El miedo es fuente de una obra de numerosos autores de literatura infantil y juvenil. Las historias de fantasmas, monstruos, zombies y misterios nos rodean, nos asustan, pero también nos fascinan y ayudan a descargar angustias. En un nuevo encuentro de Experiencia Leamos, el ciclo que la plataforma Leamos.com organiza como beneficio exclusivo para sus suscriptores, el escritor Fabián Sevilla habló con María Belén Marinone sobre estas características.
Autor de Alicia a través de la pantalla y Vampíricas vacaciones, entre otros títulos, Sevilla ha publicado cuentos, novelas, historietas y obras de teatro. En la charlla abordó la literatura de terror, cuáles son los elementos fundamentales, por qué leerla y cómo el género facilita la expresión de las emociones de chicos y chicas (¡y adultos!).
--¿Hay una edad para empezar a leer terror? ¿Por qué este género atrae tanto a los niños?
--A los chicos les encantan los monstruos, los fantasmas, las brujas, y todo aquello que se les presente fuera de lo ordinario. Hay que tener en cuenta que los niños son muy inteligentes y comprenden algo que, en ocasiones, ni los adultos son capaces de comprender: el pacto ficcional. Los chicos saben que un fantasma, una bruja o un monstruo que aparece en un libro o en una película pertenece al campo de la ficción. Los adultos creen lo contrario y menosprecian así su inteligencia. Creen que se traumarán de por vida por ver una película o leer un libro de terror, cuando en verdad, si un chico queda traumado el problema no es el libro o la película en cuestión, sino el chico. Es como echarle la culpa al mensajero. Los adultos subestiman su inteligencia, les dicen “Si leés sobre fantasmas después vas a tener miedo”, pero, ¡hay que dejarlos tener miedo! Ellos saben que el fantasma no es real.
--¿Qué recomendás hacer cuando efectivamente un niño o una niña queda asustado por lo que leyó?
--Si vemos que un niño o niña se queda asustado, hay que hablar con ellos, preguntarles por qué se quedaron tan pegados, empezar a indagar en conjunto sobre sus miedos. Porque, ¿qué mejor forma de comunicarse con un niño que preguntándoles qué les da miedo y por qué? Cuando ese chico sale a la calle o está en internet, se enfrenta a personas y situaciones que son sumamente horrorosas, mucho más horrorosas que un libro de terror. Entonces, hablar con los chicos sobre los miedos a partir de un libro o una película es sumamente importante. Se empiezan a procesar y a tramitar los miedos desde temprana edad.
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