Florencia Bonelli, quien se define como “una lectora que escribe”, dejó su trabajo como contadora para jugársela por su sueño: la escritura. Con una pluma cargada de destreza, sensualidad y erotismo, sus novelas románticas abarcan temas tan diversos como comprometidos. Uno de sus clásicos es Indias Blancas (2005), la historia de indios, malones y cautivas, en medio de la campaña al desierto de Roca. Otro de sus hits es la saga Caballo de Fuego (2011), que cuenta en Paris un amor entre una pediatra argentina y un árabe seductor y poderoso, en medio del conflicto palestino israelí.
La obra de Bonelli es tan vasta que despliega bilogías y trilogías por doquier. La más reciente, La tía Cósima (2020) es una historia de resiliencia, coraje y perdón, pero también de segundas oportunidades para el amor. Con una veintena de títulos publicados y traducida a tres idiomas, lleva más de tres millones de ejemplares vendidos sólo en Argentina. Aunque su carrera de bestseller no se circunscribe a nuestras fronteras y sus libros son furor en Estados Unidos, Latinoamérica y España. Además, cada sábado, Bonelli contestar, uno por uno, los innumerables mensajes de su legión de seguidoras.
En un nuevo encuentro del ciclo “Leamos Romántico”, que se realiza en el marco de Experiencia Leamos, Magda Tagtachian conversó con la escritora de su exitosa obra, su camino personal, y de su trabajo más reciente, Ineludible determinación del destino, que es exlcusivo de la plataforma Leamos.com.
No hay mejor edad que los cuarenta, dijo, porque “una comienza a ser consciente de sí misma”. Proveniente de una familia muy religiosa, católica y conservadora, fue a esa edad que, gracias a los libros, comenzó a descubrir que la religión no era tan “al pie de la letra” como le habían enseñado: “Me di cuenta que habían muchos cuestionamientos para hacerle ¡Que hasta los historiadores se cuestionaban la existencia misma de Jesucristo!”. Ese año se la pasó leyendo todo sobre estudios bíblicos y cristianismo: “Abrí los ojos: me di cuenta que pasé cuarenta años creyendo algo que ahora me generaba muchas dudas”. Así como a ella le tocó cuestionarse su sistema de creencias religiosas, dice, a otros les toca cuestionarse su carrera, el amor: ”A los cuarenta uno tiene que construir su sistema desde cero. Y es en este nuevo construir que uno recibe la sabiduría”.
Para la escritora, “el camino que tenemos que hacer como seres humanos es el de la elevación”. Elevarse por sobre las mezquindades típicas de la raza humana, dijo, significa el despoje de la máscara que uno presenta al mundo. Recién cuando la mirada ajena deja de importar, “la máscara se cae y uno puede elevarse”, consiguiendo la verdadera autenticidad y plenitud.
Gran referente de la novela romántica, Bonelli considera que el amor es una cuestión de destino: “Venimos configurados para el amor: uno está o no destinado a vivirlo”. Porque “el amor es uno sólo”, ni relaciones, ni enamoramiento, “ni calentura”: el amor es cuando alguien pone primero al otro, y el otro “te pone primero a vos”. Lo define como una “generosidad absoluta”, donde uno siempre está mirando y velando por el bienestar del otro, y el otro por uno.
Leamos es una nueva manera de vivir los libros y la lectura. Una comunidad que vive el placer de leer, que disfruta vivir historias, compartirlas, conversar y debatir. Cada semana en Experiencia Leamos hay nuevas conversaciones con escritores, músicos, políticos, actores, filósofos, psicólogos. También podés participar de los talleres de lectura y un club de lectores exclusivos para suscriptores. Informate y comenzá ya mismo a disfrutar de todas las actividades.
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