¿Pensaste en tu futuro? Hay escritores que sí

"Para el 2030, los robots serán mejores que los humanos". Eso fue lo que Elon Musk, el "empresario que anticipa el futuro", creador de Tesla y máximo promotor de los viajes a Marte, acaba de anunciar en Twitter.

Los grandes titulares anuncian un nuevo ciberataque que afecta a grandes empresas y detallan que es el segundo atentado cibernético a nivel mundial en un par de meses. Al anterior lo frenó un chico de 22 años junto con un par de hackers "buenos".

Mientras tanto, la Unión Europea acaba de imponerle una multa de US$ 2.100 millones a Google por alterar los resultados de las búsquedas y Facebook anunció que llegó a los 2 mil millones de usuarios. Ah: el cajero automático acaba de cumplir 50 años.

Un viaje en el tiempo alrededor de tu taza de té

En Pasaje al futuro, Santiago Bilinkis relata una serie de cambios tecnológicos y nos pone en alerta sobre la necesidad de prepararnos para lo que viene con un ejemplo que asusta: "Si un ciudadano del siglo XIX ingresa al siglo XXI, no entendería nada. Se asustaría por los avances tecnológicos, no sabría qué es un semáforo ni qué es un auto. Pero si entra a una escuela, va a encontrar a la misma maestra, con la misma tiza y el mismo pizarrón. Ese escenario sería el único que no se modificó a lo largo de los años".

En otro orden de cosas, el año pasado se desarrolló en Japón un sistema de inteligencia artificial capaz de escribir novelas. Participó en concursos de literatura y logró pasar los primeros filtros para ser considerado por el jurado. Por ahora, esta tecnología necesita la colaboración del ser humano para decidir frases y sinónimos… Por ahora.

Probablemente estés leyendo este artículo en un dispositivo del siglo XXI tomando mate, te o café –infusiones de siglos remotos. ¿Pensaste en tu futuro?

Hay autores que sí.

El futuro llegó hace rato

Uno de los grandes escritores que nos habló del futuro fue George Orwell a través de la emblemática novela 1984, publicada en 1949. Orwell planteó un mundo distópico en donde un partido totalitario, por medio de un lenguaje artificial reproducido por los medios de comunicación, dominaba a todos los hombres.

Hay quienes quieren ver en la novela una serie de premoniciones que, más tarde o más temprano, se cumplieron. Luego de publicarla, Orwell decía: "No creo que la sociedad que he descrito en 1984 necesariamente llegue a ser una realidad, pero sí creo que puede llegar a existir algo parecido". Y hay que destacar que después del triunfo de Trump, el libro se transformó en uno de los libros más vendidos en EE. UU.

Es probable que el rol que 1984 le dio a los medios de comunicación hoy haya sido reemplazada por las grandes empresas que desarrollan sus negocios en internet: los buscadores, las redes sociales, las grandes tiendas online. Estamos en la era de la información y la información circula por internet. El tesoro, para cualquiera de estas empresas, es el almacenamiento de datos. Así, pueden idear soluciones a las necesidades latentes de un usuario que surge por las búsquedas en un buscador, clics en enlaces o likes en redes sociales. Todo en segundos.

Los sucesores de Orwell

Así como lo hiciera Orwell en 1949, el arte toma posición y plantea diferentes escenarios futuros. Estamos ante el auge de la ciencia ficción, de las distopías juveniles, de la serie "Black Mirror". En literatura, entre quienes nos hablan de tecnología y futuro, encontramos a Dave Edger, con El círculo,y a Chuck Palahniuk, con Eres hermosa.

El círculo, que para muchos es siniestramente verosímil, muestra los peligros de la era digital. El libro es un "tecnothriller" y denuncia la "datificación" de nuestra vida diaria. El libro, que generó un boom de ventas en los Estados Unidos y que inspiró la recientemente estrenada película del mismo nombre, tiene como personaje principal a Mae Holland, una joven contratada por la empresa más influyente del mundo llamada, justamente, "El círculo". Mae participa del desarrollo de un nuevo sistema operativo que tiene como objetivo unificar direcciones de email, perfiles de redes sociales, operaciones bancarias y contraseñas de usuarios para generar una única identidad, virtual y verdadera, con el propósito de lograr una nueva era de civilidad y transparencia. Lo que empieza como la fascinante historia de ambición e idealismo se convierte en una atrapante novela de suspenso, que plantea cuestiones tan vitales como la memoria, el pasado, la privacidad, la democracia y los límites del conocimiento humano.

Por otro lado, Palahniuk, con su Eres Hermosa, describe una vida apocalíptica generada por el uso de la tecnología a disposición del marketing. Aquí, el autor de El club de la pelea muestra cómo la desdichada Penny Harrigan es conquistada por el magnate y empresario tecnológico C. Linus Maxwell. Pero la historia de amor típica de una novela rosa se transforma en una sátira sobre el consumo de masas y el sexo. Palahniuk mete al lector en una tiranía de placer y consumo que deriva en el apocalipsis. El interés del Maxwell en Penny poco tiene que ver con el romanticismo y mucho con una nueva línea de productos que ha de revolucionar la vida de las mujeres. Para ello, utilizará su fama, la influencia del mundo de la moda, la autoayuda y la ciencia. Sin dudas, Eres hermosa aborda con inteligencia y crítica cada una de las ciencias que se desarrollan en el libro, acompañado por el genial estilo del autor norteamericano. Con gran ironía y exageración, el autor retrata la cara más triste del consumismo. Palahniuk, refiere a sus historias como "ficciones transgresivas".

Hay otro autor que nos habla del futuro y los grandes cambios que se avecinan, es el historiador isreslí Yuval Noay Harari. En Sapiens, de animales a dioses desarrolla la forma en cómo se llegó a la sociedad actual, es una retrospectiva de la evolución hasta hoy. Luego publicó Homo Deus, breve historia del mañana. En el segundo tomo de su "saga" realiza un diagnóstico sobre el futuro de la especie humana. Allí, plantea grandes cambios en la humanidad. Por ejemplo que la guerra será obsoleta, el suicidio traerá más muertes que los conflictos bélicos o que los índices de obesidad serán mayores que los de hambruna. O nos provoca con distintas ideas, como ¿Qué va a pasar cuando el smartphone nos conozca más que nosotros mismos? ¿Vamos a escoger el trabajo de hoy en día, la pareja con la que estamos o al mismo presidente? Como si fuera poco, nos trae una duda perversa ¿la mayoría de la gente será innecesaria?

La inteligencia artificial está cada vez más cerca y dispara interrogantes incómodos. Los libros destacados en esta nota no están hablando de un mundo muy lejano. ¿Pensaste en tu futuro?

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