El horror, en palabras de uno de sus maestros Douglas E. Winter (1950, escritor, crítico y abogado estadounidense) ,"es una emoción, una forma progresiva de ficción, que evoluciona para satisfacer los temores y ansiedades de su tiempo".
¿Buscamos emociones fuertes en este siglo lleno de efectos especiales, que le pisa la sábana a los fantasmas y donde los zombies y los creepers forman parte de los juegos infantiles?
La literatura de terror ha recorrido un largo camino. Cambiamos todo el tiempo y también muta aquello que nos atemoriza. Si rascamos un poco la superficie de este mundo tecnológico que nos rodea, ¿qué hay detrás del pacto de convivencia que nos mantiene a raya? ¿Qué pasa cuando nos asomamos al borde, cuando se produce una señal, un atisbo?
Stephen King en Los chicos del Maíz ya comprometía el futuro con esos jóvenes asesinando adultos para asegurar la cosecha. Jóvenes que, a su vez, cuando crecen son sacrificados al dios del maíz. Shirley Jackson nos metía de cabeza en su terror hogareño, también con fines de preservar la cosecha en La Lotería. Recordemos que Samanta Schweblin ha ganado el premio que se otorga con el nombre de Jackson en Estados Unidos con su novela Distancia de rescate.
Terror, gótico y fantasías oscuras
Mariana Enriquez dictó un curso a sala llena en El Cultural San Martín con el título "Terror, gótico y fantasías oscuras". La autora de Las cosas que perdimos en el fuego aportó desde su profundo conocimiento de la materia y su moderna sensibilidad "gótica y oscura", autores y cuentos imperdibles, algunos muy poco conocidos, pero que vale la pena repasar aquí.
Lo que nos asusta habla de quiénes somos. Nos interpela y a veces -como en estos cuentos- nos sorprende la sensación que no sabemos cómo llamar, incontrolable, sin nombre…
Te invito, pasá, date una vuelta por este tren fantasma de seres vomitados por el abismo. Después me contás. Estos son los cuentos recomendados por Mariana Enriquez:
– ¿Por qué no vienes a vivir conmigo? Ya es hora, Joyce Carol Oates
Una Caperucita terrorífica y moderna mirándose al espejo a punto de convertirse en su abuela.
– Noche tras noche, año tras año, Kathryn Ptacek
Un cuento gótico sobrenatural. Duelo y culpa ante un padre enfermo para cuidar.
– El río Estigia fluye corriente arriba, Dan Simons
La familia en clave de terror. Herencia, maldición y hasta resurrección.
– Caninos, Mónica Ojeda
Impactante. No apto para impresionables. La "naturalización" del horror en el abuso infantil justificado por uno de los padres. Poesía del horror.
– Bola de mierda, Emilio Bueso
Dormí si te atrevés. El pasado familiar no te abandona, estás condenado "somos legión"
– La canción que cantábamos todos los días, Luciano Lamberti
Una familia descompuesta desde adentro. Aceptar que el "monstruo después de todo es mi familia".
– La chica de la moto, Pilar Pedraza
Pactar con el diablo, fotografiar muertos como hecho artístico. "No es malo vender muertos peor es vender a los vivos y también se hace".
– Tío, Stephen Graham Jones
Ficción experimental de terror. El narrador en el que no se puede confiar y el nacimiento de un psicópata.
– Reclusión Voluntaria, Joe Hill
El hijo de Stephen King frente a los laberintos y la enfermedad mental en el terror moderno.
– Animales de piedra, Kelly Link
Animales incorporados al horror hogareño. La mudanza de una familia a un lugar apartado que en vez de paz trae guerra.
– El empapelador, William Gay
La degradación de la casa, de lo íntimo, del paisaje. Atardeceres que caen como sudarios.
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