Mateo Niro ante el misterio que comparten la ciencia y la poesía

Licenciado en la carrera de Letras de la Universidad de Buenos Aires, Mateo Niro se especializó en un campo de la lingüística denominado “glotopolítica”. Entre otras tareas en el ámbito de la cultura y la ciencia, fue responsable de centros culturales públicos y del programa de bibliotecas comunitarias de la Ciudad de Buenos Aires, y de las áreas de cultura y educación de la Municipalidad de San Martín. Publicó numerosos artículos en revistas y libros sobre lingüística y crítica literaria y dos novelas infantiles. Además, escribió Usar el cerebro y El cerebro argentino junto a Facundo Manes. Actualmente es director del Instituto de Investigación sobre Conocimiento y Políticas Públicas.

En una entrevista a cargo de María Belén Marinone en el marco de Experiencia Leamos, el escritor habló acerca de los elementos en común que poseen la creación literaria y de conocimiento, y sobre el rol fundamental de los mediadores en la difusión científica. Para Niro, en las grandes prácticas de la vida el rol que tiene el mediador, maestro o tutor es fundamental. No solo porque en el caso de la lectura se involucran cuestiones ligadas a la emoción y la cognición, sino porque en general, el rol del mediador ayuda en la motivación de cualquier proceso de aprendizaje o práctica. En cuanto a la literatura y la ciencia, encuentra al mediador como el protagonista del conocimiento: “El narrador es el protagonista del discurso literario, como así lo es el enunciador en la ciencia del discurso de la comunicación científica.”

Otro punto en común que hay entre la literatura y la ciencia es el discurso. Tanto en el científico como en el poético-literario, este se construye con las palabras: “los modos de construcción son, como diría Borges, de artificios”. Lo que el discurso científico hace es convencer al otro que su hipótesis es válida, mientras que en la literatura se apunta a cuestiones estatizadas, rupturistas: “pero el insumo es el mismo”.

Además, describió una interesante similitud entre la comunicación científica y la literatura policial: “Ambos cuentan algo que ya sucedió: en el género policial un crimen y en el discurso de la comunicación científica un descubrimiento”. Y a la vez, dijo, ambos intentan develar un misterio, un enigma, que se descifrará a través de varias estrategias, como la generación de una hipótesis: “En el policial el asesino es X, mientras que en la comunicación científica el enigma científico se resolvió de X manera”. Y para llegar a ambos, es necesario apelar a las famosas argumentaciones.

Ver la entrevista completa en Experiencia Leamos.

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