30 fotos históricas del copamiento al cuartel de La Tablada
Las imágenes más impactantes de las 27 horas que duró el último ataque guerrillero en la Argentina.
23 Ene, 2019 00:05 a.m. EST
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El Puesto 1 del Regimiento. Por allí se produjo el copamiento. Por allí ingresaron los tanques.
Los 46 guerrilleros robaron el camión de gaseosas que abastecía al cuartel. A las 6,15 del lunes 23, el Ford F 7000 embistió la barrera del Puesto 1, seguido por dos camionetas y cuatro autos.
Como era lunes y pleno verano, en el cuartel sólo había 120 efectivos, en gran parte conscriptos. Un grupo de ellos logró huir en la tarde del 23.
Los primeros en llegar para recuperar el cuartel fueron efectivos de la Policía bonaerense. Algunos estaban de guardia en el destacamento de Puente 12; muchos otros se presentaron espontáneamente.
A las ocho de la mañana, ya un centenar de efectivos de Policía provincial rodeaban el perímetro del cuartel.
Parapetados en casas de familia, muchos efectivos policías que se presentaron interrumpiendo su franco o sus vacaciones no contaban con el mejor armamento.
En el rostro de uno de los conscriptos se refleja el temor ante el ataque inesperado. Muchos de esos chicos nunca habían disparado un arma.
Al momento en que se produjo el copamiento, en Puente 12, a no más de dos kilómetros, la Policía preparaba un operativo contra piratas del asfalto. Por eso llegaron muy pronto a La Tablada.
Cuando comenzaron los disparos de artillería, se desataron varios incendios en el cuartel. El humo producía una confusión aún mayor.
Por momentos se pensó que había francotiradores en las casa vecinas al Regimiento. Policías de civil recorrían las calles tratando de ubicarlos.
Los edificios del Regimiento tenían techos de madera a dos aguas. Por eso, ante las explosiones, ardieron de inmediato. Había que escapar de cualquier manera del fuego.
Los primeros efectivos del Ejército ingresaron al Regimiento por las tosqueras que estaban hacia el Sur del cuartel. La artillería pesada se estableció sobre la avenida Crovara.
Un helicóptero sobrevoló los monoblocks del humilde barrio que estaba cruzando el Camino de Cintura, en búsqueda de francotiradores.
Los comandos especiales que entraron por las tosqueras llegaron hasta los tanques del Regimiento. Los tomaron y bombardearon la guardia de prevención y otros edificios donde estaban los guerrilleros.
La entrada del Puesto 1 fue el lugar por donde ingresó la Policía. Uno de los primeros en entrar fue el comisario Emilio García García. Hizo cuarenta metros y lo hirieron. Murió tres días después.
Bien entrada la calurosa tarde del lunes 23, los bombardeos circunscribieron la lucha a los alrededores de los pabellones. Afuera se vivía una pausa de tensa tranquilidad.
Cuando los guerrilleros ingresaron a la Compañía de Servicios del cuartel coparon la sala de armas y se hicieron con fusiles, MAG y MAP.
Vista aérea del regimiento poco después de la rendición. A la izquierda se ve la avenida Crovara. Abajo, semidestruida, la guardia de prevención. Y arriba, la Plaza de Armas.
La rendición se produjo a las 9,10 de la mañana del martes 24. De inmediato, comandos especiales recorrieron las ruinas buscando guerrilleros escondidos.
De acuerdo a la investigación que encabezó el fiscal Raúl Plee, hubo 33 muertos entre los guerrilleros, incluidos los cuatro desaparecidos tras la rendición.
En una mochila se encontró un plan de acción de los miembros del MTP. Estaban divididos en columnas. El jefe máximo era un tal Ricar, que era Enrique Gorriarán Merlo, quien nunca ingresó al Regimiento.
Varios de los pabellones quedaron completamente destruidos tras los bombardeos. A su alrededor estaban diseminados los cadáveres de los atacantes.
Entre el Puesto 1 y la Plaza de Armas, uno de los autos de los guerrilleros que fue aplastado por un tanque.
Tras la rendición hubo una docena de detenidos. Entre quienes fueron juzgados, sólo Gorriarán Merlo y el cura Antonio Puigjané no entraron a La Tablada.
A las 9,10 del martes 24, veintisiete horas más tarde del inicio del copamiento, agotados y sin municiones, los guerrilleros se rindieron.
Ante la superioridad numérica (se estima que el 24 había más de 3000 efectivos rodeando el Regimiento, entre efectivos del Ejército y la Policía), la rendición fue incondicional.
A las 11,50, el helicóptero que trasladaba al presidente Raúl Alfonsín aterrizó en la Plaza de Armas. Aunque la situación ya estaba controlada, se escucharon unos disparos que provocaron desconcierto. De inmediato, el Presidente fue rodeado por los comandos militares para protegerlo.
Alfonsín recorrió gran parte del Regimiento. Esa noche se dirigió al país por cadena nacional, condenando la “cruel acción de los personeros de la muerte” y felicitando “la decisión y el coraje de quienes defendieron la independencia y la soberanía popular”.
La edición histórica de GENTE. Las siguientes dos tapas de la revista también fueron consagradas a las repercusiones y la investigación del copamiento de La Tablada.
Por redacción GENTE
Fotos: Archivo Atlántida
Investigación de archivo: Marcos Borghetti
