A 500 años de la muerte de Leonardo Da Vinci: ¿por qué ya no habrá un genio capaz de igualarlo?

El próximo jueves se cumplen cinco siglos de la muerte de Leonardo Da Vinci: con esta fecha en mente, Héctor Pavón y Mercedes Ezquiaga escribieron un ensayo fabuloso sobre el hombre que influenció al mundo tal como lo conocemos. Los autores de “Todo lo que tenés que saber sobre Leonardo Da Vinci en el siglo XXI” participaron de una entrevista pública en el stand de TICMAS en la Feria del Libro.

Guardar
(Pablo Barrera Calo)
(Pablo Barrera Calo)

Solo por la Gioconda, la obra de arte más famosa de la historia, Leonardo Da Vinci merecería estar en el Olimpo de los grandes hombres. Pero esa pintura es una pequeña —sí: pequeña—parte de su vida. A través de mitos, historias, leyendas y verdades, Leonardo Da Vinci es una usina de relatos que se suceden uno tras otro y que conforman una vida única; tal vez la "más" única. Pintor, escultor, científico innovador, anatomista, inventor y dueño de saberes de tantas otras disciplinas —que van desde la botánica hasta la gastronomía—, es el paradigma del genio universal.

Este jueves se cumplen 500 años de su muerte y en "la semana Leonardo" hay homenajes que se realizan alrededor del globo. Con esta conmemoración en el horizonte, Héctor Pavón y Mercedes Ezquiaga escribieron un ensayo fabuloso sobre el genio que influenció a la humanidad y le dio forma al mundo tal como lo conocemos: Todo lo que tenés que saber sobre Leonardo Da Vinci en el siglo XXI (Paidós) es uno de los libros más impactantes del año. Por su frescura, su actualidad y su gran rigurosidad, nadie puede pasar indiferente por sus páginas.

Ayer, dentro del programa de actividades y entrevistas que el proyecto educativo TICMAS desarrolla en la Feria del Libro de Buenos, los autores hablaron de su libro y de Leonardo. La entrevista completa puede verse en la fanpage de TICMAS; aquí las partes más salientes.

Leonardo Da Vinci y el
Leonardo Da Vinci y el hombre de Vitruvio

¿Leonardo es el paradigma del genio renacentista?

Héctor Pavón: Leonardo estaba en el momento y en el lugar indicados: Florencia, a fines del siglo XV y principios del XVI. Es el momento en que estalla como ciudad de arte, ciencia y cultura. Era el centro del mundo. A lo largo de los siglos, su obra se volvió a resignificar constantemente. No era solo arte, sino que podemos encontrar una cantidad de inventos, desarrollos y escritos que tenían que ver con la arquitectura, con la ingeniería, con la ciencia en general. Él tenía un laboratorio, gracias a los aportes de sus mecenas, y trabajó tanto para soñar y volar como para la industria militar. Creó una hélice, por ejemplo, y otros prototipos que, siglos después, dieron origen al helicóptero. Por supuesto, Leonardo no inventó todo pero dejó las bases para que la ciencia pudiera desarrollar muchas cosas.

¿Cuál fue el invento más impactante de Leonardo?

Mercedes Ezquiaga: En el libro tratamos de vincular permanentemente a Leonardo con el presente. En ese sentido, la robótica, que hoy tiene una fuerza arrolladora e imparable, él ya la había pensado hace 500 años. El creó el primer prototipo de un autómata que camina. Lo más sorpresivo es que la faceta de artista y pintor, que es por lo que es famoso, es una parte muy menor. Cuando se presenta ante el duque Ludovico Sforza le da una suerte de curriculum vitae, como diríamos hoy, y, de doce ítems, sólo hay dos líneas dedicadas a que sabe pintar y hacer esculturas. El resto es ingeniería, matemática, etc. Otra anécdota, que es de Walter Isaacson, uno de sus biógrafos más tradicionales: cuando entra a la academia de Venecia y ve el Hombre de Vitruvio, le pregunta al conservador si Leonardo, cuando lo estaba dibujando, pensaba que hacía arte o ciencia. Y el conservador le contesta: "Estoy seguro de que él no hacía esa distinción". Para Leonardo, arte y ciencia eran uno. Eso es lo que lo convierte en un exponente del siglo XXI, porque así asoma el futuro: con la posibilidad de romper estructuras e imaginarnos visiones como las de Leonardo.

¿Qué tiene la Gioconda que eclipsa a todos los que la miran?

Mercedes Ezquiaga: El paso del tiempo la ha mitificado increíblemente. Se hacen memes, la intervinieron Duchamp, Andy Warhol, etc. Es la obra de arte más famosa de la historia; es tan valiosa que no tiene valor monetario. Está expuesta blindada y millones de personas van a verla al Louvre. Me parece que el mito se fue acrecentando con pequeñas cosas…

“Todo lo que necesitas saber
“Todo lo que necesitas saber sobre Leonardo Da Vinci en el siglo XXI” (Paidós, 2019)

¿Con el robo de Valfierno, por ejemplo?

Mercedes Ezquiaga: Valfierno fue un rosarino que mandó a un carpintero italiano a robarla en 1911. El carpintero se la metió abajo del abrigo y el argentino, que se hacía llamar marqués pero no lo era, ya había mandado a hacer seis réplicas exactas y a seis coleccionistas les dijo que les estaba vendiendo la original. Todos los diarios de París decían que la Gioconda había desaparecido y nadie podía denunciarlo. Recién de viejo, Valfierno le contó a un periodista la historia sobre cómo se hizo millonario, con la condición de que la diera a conocer recién cuando él se hubiera muerto.

¿Cómo es el mito sobre La última cena?

Héctor Pavón: Es una obra que no pudo sobrevivir estrictamente al paso del tiempo. Muy poco tiempo después de que la pintó se empezó a deteriorar y desde entonces recibe infinitos cuidados. Tiene una representación como todos conocemos, y una cantidad de interpretaciones infernales respecto a lo que hace, dice o gesticula cada uno de los discípulos de Jesús. Hoy, si quisieras verla, tendrías que sacar turno para visitarla dentro de dos meses. Solamente la pueden ver 20 personas por vez y, por supuesto, sigue generando muchísimas lecturas.

Mercedes Ezquiaga: Hay muchas elucubraciones sobre la comida.

Héctor Pavón: Claro. Se puede establecer que comían cordero con algunas verduras de la región, pero también sobre eso se habló muchísimo, e incluso eso dio lugar a debatir la relación de Leonardo con la cocina. Hay un libro que se llama El cuaderno de Leonardo sobre la cocina y hoy sabemos que no fue escrito por él. Es un "fake" pero se sigue vendiendo como si fuera de Leonardo.

El boceto del ornitóptero o
El boceto del ornitóptero o la máquina de volar de Leonardo

¿Qué dice de nosotros y de nuestra contemporaneidad la vida de Leonardo Da Vinci?

Héctor Pavón: Aún cuando sólo tenemos acceso a un cuarto o un tercio de todo lo que escribió, dio puntos de partida a distintas ramas de la ciencia. Es una figura muy inspiradora. El personaje más reconocido es Steve Jobs, aquel innovador que, no conforme con cómo se hacían las computadoras, necesitó sumarle una característica estética. Eso es algo que estaba presente en Leonardo: en algún momento llegó a trabajar como ayudante de cocina, pero lo echaron porque estaba más preocupado por cómo se presentaba un plato que por el plato en sí. Su influencia la podemos ver en artistas plásticos, en músicos, en chefs, en innumerables personas que retoman varias de sus características. Y dos fundamentales eran la curiosidad y la observación.

Mercedes Ezquiaga: Si hay una gran capacidad que él tenía, era la de unir dos disciplinas que era impensado que se unieran. Y siempre lo hacía de cara al futuro, porque era un adelantado.

¿Podríamos tener hoy una figura como Leonardo, en un mundo donde está todo cada vez más compartimentado?

Héctor Pavón: Uno siempre está buscando una persona que se destaque por el cruce de ciencias y disciplinas. Por ahí rescatamos antojadizamente a algunas figuras. Björk cruza música con ciencia; tiene un laboratorio donde trabaja con ingenieros, por ejemplo, y tiene una cantidad de inquietudes que la diferencian del resto de los músicos. También antojadizamente: Ferran Adrià es un chef, a veces muy discutido, pero que tenía un laboratorio donde ensayaba. No vamos a encontrar a aquel que cruce diez disciplinas, porque eso es verdaderamente excepcional, pero sí el que, desde la curiosidad y el deseo, pueda cruzar ciencia y arte.

Mercedes Ezquiaga; Agregaría una cosa más. Uno de los entrevistados del libro es Tomás Saraceno, el artista que trabaja con la NASA y con ingenieros y con ecologistas. Él dice que hoy es imposible encontrar la genialidad en una sola persona como Leonardo. Los grandes descubrimientos tienen que ver —y supongo que así se van a dar en el futuro— con personas que provienen de múltiples campos y que se juntan y recrean el big bang. No creo que exista un Leonardo, sino que de la unión de varias personas se va a conseguir emular a ese Leonardo, que era ya insuperable.

LEER MÁS:

Guardar