En un año intenso para Guillermo Martínez en cuanto a la publicación de sus libros —hace pocos meses sacó Los crímenes de Alicia y Una madre protectora— se reeditan en versión de bolsillo sus primeros libros.
Es el Guillermo Martínez más influenciado por la literatura de Henry James y que, aún siendo muy joven, ya mostraba una madurez y una fortaleza narrativa asombrosas. Aquí aparecen ya las insistencias y las obsesiones que continuará a lo largo de su obra: los debates morales, el sexo como conflicto, la palabra como cárcel.
Esta —podríamos llamar— "Biblioteca Guillermo Martínez" se inicia con Infierno grande, el libro de cuentos que cumple 20 años y en el que se destaca el relato que da título al volumen.
El cuento, que en su momento fue publicado por la prestigiosa revista The New Yorker —la lista de autores argentinos que salieron en aquella revista es brevísima: Borges, Aira, Mariana Enriquez, Samanta Schweblin—, comienza como una historia costumbrista pueblerina y desemboca con un "tour de force" fascinante en el horror sordo y el silencio cómplice de la sociedad durante la dictadura.
El ambiente opresivo del gobierno militar se sostiene en Acerca de Roderer (1992). Una novela a la altura del camino abierto por Infierno Grande. "Gran manera de irrumpir en la literatura argentina", dice Juan Forn sobre Martínez, "con ese perfecto uno-dos literario".
Acerca de Roderer entra sin pedir permiso en esa tradición literaria tan argentina del debate filosófico que suele llevar a los personajes hasta el extremo de la locura y el suicidio. La novela comienza con una partida de ajedrez y, con esta alegoría de marco, la línea argumental avanza con la idea de que para oponerse al mal no necesariamente hay que hacer el bien.
El tercer volumen que incluye este lanzamiento es La muerte lenta de Luciana B. Por orden cronológico —sin considerar los ensayos de Martínez— debería haber sido La mujer del maestro; probablemente quede para una próxima entrega.
De los tres libros que ahora se publican, este es el que entra con más decisión el género policial. El misterio se anuda aquí en torno a un famoso escritor que —como Henry James— dictaba sus novelas. La protagonista es justamente la mujer a quien se las dictaba: todas las personas que la rodean van muriendo en situaciones violentas. La literatura como complot y paranoia.
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