Parejas de escritores: compartiendo la vida entre camas y comas

Porque al amor también hay que escribirlo, presentamos un infome sobre las parejas de escritores.

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Los procesos de escritura no son diferentes a las etapas del enamoramiento. Aspectos de la narrativa se comparten con el amor: la imaginación, el erotismo, el lenguaje, la retórica, lo lúdico de la literatura. Platón reclamaba al amor de poseer al ser humano por sus faltas y no por su voluntad, aunque como toda construcción social necesita los estímulos de deseo y pasión. Porque al amor hay que escribirlo también, aquí un infome sobre las parejas de literatos.

Sofia Berns transcribió siete veces “Guerra y Paz”
Sofia Berns transcribió siete veces “Guerra y Paz”

Claves en el desarrollo de las obras de sus parejas, devotas esposas, fueron desde musas hasta víctimas de la fiebre por la narrativa de los autores. Para amores, el de Sofía: transcribió siete veces Guerra y Paz para su marido (dependiendo de la edición, puede superar ampliamente las dos mil páginas). Nacida Sofía Bers, Sofía Andréyevna Tolstáya y León Tolstói estuvieron casados cuarenta y ocho años durante los cuales ella ofició de escriba y agente. Fue escritora, fotógrafa y copista. A pesar de los dieciséis años que le llevaba Lev Nikoláyevich Tolstói, Sofía fue un poco madre también: logró que su marido abandonara su condición de jugador y mujeriego. Tuvieron trece hijos. Y aunque el mismo autor declaró que su mejor momento intelectual vino de la mano de su esposa, en sus últimos años se alejó. "No puedo explicarlo, no tengo fuerzas para seguir sus enseñanzas", escribió el hombre tras Ana Karenina. Ella, amargada, corrió a su encuentro cuando supo que una mortal neumonía lo afectaba. No le permitieron acercarse por el horrible estado de Tolstói pero luego de la dosis mortal de morfina, ella lo besó en la frente y le pidió perdón de rodillas. Fue la última escena que el escritor ruso vivió antes de cerrar los ojos.

Peter Orlovsky y Allen Ginsberg
Peter Orlovsky y Allen Ginsberg

El celebrado poeta de la generación beat, Allen Ginsberg conoció al también hombre de letras Peter Orlovsky en 1954 y se amaron hasta 1997, cuando murió Allen. El beatnik alentaba a su pareja a escribir y aunque no tuvo la calidad literaria de "Aullido", Orlovsky publicó sus poemas dentro la misma corriente. Tuvieron una relación abierta donde había lugar tanto para hombres como para mujeres, pero su amor los mantuvo unidos más de cuarenta años.

Mart Twain, Olivia y sus hijas
Mart Twain, Olivia y sus hijas

Mark Twain -nacido Samuel Clemens- se casó con Olivia Langdon tras conquistarla llevándola a una lectura de Charles Dickens. Fue su editora, su asistente y hasta terminaba los artículos del escritor, además de ofrecerle su punto de vista como mujer. Aunque eternamente enferma, Olivia, además de sus propios escritos, se ocupó de promover la obra de Twain hasta su muerte.

Vera y Nabokov tenían una relación tan cerrada que bordeaba la locura
Vera y Nabokov tenían una relación tan cerrada que bordeaba la locura

Vera Slonim se casó con Vladímir Nabokov en Berlín, aunque fijaron residencia en Estados Unidos tras huir de los bolcheviques. Rayana a la locura, la relación fue tan íntima que no sólo ella escribía a los editores en nombre de Nabokov y atendía sus llamadas, sino que llevaban juntos un diario íntimo. Ella fue su chofer y se sentaba junto a él cuando daba clases en la universidad. Pero fue también su gran biógrafa y quien rescató Lolita del fuego. Ella le decía: "No, no. Esto deberías decirlo de otro modo", cuenta Stacy Schiff, en su biografía sobre Vera. Trabajaron en equipo escribiendo juntos, corrigiéndose y editándose mutuamente. Llamaba tanto la atención esta relación que corrían las leyendas: Vera era la real escritora y no la musa, ella llevaba un arma en la cartera para proteger a Vladímir… Lo que sí fue cierto es que Vera cortaba la comida de su marido antes de que comiera. "Sin mi mujer no podría haber escrito ni un solo libro", dijo él. Tras la muerte del escritor, ella continuó editando su obra hasta sus 80 años.

Virginia Woolf tomó el apellido de su marido
Virginia Woolf tomó el apellido de su marido

Leonard Woolf fue quien le dio el apellido a Virginia Stephen, además de su apoyo y amor incondicional. Él, teórico político, editor y escritor, fue junto a su pareja, un destacado narrador dentro del selecto Círculo de Bloomsbury, escribió casi una veintena de obras mientas duró su matrimonio con Virginia. Juntos fundaron Hogarth Press tras la compra de una imprenta manual, lo que devendría en una gran editorial que publicó a T.S. Elliot, entre otros. Leonard fue el gran soporte en la depresión de Virginia Woolf, y a él dedicó sus últimas líneas antes del suicidio: "Lo que quiero decir es que te debo toda la felicidad que tuve en esta vida. Has sido tremendamente paciente conmigo e increíblemente bueno… No creo que existan dos personas que hayan sido más felices que nosotros".

“Dejen de preguntarme sobre David Foster Wallace”, decía Mary Karr (Hachette Book Group)
“Dejen de preguntarme sobre David Foster Wallace”, decía Mary Karr (Hachette Book Group)

"Dejen de preguntarme sobre David Foster Wallace. Mi única contribución a la literatura fue habérmelo cogido un par de veces a principios de los 90, gracias". Aniquiladora, la poeta y ensayista americana Mary Karr pareciera no entender la importancia de tamaña confesión. Y lo cierto es que su aporte al género ha sido, si bien diferente al de Foster Wallace, profundamente exquisito. Podría decirse que el autor de La broma infinita, obra que lo catapultaría como uno de los más destacados escritores de su tiempo, sobrevivió veinte años a base de antidepresivos hasta hartarse de esa condición. Cuando él se ahorcó, ella le escribió una poesía. Maldita, sarcástica, bellísima, claro reflejo de su relación: "Más de una vez me pediste que respirara en tus pulmones como el soprano en la ópera / Amé entonces que mi fantasma te habitara y que tragaras mis creencias en tu casi probable alma / Me pregunto si tu muerte se sentirá como un fracaso para quienes te amaron / Como si nuestra resucitación cardiopulmonar colectiva se hubiese detenido demasiado pronto / Las paletas de desfibrilación perdieron su carga / El cadáver nos castigó sin volver a sentarse / Perdoná mi convicción de que cada suicida es un boludo / Hay una buena razón por la cual no soy Dios / Porque cruelmente flagelaría al autoflagelado". Si eso no es amor…

Stephen King y Tabitha
Stephen King y Tabitha

La esposa de Stephen King es escritora como su marido. Casada desde 1971 con el autor de El resplandor, Tabhita King cuenta con más de 15 libros editados y es, además, una activista humanitaria. Cuando él comenzó a escribir Carrie, deshechó las primeras páginas una y otra vez al no lograr la perspectiva femenina de su personaje. Ahí fue donde Tabhita lo ayudó en todo el proceso creativo aportando su punto de vista.

En la casa de Lord Byron, Mary Shelley empezó a escribir Frankestein
En la casa de Lord Byron, Mary Shelley empezó a escribir Frankestein

De aquella afamada noche en Ginebra donde Lord Byron y sus invitados se encerraron a escribir, Mary Shelley resultó la protagonista despuntando con su Frankenstein o el joven Pometeo, mientras que su marido Percy Byshee, quedó a un costado. Pero fue él también un poeta de su época que, además, animaba a su esposa a escribir. Tras la muerte de Percy, Mary se dedicó a editar y publicar sus trabajos amén de citarlo constantemente en su obra.

Siri Hustvedt y Paul Auster están juntos desde 1981
Siri Hustvedt y Paul Auster están juntos desde 1981

Paul Auster lo hizo dos veces. En 1974 se casó con Lydia Davis, narradora ella especializada en cuentos cortos y traductora de francés. Tuvieron un hijo, Daniel, y ella, muy influenciada por Samuel Beckett, ha publicado casi una decena de libros. En 1981, cuatro años después del divorcio, él volvió a casarse con quien es aún hoy su compañera, la también novelista, ensayista y poeta Siri Hustvedt. La secundan seis títulos de ficción, dos de poesía y cuatro ensayos. La pareja tuvo a Sophie, hoy actriz.

Anna Dostoievski escribió en una de las dos biografías sobre su marido, Fiódor: "Mi corazón estaba lleno de ternura hacia él por haber sobrevivido al tormento del exilio". Tras trabajar como taquígafa -la había contratado para dictarle El jugador– apenas un mes después, el escritor se le declaró a la joven Anna Grigórievna Snítkina y se casaron. Dostoievski, un gran psicólogo estudioso del comportamiento humano y ferviente antizarista fue condenado a muerte por formar parte de un grupo liberal intelectual conspirativo. A último momento y con los ojos ya vendados frente al pelotón de fusilamiento, fue perdonado y enviado a Siberia. En sus cinco años de encierro "silenciado dentro de un ataúd", como escribió, padeció hambre, frío y una epilepsis congénita empeoró. Con ella a su lado, publicó El mensajero ruso, El idiota, El eterno marido, Los endemoniados, entre tantos otros títulos. Y reeditó viejas publicaciones gracias a la ayuda de su esposa.

Truman Capote
Truman Capote

Cuando Jack Dunphy conoció a Tuman Capote en 1948 ya había escrito la exitosa novela John Fury y estaba separándose de su esposa. Diez años mayor que Truman, era su opuesto: mientras uno sobresalía en la vida social, el otro era un solitario. Lograron vivir en la casa que había sido D.H. Lawrence, conteniendo así a ambos. Además de novelista, la pareja de Capote fue un destacado dramaturgo. Permanecieron juntos hasta 1984, cuando murió el autor de Música para camaleones. Dunphy lo sobrevivió siete años.

Sartre y Bouvair
Sartre y Bouvair

Otras parejas célebres de la literatura: Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir, Geroge Eliot y George Henry Lewes, Henry Miller y Anaïs Nin, F. Scott Fitzgerald y Zelda Sayre Fitzgerald, Zadie Smith y Nick Laird, Michael Ondaatjie y Linda Spalding, Margaret Atwood y Graeme Gibson, Martin Amis e Isabel Fonseca, Ernest Hemingway y Martha Cellhorn, Paul Velaine y Arthur Rimbaud, Ted Hughes y Sylvia Plath.

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