Cuarenta y ocho horas, eso es lo que falta para que la edición 45° de la Feria del Libro de Buenos Aires cierre sus puertas. No se podría decir que estábamos bien, pero sí que pasaron cosas. Esta edición seguramente será recordada por el contexto de la crisis económica que sacude a todos los sectores —y que se vio reflejado en la caída de las ventas—, por los escándalos que se dieron durante la inauguración y por la presentación inesperada de Cristina Kirchner. Pero en la Feria hubo —la conjugación natural es el pasado— mucho más.
Este año, la ciudad invitada fue Barcelona. Más de 70 referentes de la cultura, entre escritores, actores, intelectuales, académicos, pedagogos, etc., se dieron cita en Buenos Aires: desde Pilar Rahola a Jaume Copons, desde Martha Escudero a Jordi Puntí y Joan Domenech.
"Para nosotros ha sido muy importante porque una feria tan grande y que dura tantos días es sorprendente al modelo que tenemos", decía ayer Marta Clari, gerenta de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, a modo de balance en el stand de Ticmas en la Feria. "La posibilidad de estar aquí nos ha permitido poder mostrar la diversidad de autores y autoras, qué tipos de libros y qué materiales están haciendo".
En casi tres semanas, lo que dura la Feria, más de 10.000 personas visitaron el stand de la ciudad. Y en cuestiones puramente de negocios, se han abierto lazos de cooperación y negocios entre escritores y editores de ambas ciudades.
Habana de pie
Ayer por la tarde, en una ceremonia sobria que, sin embargo, supo ser emotiva, Barcelona se despidió de la Feria del Libro y le dio la bienvenida a la ciudad invitada de 2020: La Habana, capital de Cuba. Con la presencia de María Teresa Carbano —presidenta de la Fundación El Libro— y Oche Califa —director cultural de la Feria del Libro—, entre otras autoridades, Marta Clari, como autoridad de Barcelona, saludó a los representantes cubanos.
"El 16 de noviembre de 2019 conmemoraremos el 500 aniversario de la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana", dijo Tatiana Viera Hernández, vicepresidenta de la Asamblea Provincial del Poder Popular de La Habana. Con esta celebración en mente —y con el péndulo del lado latinoamericano; la Feria alterna entre América Latina y Europa—, es entendible por qué la ciudad más ilustrada del Caribe será la próxima invitada. "Nuestra propuesta está en hacer entre todos una ciudad más bella y ordenada, con un pueblo disciplinado y culto", siguió Viera. La invitación a La Habana anticipa la presencia de, entre otros autores, Leonardo Padura, Wendy Guerra y Pedro Juan Gutiérrez; referencias a Reinaldo Arenas, Guillermo Cabrera Infante, Ernest Hemingway y más.
En una Feria que, en los últimos tiempos, se ha mostrado cada vez más politizada, la invitación a La Habana no puede tomarse de manera ingenua. Hay todo un año por delante para interpretar el mensaje que la Fundación El Libro intenta dar: será tiempo de mirar a esa ciudad que, como dice Fito Páez en la canción "Habana", despierta tanto odio, tanto amor y tantas cosas.
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