Paul McCartney en la Argentina: "¡Hoy hay fiesta en Buenos Aires!"
A los 76 años, James Paul McCartney, el inoxidable bajista y cantante de Los Beatles volvió a nuestro país, donde ofreció un concierto de dos horas y media cargado de temas nuevos e históricos. No sólo emocionó a los 62,5 mil espectadores que colmaron el Campo Argentino de Polo: Durante esta parada de su Freshen Up Tour, también se animó a hablar castellano. "Aprendí cositas en español a los 11, cuando iba a la escuela en Londres", confesó.
24 Mar, 2019 02:38 p.m. EST
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Sábado 23 de marzo de 2019, 21:09. Entra sir Paul y explota el Campo Argentino de Polo. “Hola, Argentina, qué buena onda. Hola Buenos Aires. Estoy ‘felice’ de volver”, lanza en español. “Voy a tocar unas canciones viejas, otras nuevas y algunas del medio”, continúa en inglés.
Cuenta regresiva para la cuarta presentación del legendario músico inglés en nuestro país: entradas agotadas por los 62.500 espectadores que llegarían a Palermo.
El merchandising a la orden del día. Las remeras oficiales, por citar un dato, 500 pesos. Afuera, 100.
Vino a presentar el trabajo Egypt Station, junto a su banda de los últimos tiempos: Rusty Anderson, Brian Ray, Paul Wickens y Abe Laboriel Jr (el baterista cumplió 47 y los celebró en escena). Además, brilló un trío de vientos.
Todo inicia con A Hard Day’s Night, “la primera canción que grabaron Los Beatles”, comenta Paul, y el Campo Argentino de Polo celebra el regreso a la nostalgia. Él apuntala: “¡Hoy hay fiesta en Buenos Aires!”.
El público –multitudinario pero controlado por un operativo intachable– vibra cuando suenan sus hits Love Me Do, From Me to You, Dance Tonight y Blackbirds, “una canción sobre derechos civiles”, recuerda en castellano.
Junior’s Farm y Letting Go (del grupo Wings) fueron y vinieron con Got to Get You Into My Life, All My Loving y I’ve Got a Feeling (de Los Beatles). Hubo temas nuevos como Who Cares, “presentado por primera vez en Argentina”, subraya.
Además de su mítico bajo, Paul tocó una guitarra electroacústica, un piano, un ukelele y una mandolina. Su TOC (¿o el fruto de su actual delgadez?): levantarse a cada instante el pantalón.
“Escribí está canción para mí hermano John. ¡Arriba John!”, lanza, y le ofrenda a Lennon (asesinado por Mark Chapman el 8 de diciembre de 1980) el tema Here Today.
La especial versión de Something, “dedicada a mi amigo George” (Harrison, fallecido el 29 de noviembre de 2001). El beatle restante, Ringo Star, es con McCartney, uno de los dos que aún viven.
Fotos del músico de chico, de cuando integraba el cuarteto más legendario, de sus looks en distintas etapas, dibujado, convertido en muñequito, junto a algunos de sus cinco hijos con Linda Louise y Heather Mills (desde 2011 McCartney convive con Nancy Shevell, presente en el recital)… Su álbum de imágenes también fue proyectado en Palermo.
“Ustedes son grosos, copados, nos vemos la próxima”, entusiasma en español, e inicia un principio del fin a puro The Beatles, con Birthday, Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, Helter Skelter, Golden Alumbres y Carry That Weight.
Live and Let Die acompañó a los primeros fuegos artificiales. Continuó Back in the USSR, y Hey Jude, con el público de hombres y mujeres cantando por separado y luego en conjunto, invita a la despedida.
El último tema que grabaron Paul, John Lennon, George Harrison y Ringo Starr (The End, del disco Abbey Road –1969–) cierra la inolvidable velada del sábado, a través de un saludo formal, papel picado y nuevos fuegos de artificio. Que se repita pronto, Paul.
