En 1965, Bob Dylan se presentó en el Newport Folk Festival con su quinto disco, "Bringing It All Back Home". A esa altura ya era considerado como uno de los grandes renovadores de la música popular estadounidense. Pero aquel día alcanzó a tocar tres canciones: usar guitarras eléctricas en un recital de country y folk era una herejía y el público no dejó de abuchearlo hasta que se bajó del escenario. El escándalo puede verse en el documental "The Other Side of the Mirror" (2007) y es una muestra de cómo Dylan está llamado a saltar los límites del arte.
“El mayor trovador de nuestro tiempo ha recibido el Premio Nobel”, Juan Villoro
Cincuenta años después, todavía tiene fuerza para saltar: hoy la Academia Sueca le entregó el Nobel de Literatura por "haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción". Es un premio que corona una carrera plagada de reconocimientos literarios: Dylan obtuvo el "Orden de las Artes y las Letras" (1990), el Príncipe de Asturias (2007) y el Pulitzer (2008).
"Dylan adiestró su talento en bares donde la música recibía poca atención. Una vez tocó en un club de ajedrecistas de Nueva Jersey. Mientras cantaba, alguien decía 'jaque' o buena jugada'. Al terminar le pagaron con dos piezas de ajedrez, un rey y una reina. Fue a la barra y pidió un refresco. Pagó con la reina y le dieron de cambio cuatro peones, dos torres y un caballo. Hoy ha recibido otra recompensa. El mayor trovador de nuestro tiempo ha recibido el Premio Nobel", escribe el mexicano Juan Villoro. "Creo que es un premio para el rock, no solamente para Dylan", suma desde Francia el escritor Eduardo Berti, que tiene una amplia experiencia como periodista especializado de música; autor de, entre otros títulos, el imprescindible Rockología (Galerna).
¿Cómo hablar de Dylan sin mencionar el sombrero calado, la voz rasposa, la cadencia folk? El periodista Nicolás Artusi recuerda el escalofrío que le produjo verlo. "Lo más estremecedor fue que no proyectaba sombra, ni sobre el escenario ni los telones del fondo. Flotaba. Con cada aparición pública, y cada vez son más infrecuentes, se oye el eco lejano del inconsciente colectivo: sale el espectro." Ahí, en la definición poética de Artusi, reverbera el título de un libro de Philip Roth —eterno candidato que, otra vez, se quedó sin premio.
Poeta sin libro
Se especulaba con que el Nobel quedara este año en manos de un estadounidense: los favoritos eran el ya mencionado Roth, Don DeLillo y Joyce Carol Oates. Por eso, para la escritora chilena Carla Guelfenbein, autora de la premiada Contigo en la distancia (Alfaguara), la elección de Dylan es un hecho refrescante y a la vez paradójico: "Somos millones los que crecimos con sus observaciones del mundo, con su poesía lacónica y aguda, y somos millones los que hoy lo celebramos."
“De seguir así el año que viene premiarán a un autor de comics”, Rosa Montero
Alice Munro, Patrick Modiano, Svetlana Alexiévich y ahora Bob Dylan: ¿qué se puede interpretar de los últimos ganadores del Premio Nobel? Salvo Modiano, se premió a una cuentista, una cronista y un músico. "Parecería que la Academia Sueca", sigue Eduardo Berti, "quiere apartarse del purismo y del tótem de la novela". En cambio, la española –narradora y periodista- Rosa Montero ironiza en lo que ve como un tic de modernidad: "El premio de Svetlana ya fue innovador y en ese caso desde mi punto de vista fue magnífico. Ahora Dylan abunda quizá exageradamente en lo alternativo. De seguir así el año que viene premiarán a un autor de comics. Los hay buenísimos, por cierto."
Desde Chile, Rafel Gumucio se pregunta qué son los libros si no accidentes en la historia de la literatura: "La canción", dice, "estuvo antes y seguirá después de que ya no quede ningún libro. Dylan trajo esa tradición, la del blues y el country a la gran ciudad y todas sus contradicciones. Ya por eso merece el nobel, pero esa mezcla de mundo y de épocas la hizo además contando sus propias contradicciones, creando un personaje único y solo que es un poco Rimbaud un poco Elvis Presley, una mezcla que no podía más que atrapar al que se acerque demasiado."
Poemas musicalizados
No está claro que Dylan haya tomado su apellido de Dylan Thomas —de hecho, él se ha ocupado de negarlo en más de un par de oportunidades—, pero sí que está influenciado por su lírica, como también por la de Allen Ginsberg, los beatniks, el surrealismo. "Sus canciones son poemas musicalizados", dice la periodista Flavia Pittella, "si se les saca la música, las letras son poemas largos y complejos; nadie podría decir que son de un músico popular que llena estadios".
“No hay poeta que haya cambiado más la forma en que pensamos la poesía que Dylan”, Rafael Gumucio
En la misma línea, para Pedro Aznar este es un "merecidísimo reconocimiento al gran maestro de la poesía en la canción". Aquel que supo ponerle música a los poemas de Borges continúa: "Este galardón, además, pone a ese arte en un altísimo lugar de relevancia, el que ya tenía ganado en el corazón de la gente hace decenios."
Otra vez Gumucio: "No hay poeta que haya cambiado más la forma en que pensamos la poesía que Dylan. No hay poeta que haya contagiado de forma más compulsivo la poesía a quienes nunca han leído un verso en sus vida."
Los tiempos están cambiando
El anuncio del Nobel se hizo a las 8 de la mañana hora argentina. La escritora Claudia Piñeiro desayunaba con su hijo mientras seguían la transmisión por Youtube: "Fue mágico", dice, "una vida dedicada a protestar, filosofar, pensar a través de su poesía. Sí, tiene música, ¿y?" También el escritor y periodista Marcelo Figueras seguía con atención el anuncio. "Rescatar hoy a Dylan", dice, "es recordarle al mundo que, aunque la política de los Estados Unidos siga atada al carro de los masters of war, existe quien los denuncia desde siempre con profética elocuencia".
blockquote class="twitter-tweet" data-width="550">¡Qué alegría el premio Nobel de Literatura para Bob Dylan! Muchos y gratos recuerdos de mi adolescencia están asociados a su música.
— Michelle Bachelet (@mbachelet) October 13, 2016
Las redes sociales no se mantuvieron al margen y explotaron con memes, ironías y festejos: "Lo bueno es que el Emmy se lo dieron a Philip Roth", "¡Qué decisión más rara! ¿Por encima de Adunis, de Roth, y demás? ¿Qué busca la Academia?", "Los Dylanistas por más de 40 años estamos alborozados y emocionados por el Nobel a un verdadero genio". Hasta Michelle Bachellet opinó en Twitter: "¡Qué alegría el premio Nobel de Literatura para Bob Dylan! Muchos y gratos recuerdos de mi adolescencia están asociados a su música."
A diferencia de años anteriores en donde el Nobel era un momento de descubrimiento, con premiaciones a autores casi desconocidos, esta vez todos tenemos algo para decir. "Vengan escritores y críticos / que profetizan con su pluma / y mantengan sus ojos abiertos / la oportunidad no volverá a repetirse", dice Dylan en la canción "Los tiempos están cambiando".