Murió Andrés Rivera

El autor de “La revolución es un sueño eterno” y “El farmer”, entre tantos otros títulos, murió esta madrugada en un hospital de Córdoba. Tenía 88 años.

Rivera es el autor de La revolución es un sueño eterno y El farmer, entre otros.

Nació en un mes de diciembre en el Hospital Durand de Buenos Aires, hace 88 años. Murió esta madrugada, también un diciembre. Fue en un hospital cordobés, después de haber elegido hace muchos años el silencio y el retiro en Bella Vista, Córdoba, donde vivía con su mujer, Susana Fiorito.

Andrés Rivera, el autor de Nada que perder, El farmer y La revolución es un sueño eterno (Premio Nacional de Literatura, 1992) había decidido que ya era suficiente, que ya no le quedaba nada por escribir ni preguntarse por escrito. Un tiempo atrás, el novelista que les dio voz a los obreros, a los hacendados y a los próceres contaba que sentía la literatura como un mandato, igual que las ideas políticas: "Yo estoy convencido de que ningún libro, por bueno que sea, puede cambiar el mundo. Pero tengo que escribir".

Su verdadero nombre era Marcos Rybak y era nieto de un rabino polaco e hijo de un padre obrero textil, oficio que él mismo aprendió en su juventud, mientras militaba en el Partido Comunista y en los anchos caminos de la lectura. Su madre, ucraniana, también había sido obrera en una fábrica. "Marxismo. Ni odio ni rencor. Marxismo", filosofaba Rivera más cerca en el tiempo, como se puede leer en una maravillosa nota escrita por Miguel Russo para la revista Anfibia.

Andrés Rivera escribió más de treinta libros, los últimos de ellos son Estaqueados, Guardia blanca y Kadish (que es el nombre de la oración judía que se hace para los muertos). "No hay temas nuevos para un escritor", declaró a la revista Ñ en 2010, luego de negarse a integrar la delegación argentina que viajó a la Feria de Frankfurt y, acaso sin saberlo, cuando dejaba para siempre una definición sobre su arte: "Un escritor escribe sobre la vida y la muerte, sobre el amor, el odio, sobre –cuando se lo propone, y cuando no se lo propone, también- la presencia de las clases dominantes en la vida de su país".

En diálogo con la agencia de noticias Télam, Alberto Díaz, editor histórico del sello Seix Barral que publicó muchos de los libros de Rivera, dijo que su obra "abarca dos grandes bloques: sus novelas históricas, que fueron excusas para hacer reflexiones sobre la Argentina, el poder y la pérdida del poder; y los libros donde abordó la realidad de la clase obrera, y a partir de su experiencia personal, como obrero, se hizo marxista".

La escritora María Teresa Andruetto, que junto con Lilia Lardone escribió el libro de entrevistas Ribak Reedson Rivera, señala que "si tengo que pensar en alguien a quien le cabe la palabra épica, que sería la conjunción entre la vida y la obra, Andrés es el primer nombre que se me aparece. Además Córdoba sin él no tendría la explosión editorial y la cantidad de escritores que hay. Con el sólo hecho de estar aquí puso el techo más alto para nosotros".