctas? Bajo la (falsa) forma de ejercicios de opciones múltiples se revisan el amor, se ofrecen relatos-simulacros sobre las relaciones familiares, la clase media chilena, las herencias de la dictadura. Es, claro, un libro experimental (podría pensarse que también así un escritor planifica una futura novela). El tipo de ejercicios que realizan quienes arman las palabras cruzadas. O un cadáver exquisito.
Space Invaders, de Nona Fernández Silanes (Sexto Piso)
También en clave generacional escribe Nona Fernández esta novela que oscila entre el mundo de la vigilia y el de los sueños. En clave pop (tal la referencia al videojuego arcade del mismo nombre) Fernández –escritora, dramaturga, actriz– se ubica en el punto de vista de esos niños y adolescentes que serán protagonistas-testigos involuntarios del horror de la dictadura. Lo siniestro de toparse con aquél en los ámbitos de la intimidad, familiares: la casa, el barrio, la escuela. Seca, compacta, precisa, emotiva: la narración de Fernández no da respiro. Quizá, también tenga un gesto anticipatorio en poner en el ámbito de la Escuela el germen de la rebelión.
A la carcel, de Ricardo Elías (Algo Pogo)
Quizá sea el mayor mérito de Ricardo Elías su gran trabajo con el humor. Nunca es fácil la asociación de humor y literatura. A la cárcel, lo consigue con creces. Y otro gran logro: una novela que pueden leer y disfrutar por igual adultos y adolescentes (Pienso en la Argentina en un narrador como Sergio Olguín, también poseedor de ese don. También Leo Oyola) La hermosa experiencia de Ricardo Elías, conversando sobre su novela con unos alumnos de nivel medio de la ciudad de Guadalajara, fue compartida una charla de Experiencia Leamos). Si nos atenemos a los géneros, A la cárcel es una novela épica de aventuras: un grupo de presos planean el típico escape de la cárcel, cavando un túnel. Pero en el túnel se encuentran algo que cambia el plan y sus propias vidas. Esta novelita “carcelaria” tiene, como las mejores comedias de Hollywood, la sabiduría para tratar con afecto a sus personajes (principales y secundarios), siendo al final todos los reos bastante queribles. El lenguaje (la jerga chilena, pero también la carcelaria, los sobrenombres de los presidiarios) es otro de los protagonistas. Quizá por ello, la novela se lee fresca y no nos damos cuenta los dolores (y realidades) que esa historia pone de denuncia: la desigualdad de un pueblo y las siempre perversas lógicas del poder. Ello más allá del universo carcelario: mundo al que a la vez parodia y redime. Alguien dijo que Alex de la Iglesia debía llevar esta novela al cine, es una buena observación: sería genial ver a Lalo Cartagena y sus secuaces en la pantalla grande, sonriendo cómplices a cámara, en un buen plano americano.
Cuando éramos hombres lobo, de Álvaro Bisama (Editorial El Cuervo)
Dice Edmundo Paz Soldán que “Álvaro Bisama se especializa en un tipo de personaje marginal, freak, con la cabeza y el corazón llenos de las pulsiones de la cultura popular más bizarra, aquella en que se dan cita los adoradores de Tolkien con los cultores de ritos satánicos y de mitos locales entre cristianos y gore”. Entre el horror clásico y el geek power, entre la realidad y la ficción, Bisama se inscribe como un observador lúcido del presente latinoamericano. En una crónica de mayo de este año publicada en el semanario chileno The Clinic, durante las elecciones para convencionales, Bisama narra una viñetas tan llamativas como bizarras donde, por ejemplo, persigue junto a la prensa un “dinosaurio” que iba a votar. ¿Anteojos “clase Z”? ¡Pero no hace tanto tiempo la primera dama había dicho que temía una invasión “alienígena”! De la ficción a la realidad, leer a Bisama nos propone un viaje un poco lisérgico, sí, pero otro tanto maravilloso, y nunca ajeno a los escenarios y vicisitudes de las vidas reales, que tan bien aprecia y conoce.
Por la Humanidad Futura, de Gabriela Mistral (La Pollera Ediciones)
De un tiempo a esta parte, y nunca como en los últimos años, quizá muchos niños y jóvenes, cuando se les nombra a Gabriela Mistral, piensen en el GAM: el centro cultural bautizado con el nombre de la poetisa chilena, quien recibió recibió el premio Nobel de Literatura en 1945 por su trabajo poético, amén de haber sido la primera mujer iberoamericana y la segunda persona latinoamericana en recibir un premio Nobel. Desde octubre de 2019, además, la cercanía con la Plaza Dignidad hizo del GAM un hito clave de Santiago, donde se concentraron las masas, el arte callejero, los murales, sobre todo, el choque de los cuerpos. Pero volvamos a Gabriela. En este libro publicado por el sello La Pollera (Chile), se reúnen textos inéditos y otros publicados en medios de comunicación que recorren, junto con la autora, cuatro décadas de América y Europa. “Con foco en la cultura y los niños, Mistral disecciona problemas, dictadores, gobernantes, así como artistas y educadores, los que verdaderamente están haciendo algo por la paz, la educación de los niños y la humanidad futura que a ella especialmente preocupó.” ¿Cómo no volver a ellos en este presente?Foto: Mural del artista Caiozzama con imagen del Negro Matapacos en el GAM (instagram del autor).
Ensayos quemados en Chile, de Ariel Dorfman (Godot Ediciones)
Publicado por primera vez en 1978 en Argentina, este libro ahora reeditado por Godot incluye una serie de textos que tuvieron el privilegio de ser quemados durante la dictadura chilena, entre ellos una extensa introducción a La historia me absolverá, de Fidel Castro, escrita por Ariel Dorfman; también un ensayo introductorio a las Poesías escogidas de Ernesto Cardenal, “que pudo haberse verosímilmente salvado del fuego, en espera de la posterior guillotina”, y un estudio que se encontraba en prensa en el último número de la Revista de Educación, “que también habrá pasado por las delicias expurgantes del fuego”, titulado “Medios masivos de comunicación y enseñanza de la literatura”. A su vez, se incluyen dos ensayos escritos en 1970 sobre las obras de Antonio Skármeta (“¿Volar?”) y Jorge Edwards (“El patas de perro no es tranquilidad para el mañana”), en los que a partir del análisis textual el autor puede esbozar teorías sobre la penetración cultural norteamericana, tema que por otra parte atraviesa todos los ensayos del libro.
Audiolibro
Poeta chileno, de Alejandro Zambra (Anagrama)
Leído, aplaudido, recomendado boca a boca, Poeta Chileno fue una de las grandes novelas de 2020, elevando a Zambra a una de las figuras centrales de la literatura latinoamericana actual. La historia nos presenta a Gonzalo, “padrastro” de Vicente, su historia de amor y desamor con Carla, pero sobre todo, la historia de amor y desamor con la poesía chilena, cuya genealogía se de dedica a construir, describir y cuestionar, a partir de escenas, personajes, patriarcas, ascendencias y descendencias. La “novela larga”, como se la distingue, en oposición a otros libros suyos, más propios de las extensiones de un poeta muestra a un Zambra maduro, ni tan nostálgico ni tan realizado, plantado cómodo en su presente. Escrita en México (donde vive desde algunos años), yendo y viniendo, tensionado, al menos simbólicamente, entre la narrativa y la poesía, Poeta Chileno es a la vez una novela de formación, sobre la identidad chilena, sobre la paternidad, una petición de principio, una declaración de amor, una broma. Aquí, la oportunidad de escucharla en la propia voz de Zambra. Una experiencia maravillosa incluso para quienes ya hayan leído la novela.
> Ir a la entrevista a Alejandro Zambra en Experiencia Leamos.