"Roma", de Ugo Cornia: cómo escapar de la vida adulta y el trabajo

El escritor italiano, considerado como uno de los más importantes de la actualidad, escribe una novela muy reflexiva en la que elabora planes para evadir las responsabilidades de la vida contemporánea.

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Roma, una novela sobre el inicio de la madurez
Roma, una novela sobre el inicio de la madurez

Roma (Periférica) es la tercera novela del autor italiano Ugo Cornia, con la que recibió el premio Nacional de Literatura en Italia en 2004, en la categoría de narrativa.

Nacido en Módena en 1965, licenciado en filosofía y profesor de italiano, Cornia es uno de los escritores más destacados de su generación, con un estilo fluido, cómico y reflexivo que lo hace resaltar en el género de la autoficción, aquel que, mediante la escritura en primera persona y partiendo de la experiencia del escritor, transita entre lo real y lo imaginario hasta dejar al lector con dudas acerca de los límites entre estas dos dimensiones.

Aunque fue traducida en 2016, la novela se publicó en 2004. Es sucesora de Sobre la felicidad a ultranza (1999), premiada y cálidamente acogida por el público; y de Casi (2001), también muy bien recibida. Después, seguirían otros diez títulos, consolidando una voz que se adueñó de las palabras.

Ugo Cornia es uno de los escritores más celebrados de su generación
Ugo Cornia es uno de los escritores más celebrados de su generación

En este libro, el protagonista es un joven de 30 años que cuenta de manera libre y franca en un discurrir entre hechos y pensamientos, el momento de transición de la vida de estudio, tiempo libre y trabajos esporádicos en su Módena natal hacia su primer trabajo serio y su establecimiento en la gran capital italiana. Está en contra de aquella visión de la vida que propone al trabajo como medio realización personal y prefiere trabajos que no le traigan muchas preocupaciones y no le tengan muy ocupada la cabeza para así poder observar sus propios pensamientos.

Con el correr de los capítulos va pasando por diferentes situaciones mientras cuenta sus anhelos, como el de tener el trabajo de camionero dos meses al año y que le paguen por andar de un lado para el otro llevando cosas. Como cuenta en un párrafo de casi dos carillas de extensión: "lo de andar por ahí, por lo menos desde los diez años, era una de las dos o tres cosas que siempre me han gustado más porque te hacen pensar en el día como algo inmenso, y también en el mundo como algo inmenso".

Todo ello hilvanado finamente con una segunda parte del párrafo en la que reflexiona sobre el gusto que le da adoptar posturas como la de bebedor de café de autoservicio, con el codo apoyado en el mostrador mientras remueve la taza de café, postura que ha admirado quizás sin saberlo durante la formación de su carácter, pero que mientras la asume, asume también una dimensión en la que se mira desde afuera y se siente complacido consigo mismo.

La ciudad de Roma, paisaje de la novela de Cornia
La ciudad de Roma, paisaje de la novela de Cornia

En un estilo que no pretende grandilocuencia literaria y que le permite un lenguaje muy flexible, casi oral, jubiloso y de tintes poéticos y cómicos, a la vez que profundos, Cornia nos lleva en este divertido transcurso de experiencias y reflexiones filosóficas y de autoanálisis en torno al trabajo, el amor, el tiempo libre, el comportamiento humano y muchas situaciones de la vida que podrían ser banales, pero de las que él hace un detallado y apreciable acontecimiento.

Mediante esta sucesión de digresiones guiadas por el paso de los años, va llevando al lector por las vivencias y pensamientos de un joven con un tinte tierno e irónico que hace dar vuelta las páginas con una media sonrisa  dibujada en los labios.

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